Y LLEGÓ EL 2022
Nuestro Mundo Posible
Estamos iniciando el 2022 en nuestro mundo occidental.
Es de nuestro conocimiento que el inicio de año nuevo no es igual para todos los países de este punto azul pálido como le llamó Carl Sagan a nuestro planeta.
Nos pasamos el ciclo solar o lunar iniciando año según cada cultura.
También sabemos que no se celebra el mismo año en todo el planeta.
El tiempo es contado desde hace 13,800 millones de años; el mismo es la sucesión de eventos.
Tenemos diferentes calendarios:
El de la Antigua Roma que tenía años de 10 meses e iniciaba el 1 de marzo.
El calendario Juliano, en honor a Julio César e iniciaba en el 45 a. C.
Se perdía cada 129 años un día.
El calendario gregoriano, el que tenemos en el mundo occidental, fue determinado por el Papa Gregorio XIII en el 1852.
El calendario budista que está determinado por el nacimiento de Buda en el 543 a. C. Se pierde un día cada 60 años.
El año nuevo para los budistas es el 3 de febrero del calendario occidental del 2022.
El calendario de India inicia en el 78 d. de C. del calendario occidental.
El calendario chino: su año nuevo lo celebrarán el 1 de febrero y será el 4,720.
El calendario persa inicia en el equinoccio de otoño de este 2022 y están en el 2,563.
El calendario musulmán tiene como año 0 la huida de Mahoma a la Meca celebrando su año nuevo el 29 de julio, que será el 1,444.
El calendario hebreo tiene su año nuevo el 25 de septiembre – 5,783.
Como podemos ver, dependiendo de las culturas, nos pasamos el año entero celebrando inicio de año.
Hemos llegado a este 2022 de occidente con la misma pandemia que parece no existen formas de vencerla.
El mundo entero está con protestas sociales.
Tendremos gobiernos nuevos por todos lados, más los que recientemente tuvieron elecciones cuyos ejercicios iniciarán en este 2022. Lo inquietante es que muchos son gobiernos populistas y otros, dictaduras militares.
Las democracias también están en crisis.
También hay migrantes por todos lados.
Y TENEMOS UNA VARIANTE NUEVA DEL COVID 19.
Ahora los países de más recursos financieros están aplicando una tercera y cuarta dosis, como Israel, pero los de menos recursos no terminan con la fase I.
Ahora también los niños contraen el virus.
Los países de más recursos tienen como confinamiento sólo 3 días para que se mantenga la producción económica pero estamos viendo que hay problemas para mantener la misma porque los obreros, los empleados, se enferman y el contagio de esta nueva variante, la ÓMICRON es muy alto.
Los índices de contagio son altísimos incluso en los países desarrollados.
El problema para la producción de los bienes necesarios es la rotación de los trabajadores.
También tenemos problemas serios con el cambio climático: más inundaciones, tifones, huracanes, tornados, problemas para la producción de los energéticos necesarios, disputas entre los grandes líderes mundiales; ya no sabemos qué más le falta a nuestro planeta, a nuestra vida.
¿Qué nos falta a los seres humanos que con todo y tener razonamiento no hay forma de ponernos de acuerdo para tener un mundo habitable?
A través de la Historia hemos padecido muchas guerras pero ahora parece que estamos en una Babilonia; no hay forma de un entendimiento.
¿Qué nos pasa?
Mucha ciencia pero parece que la hacemos para vivir mal.
¿Qué nos falta?
Nos falta entender qué cosa es la libertad.
Parece que cada ser humano, cada país, cada modelo económico es dueño del mundo.
Mientras no entendamos que la vida como seres humanos solamente nos es posible en este planeta seguiremos como vamos.
Estamos destruyendo nuestro medio de vida, nuestro planeta y a nosotros.
No entendemos que la ciencia es el camino de soluciones cuando es aplicada para el bien y que el espacio para la vida de todos tiene que ser la convivencia.
Las lecciones que nos demuestran nuestro planeta y las que nos da el Covid 19 están bien claras: aprendemos a construir o no tendremos el espacio para vivir.
Aprendemos lo que es el espacio para cada uno, lo que es la libertad o terminaremos en un camino hacia el fin.
Vemos que hay dinero para enviar un telescopio como el que fue lanzado al espacio en este último diciembre del calendario gregoriano- 2021 porque queremos saber lo que ha ocurrido desde hace 3, 000,000 millones de años antes; queremos saber de dónde venimos. Es una de las muchas operaciones que realizará este telescopio que costó 10 mil millones de dólares.
El telescopio es el JAMES WEBB, cooperación entre la Nasa, la Agencia Europea y la Agencia Canadiense.
Lo que parece estar claro es para dónde vamos.
Si no nos unimos en entender qué es la libertad para la vida del planeta y la nuestra sólo nos quedará el dejar la Historia de la Sociedad que lo tenía todo y lo perdió por soberbia.
De todos, en la unidad para el bien, depende hacia dónde queremos llegar.
De todos, en la unidad para el bien, depende la forma en que queremos vivir y si lo podremos seguir haciendo. Todavía no hay otro planeta para que vivamos y si vamos a hacer lo que aquí será tiempo perdido.

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