¿Por qué el Nuevo Testamento está escrito en griego?
Logos
Jesús habló en una de las variedades del idioma arameo, el cual era una especie del género de las lenguas semíticas, a las cuales pertenecían también el hebreo y el árabe.
Originalmente el arameo fue hablado por pueblos que, en el siglo XII antes de la Era Cristiana, comenzaron a habitar territorios actualmente ocupados por Siria, Armenia y Turquía. Luego esos pueblos se expandieron hasta las riberas del río Tigris, que era uno de los límites de la antigua región de Mesopotamia.
Algunas partes de libros del Antiguo Testamento, como el de Daniel y el de Esdras, fueron escritos en Arameo. Actualmente todavía se habla esa lengua, denominada “neo arameo”.
En la época de Jesús se hablaban principalmente estas variedades de arameo: judeo antiguo, hablado principalmente en Jerusalén y Judea; galileo, hablado precisamente en la región de Galilea; jordano oriental; damasceno y orontes. Jesús hablaba el arameo de Galilea. También hablaba hebreo.
Los 27 libros que constituyen el Nuevo Testamento fueron escritos en idioma griego. ¿Por qué no fueron escritos en arameo? Después del exilio del pueblo hebreo en Babilonia, en el año 586 antes de la Era Cristiana, el arameo, y no el hebreo, era la lengua ordinaria de los judíos.
¿O por qué no fueron escritos en idioma hebreo? Este idioma, aunque no fuera la lengua ordinaria, era la lengua “culta”, empleada para deliberar sobre cuestiones teológicas, o empleada por los judíos que pretendían el máximo sometimiento a la Torá o La Ley.
En el Oriente Medio, en el cual estaba situada la región que el mismo pueblo hebreo llamaba “Tierra de Israel” (que comprendía Judea, Galilea y Samaria), la difusión del griego había comenzado en el final del siglo IV antes de la Era Cristiana, cuando se expandió el imperio de Macedonia, que era Estado-ciudad de Grecia. Esta expansión fue obra del emperador Alejandro; y sus sucesores, o diádocos, difundieron el griego y, en general, la cultura griega.
En la época de Jesús el griego se había convertido en la lengua más difundida en el imperio romano; y la “Tierra de Israel” estaba sometida al dominio de una provincia romana: Siria. El griego, y no el latín, era el idioma común en la misma capital del imperio romano, es decir, Roma. Hablar y escribir en griego era necesario en las comunicaciones ordinarias y en el intercambio comercial. En el supuesto de que era interés primordial que el mayor número de judíos conociera el evangelio de Jesús, el griego era la lengua más eficaz.
Empero, ese griego era un griego común llamado “koiné”. En el siglo XIX se demostró que el Nuevo Testamento había sido escrito, no en el griego aquel que empleaban filósofos, historiadores, literatos, oradores o científicos, sino en aquel griego común. Esa demostración fue posible porque fueron descubiertos y publicados, documentos ordinarios de la vida cotidiana escritos en griego, de la época de los evangelistas; y el griego de esos documentos y el griego del Nuevo Testamento eran notablemente similares. Contribuyó a este hallazgo el teólogo alemán Adolf Deissmann.
¿El Nuevo Testamento habría sido escrito originalmente en arameo o en hebreo, y traducido al griego? David Maas se ha ocupado de esta cuestión. Él es Profesor Asistente de la Liberty University, de Wheaton, Illinois, Estados Unidos de América, y es estudioso de lenguajes bíblicos, historia bíblica, literatura rabínica, documentos del Mar Muerto y Nuevo Testamento. Su tesis es que no hay no hay prueba de tal escritura original en arameo o hebreo. He aquí algunos de sus argumentos, expuestos de modo excesivamente resumido:
Primero. Todo texto manuscrito encontrado del Nuevo Testamento está en griego. Y todas las traducciones antiguas del Nuevo Testamento, lo son a partir del griego. Y los padres de la primitiva iglesia cristiana no citaron partes en arameo o en hebreo, del Nuevo Testamento.
Segundo. El mismo texto, en griego, del Nuevo Testamento, no sugiere ser traducción, sino que él mismo traduce, al griego, palabras del arameo o del hebreo. Por ejemplo, se lee en el Evangelio de San Marcos: “46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
Tercero. Aparentemente el evangelio de San Mateo fue escrito originalmente en hebreo; pues el padre de la iglesia Papias de Hierápolis, en el año 130 de la Era Cristiana, declaró: «Mateo… compiló los oráculos en un dialecto hebreo, y cada uno los tradujo como pudo.» Esta declaración no constituye una prueba, porque solo fue citada por Eusebio, autor de la “Historia de la Iglesia”, casi 200 años después; y él no mencionó la fuente de la declaración.
Post scriptum. Kurt Aland y Barbara Aland, autores de “El texto del Nuevo Testamento. Una introducción a las ediciones críticas y a la teoría y práctica de la crítica moderna de textos”, afirman: «Todo el Nuevo Testamento fue escrito en griego; lo cual está demostrado de manera concluyente por el hecho de que sus citas del Antiguo Testamento son citas de la Septuaginta, la cual es la traducción griega del Antiguo Testamento, y no citas traducidas del texto hebreo original.”
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