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Ucrania: Igual que nosotros, morir por intereses ajenos

Sueños…

La invasión rusa de Ucrania ha provocado una cascada de comentarios, a favor y en contra, que nos tienen al filo de la locura. ¿Quién tiene la razón? El imperio ruso y sus admiradores, su contraparte el imperio gringo y sus aliados y comparsas, ¿qué hacen los otros imperios implicados Japón, China, Israel? ¿Cómo afectará el conflicto a los países del tercer mundo? ¿El conflicto se va a profundizar o Rusia hincará a Estados Unidos y demacrados aliados, Ucrania sufrirá la recolonización zarista?

La guerra es la continuación de la política, y la política está determinada por el cambio en la correlación de fuerzas entre los imperios que luchan con el telón de fondo de la competencia capitalista. ¿Quién tiene la razón?, la lucha se ha intensificado, luego de que al caer el muro de Berlín y morir la ilusoria teoría del poder de la clase obrera generador del hombre nuevo, se mostró nuevamente que la economía de mercado es el sistema dominante en el mundo, y la única racionalidad que conoce el ser humano para luchar por la sobrevivencia y el control del planeta. Al caer el mundo los idealistas de derecha supusieron que la historia había terminado, y que las economías capitalistas democráticas, iban a imponerse como modelos de caricatura en el mundo y todos los países iban a copiar el modelo para vivir en un mundo feliz. Los seguidores de acomodarse al sistema, llamándolo neoliberalismo para convivir con él y aparentar criticarlo, se acomodaron en ong´s e instituciones profesionales, para convivir con el mal, como Faustos modernos.

¿Quién tiene la razón?, el mercado. Luego de la caída del muro no vino el mundo feliz. Al contrario, en el lado de los países capitalistas se intensificó la competencia de publicidad falsa para pelear por los mercados, Estados Unidos se vio aislado por sus supuestos aliados; Inglaterra se debilita ante el empuje de Alemania en la comunidad europea. Francia no soporta el empuje de Estados Unidos que busca ocupar los lugares de Francia e Inglaterra en el mundo. La comunidad europea se desgarra y sufre el abandono a medio camino de Inglaterra, que además se ve debilitada por las luchas autonómicas permanentes, pero cada vez más fuertes de Escocia e Irlanda. Japón, sigue siendo un país competitivo y eficiente, pero aislado en un mar de enemigos que le tienen rencor por su pasado. Y, por supuesto, lo inesperado, Rusia y China ya sin las trabas demagógicas del socialismo, se inclinan por la competencia capitalista, se pasan con toda su farándula al mercado. Con la ayuda de los capitales de los países capitalistas tradicionales. Estados Unidos, europeos y Japón se lanzan tras la mano de obra barata de China y la inundan de inversiones. Sin recordar que el país hospitalario, tiene una estrategia, aprender la tecnología, adoptarla y luego lanzar el contragolpe. China aprendió la tecnología, la capacidad productiva y las artes de la competencia, y hoy surge como la nueva potencia mundial.

Rusia, por su parte se ha concentrado en la industria militar, las finanzas internacionales y el control de espacios geopolíticos en el mundo. Rusia y China cumplen el ciclo, los nuevos imperios retan a los imperios decadentes. Ya lo advirtió Tucídides hace siglos, cuando un imperio se debilita han surgido a su alrededor adversarios potenciales, que aspiran a sustituirlo en el control hegemónico del mundo conocido. La solución solamente es posible con la guerra. Y la tercera guerra mundial empezó con la invasión a Irak y es una guerra que se va a desarrollar en forma mediática a través de redes electrónicas. No habrá guerra nuclear. Al menos mientras estemos conscientes. Cuando usted ya no esté consciente, la guerra nuclear habrá terminado. Las guerras serán guerras relámpagos de toma de territorios estratégicos por parte de China y Rusia, con amenazas, condenas y contorsiones de las potencias moribundas.

El tema siempre es el mismo, la razón la tiene el mercado. El objetivo es el control de materias primas estratégicas, recursos energéticos y el control militar del mundo, todo con el fin de la racionalidad del mercado, maximizar las ganancias.

¿Quiénes son los protagonistas? Primero, China que emerge como la nueva superpotencia, que busca influencia no solo en su zona adyacente de Asia, sino prolongarse al medio oriente y el este de Rusia en busca de recursos energéticos y materias primas, luego aislar a Japón, Europa y finalmente Estados Unidos. El gran reto chino es que al convertirse en país capitalista imperial se enfrentará al surgimiento de choques internos como las crisis financieras y comerciales, así como la consciencia de clases que se enfrentan. Y, luego, ¿podrá apoderarse de Taiwán con la misma facilidad que Rusia está apoderándose de Ucrania? Pareciera ser quién va ganando en la competencia del siglo XXI, pasó de ser una economía debilitada en el 2000, a ser el principal productor del mundo desde 2018. Si Rusia se impone claramente en Ucrania, tendrá un aliado peligroso frente a sí. Si Rusia sale política y económicamente debilitada China será el gran ganador de esta batalla.

Segundo, Israel y Japón, dos potencias que aparecen tras bambalinas. Israel logra hincar sus dientes en los presupuestos de todos los gobiernos y empresas involucradas, sean amigos o enemigos, no importa, las tasas de interés y la deuda son su manera de controlar todo, tienen en sus manos la sabiduría acumulada del planeta. Japón se agazapa, sabe que su vida depende del control sobre la voracidad china. Pero, sigue siendo Japón, podría ser que esté manipulando a los chinos.

Tercero, las potencias tradicionales, las viejas potencias dirían los consejeros de Busch, quienes afirmaban que Europa ya era obsoleta. Sin saber que estaban leyendo la verdadera historia, era el inicio del fin de las viejas potencias, incluida la que ellos tenían que defender. Algunos personajes destacados de este grupo eran Paul Wolfowitz, George Tenet, Sean O’Keefe, Condoleezza Rice, Meghan O’Sullivan, John Negroponte entre otros. Alemania, se beneficia del conflicto, la materia prima y los energéticos llegarán más fluidos a sus voraces industrias a través de la nueva colonia rusa que por el mar. Inglaterra se está jugando su futuro, después de 300 años de dominio económico, marítimo e intelectual. Francia, siempre será el centro académico del mundo.

¿Qué nos espera en Centroamérica? Costa Rica parece lanzada a nuevas y profundas reformas que la consoliden como el país más desarrollado de la región. Honduras ante un enigmático proyecto de reformas con su nueva mandataria. Nicaragua con la esperanza de que la confrontación Rusia-China versus Estados Unidos le haga llegar ayudas financieras y económicas, sin programa propio. El Salvador ante un proyecto disruptivo que puede terminar en la gloria o en tragedia. Panamá una multicolonia democrática. Solo Guatemala está en la oscuridad no se sabe que camino quiere tomar o no sabe qué hacer. ¡Un nuevo mundo se abre ante nosotros!

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Cristobal Pérez-Jerez

Economista, con maestría en política económica y relaciones internacionales. Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica. Analista de problemas estratégicos, con una visión liberal democrática.

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