Relaciones de ternura con y para todos
Tanmi Tnam
El mundo actual está sufriendo muchos conflictos que alteran la paz y la seguridad como consecuencia de la imposición de intereses a otros pueblos, el saqueo de recursos naturales, el consumo sin límites en todas partes, el endiosamiento del dinero por algunos, el enriquecimiento sin límites por parte de otras personas y organizaciones injustas que ignoran la presencia de personas y pueblos. Las noticias de todos los días trasladan información acerca de asesinatos, secuestros, preparación de alguna guerra, pueblos con hambre y niños desnutridos. Hace falta ternura.
Por nuestra parte, creemos que las familias deben de realizar algún esfuerzo por mejorar y crear las mejores condiciones en el hogar, cultivar la mejor comunicación entre papá y mamá porque es la pareja el modelo de valores y actitudes que debe generar alegría, salud, buen humor, ambiente agradable y aprecio a todas las personas y las expresiones del ambiente inmediato. Cada familia debe hacer buen uso de conceptos y prácticas relacionados con el afecto y la ternura. Todos los idiomas cuentan con palabras que se refieren al acercamiento, la demostración de aprecio a las personas y al reconocimiento de la vida que merece admiración y respeto.
Corresponde a las familias cultivar la visión y práctica de vida que el ser humano merece. Sin embargo, el hecho de que en muchos países hay dos o más pueblos, es necesario conocer, respetar y conservar el pensamiento y actitudes que fomentan la comprensión, la comunicación y las relaciones entre las personas según cada pueblo. Estas prácticas deben ser parte de la cotidianidad porque aportan a tener una comunidad, un país, un pueblo y el mundo entero con mucha paz, alegría y confraternidad. El conocimiento maya, vigente hasta nuestros días, reconoce que “somos uno más” entre las manifestaciones de vida que el ser humano logra identificar. Todos tienen vida y este hecho genera valores, sabiduría y acciones que necesitan del esfuerzo de todos en la familia y en la comunidad.
En estos tiempos, avanza el individualismo y el irrespeto a la persona y a los elementos de la naturaleza, y por eso la cultura maya y otras culturas recomiendan apreciar la interdependencia entre los elementos de la naturaleza y las personas. Nadie puede vivir sin depender de otros seres vivos. De muchas plantas viene la alimentación, el aire mantiene la vida, el Sol irradia energía para mantener la vida y el agua es vital para todos. Este hecho, genera conocimientos y prácticas de manifestaciones de aprecio. Las familias y pueblos deberían generar condiciones donde las personas se aprecien mutuamente en un contexto donde la natura también aporta para esa plenitud de vida.
El día del amor que celebran algunos pueblos, tiene que ser un pensamiento, una tradición, un conjunto de prácticas que deben permanecer en el tiempo porque todos merecemos vivir relaciones de comprensión, admiración y afecto. Con las prácticas de amor y ternura de los pueblos podemos construir un mundo en paz.
En Guatemala, el hecho de contar con varios pueblos, vale la pena reconocer qué conceptos, valores y prácticas propician el fortalecimiento de las relaciones entre las personas, las relaciones entre la naturaleza y las personas o cualquier otro tipo de enfoque siempre que facilite la vivencia del amor, la paz y la confraternidad entre personas, pueblos y el entorno. Los pueblos tienen que luchar por construir un mundo lleno de reconocimiento mutuo, ternura y solidaridad donde todos vivan felices, con suficiente comida, salud, seguridad, educación y trabajo.

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