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Respetemos la muerte natural

Petardo

Desde que el ser humano es consciente de su existencia, también lo ha sido del final de sus días.

La idea de la muerte ha sido objeto de debate a lo largo de toda la historia, atribuyéndole una causalidad y un significado distinto en función del lugar, la cultura, la religión y la filosofía a la que se le preguntara.

No obstante, en términos biológicos, podemos dar una definición escueta y breve de lo que significa: la muerte es el final de la vida, la incapacidad total del organismo de mantener la homeostasis del cuerpo mediante procesos biológicos.

En el terreno de lo espiritual, se asocia a la muerte con el final de la vida terrenal y el inicio de la celestial, habiendo un sinfín de creencias sobre lo que viene después. Si le preguntamos a los filósofos sobre qué es la muerte, aunque cada uno de ellos tenga su propia opinión sobre lo que es, todos coinciden en que la muerte es la única certeza del ser humano que tiene de sí mismo.

Sea cual sea nuestra idea de la muerte, lo cierto es que son varias las formas en las que se puede dar este fenómeno.  El final de la vida puede darse de forma natural o por acción de un agente exterior a la persona, desde una gravísima enfermedad hasta porque alguien, de forma voluntaria o inconsciente, ha acabado con la vida de otro individuo.

Se considera muerte violenta cuando lo que ha provocado la defunción es completamente ajeno al funcionamiento del cuerpo.  Un móvil externo ha provocado alguna acción, deliberada o no, que ha terminado provocando la muerte de la víctima de forma especialmente violenta. Es lamentable que en Guatemala ya se esté teniendo una cultura de muerte violenta.  El homicidio es causar la muerte de otra persona.  Jurídicamente, es un delito que consiste en matar a alguien, por acción u omisión, con o sin intención, sin que concurran las circunstancias de alevosía, precio o ensañamiento, propias del asesinato. Menciono este caso por ocurrir en Guatemala.  Actualmente matan a personas por extorción, venganza, robos, etc. Pero sucede el caso que alguna persona mate por defenderse al momento de un asalto y es conducido a la carceleta, para que en debido momento sea escuchado por un juez, quien ordena una investigación, y el que se defendió, queda detenido mientras se comprueba el hecho.  Esto significa que se requiera de un abogado defensor. Es exagerado el número de crímenes en Guatemala y el pueblo ya se va acostumbrando a los mismos, sin que veamos una mejora en la seguridad de la vida humana.  Maquiavelo considera al ser humano, como una dualidad que se debate entre su condición humana y su condición animal.  Es capaz de hazañas, logros y luchas, pero para alcanzarlas toma el camino del egoísmo y del instinto. He aquí la palabra clave: instinto. La naturaleza humana es predominantemente instintiva. Si analizamos lo que pasa con la cultura de muerte violenta, estamos llegando al instinto animal, que es lo que los humanos debemos evitar.

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Lea más del autor:

Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

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