Justicia estadounidense
Políticamente Incorrecta
Son tantas las noticias que circularon en el 2021 y que por lo visto ya empezaron a circular en el 2022 sobre la rampante corrupción en los Estados Unidos de América, que resulta un insulto al raciocinio que vengan estos señores a decirnos algo a nosotros. Nos hicieron creer que la corrupción (que no existe tipificada como tal sino como muchas otras tipologías dentro del Derecho Penal) era exclusividad de Guatemala y era la causa de todos los males. Si bien es un problema latente y enorme, que he llamado siempre un cáncer, no tiene su origen en sí mismo. El origen está en otro punto que pocos abordamos y que vale la pena que el lector se tome unos minutos y analice, porque nos afecta a todos.
Usted trae un producto de importación y debe esperar a que al vista de aduana le dé la gana procesar el contenedor o el manifiesto en el que venga su producto. Si al delegado de la SAT le da la gana le cobra, y el monto es antojadizo, y si no le da la gana, ni cobra. Todo es a criterio del funcionario de turno. Si va a Tapachula a degustar algún platillo mexicano y de paso compra un par de tenis y una botella de licor, es al azar si la funcionaria de aduana se le antoja cobrarle y cuánto. Sé de gente a la que le han querido cobrar por el iPad que el hijo llevaba en el carro que compró en Guatemala porque a ella se le antojó que lo había importado. Mientras tanto, veían sendos camiones entrando mercadería sin que siquiera los detuvieran y si los detenían, era por unos minutos en los que seguramente se le paga mordida al vista. Esto se da en puertos, aeropuertos y en las aduanas fronterizas por igual.
Si lo sigue la policía en ciertos sectores, lo mejor es manejar hasta la estación de policía más cercana y que allí le digan porqué lo seguían. Me ha pasado y cuando ven que voy a la Jefatura dejan de seguirme. Obviamente, la motivación era robar o pedir una mordida por una multa injustificada. Gracias a Dios los policías corruptos son los menos, y la gran mayoría son gente trabajadora y correcta.
Pero también es corrupción que bajo la mirada de los ex Embajadores McFarland, Chacón, Arreaga, Popp y Robinson se haya formado y consolidado una narco-guerrilla en zonas del país a donde gracias a esos «embajadores» aliados de Helen Mack, Edgar Gutiérrez, Carmen Aída Ibarra, Jordán Rodas, Eduardo Stein, Orlando Blanco y otros personajes siniestros de la vida nacional se encargaron de que ni el Ejército ni la Policía puedan cumplir con su trabajo. Son esos personajes y sus secuaces lo que apoyan y defienden a Aifán, Barrios, Xetumul, Gálvez y a esos fiscalitos corruptos de un MP plagado de adoctrinados por Paz y Paz y Aldana, para siempre proteger terroristas, mareros y criminales y no a las verdaderas víctimas. Ojo, hay muchísimas víctimas población de origen maya que sufre los abusos de otros mayas protegidos de estos líderes de izquierda.
Sabemos que USAID da fondos a quienes roban energía e invaden propiedad privada (grande, mediana y pequeña) de Cuc, Codeca, ActionAid Guatemala, Fundación Toriello y otras que se dedican a proteger y alimentar a las narco-guerrillas en detrimento de los pobladores cuyos derechos dicen defender pero que pisotean a diario. Vean El Estor, Nahualá y otros ejemplos en todo el territorio nacional.
Pero no todo es color de hormiga. Hay remedios si existe voluntad política. Nuestra vergüenza de Canciller jamás haría lo que digo incansablemente que hay que hacer con el Pacto de San José, el Estatuto de Roma y las comisiones de derechos humanos de OEA y ONU, que representan el nuevo orden mundial (eliminación de identidad nacional) y lo mismo que propone Biden. O no le da la maceta, o simplemente es un mega izquierdista Gucci con ínfulas de presidenciable. Pero le toca al Presidente Alejandro Giammattei dar la orden. La Constitución es muy clara en decir que es responsabilidad del Presidente dirigir la política exterior del país. Si hiciera esto, mucho del conflicto actual quedaría anulado. Al ciudadano de a pié le vale canción todos estos acuerdos y comisiones porque no entiende o no sabe que todos, todos, pagamos los resarcimientos multimillonarios que nos imponen basados en esos acuerdos y ordenados por las mentadas comisiones. Insisto, Presidente, deje una marca fuerte en la Historia del país y proceda.
Los únicos que se rasgan las vestiduras defendiendo esos aberrantes pactos y comisiones son los beneficiarios de los resarcimientos. Son los únicos a los que les importa, además de 4 pelones como Edmond Mulet que respira Guatemala pero inhala Naciones Unidas. Al resto, que somos más de 16 millones de guatemaltecos, sólo nos toca pagar por las ilegalidades de estos personajes.
La Fiscal General y Jefe del Ministerio Público Dra Consuelo Porras logró lo que ni Aldana ni Paz y Paz quisieron siquiera intentar: presencia en los 340 municipios del país. Si no fuera por los fiscales corruptos en mandos medios del MP, ya hubiera limpiado mucho más al país de tanto ladronazo en casos de verdadero impacto (no show) como Odebrecht, el desfalco del MP bajo Aldana, y muchos otros. Pero, ella sigue valiente y decidida y aunque al Embajador William Pop haya pretendido ordenar al Presidente Giammattei que no la confirme (Guatemala es pequeña y todo se sabe tarde o temprano) espero ella se postule para reelección del MP y que el Presidente la reconfirme en el cargo.
Sabemos que la candidata de la Embajada de Estados Unidos es la criminal de Erika Aifán, y que Carmen Aída Ibarra ya tiene fondos de Helen Mack y otras fuentes (incluyendo USAID) para tratar de desacreditar a la Dra Porras con la mentada lista Engels. La realidad es que esa lista que se fumó Norma Torres (que en Washington es menos que un cero a la izquierda) sólo sirve a la venganza de ella (recuerden que su familia era simpatizante y parece que hasta activa en la guerrilla terrorista), sólo sirve para tratar de enlodar a ciertos personajes de la vida nacional. Porqué si fuese algo lógico y legítimo incluiría al doble asesino y lavador de dinero de Alfonso Portillo (que ya fue convicto pero vive como rey en Zacapa con el dinero del pueblo), a su ex mujer, a tanto diputado que vive como rey sin tener otro ingreso que su sueldo, etc.
Pero claro, que se puede esperar de la Administración Biden en la que el mismo Biden está inmiscuido en corrupción en Ucrania junto a su retoño Hunter. Por eso cuando uno lee las acusaciones de la mentada lista más bien dan risa. Acusan a Gustavo Alejos, que es corrupto, pero luego se callan cuando Sandoval lo deja libre. ¿Le parece lógico? Acusan a Ricardo Méndez Ruiz, Raul Falla y Moisés Galindo en resúmen de intimidar a la izquierda de la industria de resarcimientos, sólo porque presentan acciones legales (no difamatorias en redes o tonterías así) bien fundamentadas. Eso les duele a los aliados que hablan inglés. Y qué decir de muchos otros acusados de corrupción que no pueden demostrar. La lista es pues «a la carta» antojadiza, ilógica y sin fundamento legal alguno. Nadie de Odebrecht está incluido, ni de otros desfalcos al Estado. Más bien parece que estar en la lista es motivo de orgullo porque significa que lo que ha hecho le ha dolido a la izquierda.
El día que veamos preso a Hunter Biden o al mismo Joe Biden, creeré que la «justicia» estadounidense ha vuelto a ser imparcial, objetiva y apegada al Derecho. Pero, que podemos esperar de un país donde hay Estados como California que estimulan el robo, siempre que sea menor de US$900, y que hasta quieren legalizar la pedofilia.

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