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Empantanados

Apuntes

Por: Alfonso Rodríguez Ánker

Cada vez que analizo las causas de nuestras deficiencias operacionales de nuestras instituciones en general, caigo en la misma conclusión: “Falta de educación”.

Y esa falta de educación nos tiene empantanados, aparentemente de forma irremisible. ¿puede usted identificar una sola institución de gobierno que funcione? ¿Qué esté llenando su cometido?

La falta de educación es el denominador común de nuestros atrasos y estos evolucionan cada vez más hacia desastres.

De atrasos a desastres es porque cada día somos más los ciudadanos afectados y en consecuencia los desastres representan más dinero perdido, tanto en gasto público donde el crecimiento de las instituciones es vegetativo y en consecuencia cada día más costosas y en segundo lugar porque los afectados somos un número mayor.

Nuestra tradición administrativa data de siglos atrás, de forma que, si para atender una población de 1 millón de habitantes se necesitaban 50 empleados, hoy para 16 millones se emplearían 800 funcionarios y se nos olvidó cambiar el sistema y considerar que, en la época digital, los errores de simple escritura en la data producen errores enormes y procesos que repetir.

Para un documento digital, por ejemplo el DPI, “Rodriguez” no es lo mismo que Rodríguez y el funcionario que se tragó la tilde no se imagina el lío de identidad que armó con otros documentos como los pasaportes y licencias de conducir poniendo al ciudadano y a las instituciones en jaque.

Una de las razones de este fracaso administrativo del gobierno es que realmente los procedimientos seguidos son los mismos que antaño y simplemente están fuera de la escala, por defecto y de métodos para cumplir con su objetivo.

El desprestigio de las instituciones y la ausencia de certeza del castigo al responsable, “guían” el actuar de la mayoría de los ciudadanos.

He oído de abogados decir que el sistema jurídico protege al infractor… y de aquí que muchos ciudadanos toman la solución y la justicia por sus manos, incluso acotando que es más barato pagar pistoleros que abogados y que los resultados son prontos y los deseados… el sistema judicial se conoce como un fracaso total.

Y qué pasa con las leyes y disposiciones que se quedan obsoletas y que desde su publicación nadie cumplió. Por ejemplo, el número de pasajeros y sus protecciones en las motos, la velocidad límite del servicio de buses extraurbanos, o remolcar vehículos jalados con lazos, etcétera.

En un foro de radio sobre el tema de los cierres de carreteras oí de los participantes, entre los que por supuesto no había un solo representante de los que cierran las carreteras, cosas que parecían increíbles de suceder en cualquier país del mundo que se considere civilizado y en desarrollo. Cosas como licencias de conducir falsas, negación rotunda a tener seguros de daños a terceros, transportistas sin registros, anonimato estructurado para los responsables de los accidentes y sus consecuencias, reportes de policías indicando que el piloto estaba bajo influencias de alcohol y que se dio a la fuga (¿quiere decir que bolo se les escapó?)

Y qué decir de la apatía e indolencia de Gobernación ante las tomas de carreteras, invasiones de la propiedad privada, etcétera.

He visto transformar áreas privadas en asentamientos de invasores que empiezan con carpas de plástico azul, haló padre Girón (QD), y con el tiempo hacen una covacha, perforan dos pozos manuales, uno para agua y el otro para drenajes negros, obtienen de las municipalidades un engendro que se llama título supletorio y con él la EEGSA diligentemente los conecta a la red, aparecen las antenas de tv y las construcciones, sin licencia municipal por supuesto, pasan a ser de block y dos niveles. Hoy es un problema de todos los tipos, de hacinamiento, de salubridad, de seguridad, de comunidad. ¿Y la autoridad municipal? Bien gracias.

Del sistema de presidios sabemos a ciencia cierta que la corrupción campea a sus anchas a todo nivel y lo peor de sus consecuencias, que los presos aumentan su formación criminal en el penal haciendo imposible el fin primordial que es su reinserción en la sociedad.

Y de la Salud, ni hablemos

Y me falta Educación, mi tema central de este documento. Recién tomó posesión el presidente Giammattei, de las primeras, si no la primera, reunión que tuvo, fue con Joviel Acevedo. Si en aquellos tiempos tuve mis dudas de sus intenciones, ahora estoy seguro de que fue para establecer un pacto de no agresión y para dedicarse cada uno al logro de sus más caras ambiciones. Fracaso garantizado en la educación a cargo del gobierno por ley y en exclusiva.

Al respecto, leí que el Pacto Laboral del MINEDUC, va al Congreso a convertirse en ley nacional. Aberrante, vergonzoso e ilegal. El pacto, por cierto, excluye la capacitación de docentes, o cualquier condición de mejora salarial condicionada al desempeño de los docentes y seguro que incluye cláusulas como el permiso permanente a no trabajar al personal dirigente del sindicato, etcétera.

Bien señor presidente Giammattei, otra frustración de sus funciones a sus espaldas. “Una mancha más al tigre”.

Mucho se ha dicho y se podría hacer para mejorar el nivel académico de los estudiantes de primaria y secundaria con la implementación del acceso a internet en las escuelas y subsanar así la oposición del personal docente a mejorar su preparación (paradójica oposición). Bukele en El Salvador ya lo hizo.

Esta falta de preparación académica en los bachilleres, afecta negativamente en las instituciones dedicadas a la educación de artes y oficios de nivel medio y en forma de lápida en las universidades, especialmente en la San Carlos donde un 5% del presupuesto de la nación se quema en todo menos en excelencia académica. Baste decir que ser electo Rector de la USAC es una campaña política en la que nada tiene que ver el CV de los candidatos y menos los planes de mejorar el pensum académico de docentes y alumnos.

Y es que de la San Carlos ―soy egresado de ella y a mucha honra―, salen la casi totalidad de funcionarios públicos. Me atrevería a decir que todos hemos empezado nuestra práctica profesional en entidades estatales a tiempo completo o como estudiantes y trabajadores de medio tiempo.

En consecuencia, de la calidad académica de la San Carlos, depende la calidad de las instituciones estatales. Y para mi entender, allí radica nuestro pantano.

La administración pública, con honrosas excepciones, está en manos de gente no preparada para desempeñar el cargo que ocupa.

Y de la secundaria con esos desastrosos índices de educación publicados, es imposible enseñar (y que aprenda), a un policía, un chofer, un agente de aduanas, un paramédico, dibujantes, maestros de obra, etcétera.

Me ha tocado comprobar la ignorancia con que se desempeñan estos empleados públicos y la falta total del concepto de su chance. Por ahí dicen que “el prestigio de tu empresa está en el último peón de la planilla”.

Continuará…

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