OpiniónColumnas

Clases presenciales¡YA!

Pinceladas Democráticas

Retomar el que hacer educativo con entereza para nivelar los aprendizajes pendientes de los dos ciclos escolares perdidos, es la misión única e impostergable del MINEDUC.

Hemos llegado al límite del antes y después de una etapa álgida, que en forma cíclica vuelve a vivir la humanidad; padeciendo limitaciones en todas las actividades del desarrollo integral de los pueblos del centro y de la periferia, como le llaman los sociólogos, antropólogos y economistas en los sectores del quehacer humano; otros le llaman subdesarrollados y desarrollados, y aquellos en su condición de países del primer mundo, que por su condición de ser desarrollados, sacan ventaja, considerando que los desafíos que deben afrontar los países subdesarrollados pueden cambiar la historia.

En este momento que marca la historia, es perentorio prestar  la atención necesaria para hacer uso de los aprendizajes significativos que permiten formar hombres con conciencia liberadora, reflexiva y creadora que eleve la escolaridad, que permita contar con el capital humano que trabaje para forjar el desarrollo integral de los habitantes que son sobrevivientes de covid19; por tal motivo, es obligatorio trabajar horas extras en el sector educativo, responsabilidad inherente de los educadores y de los altos niveles administrativos que son tomadores de decisiones en el MINEDUC, teniendo como primer paso ¡Hacer con eficiencia y eficacia las funciones y atribuciones que la ley señala, debe cumplir el Ministerio de Educación! Y este con la solvencia de su misión, demandar que el poder ejecutivo, exija a los otros Ministerios cumplan con las funciones que les señala la ley y evitar anarquía y duplicidad de funciones.

Es obvio que El MINEDUC tiene como función toral, la formación de hombres libres, probos, conscientes y reflexivos, útiles ciudadanos que propicie con calidad la toma de decisiones para beneficio de su comunidad y el entorno social y ambiental donde le toque vivir y evita distraer a los educadores en otras funciones que corresponde realizar a otras entidades del Estado.

En este crucial momento de la historia se ha dado apertura para volver a la normalidad a varias actividades sociales, económicas y recreativas, que son incongruentes con las exigencias de seguridad sanitaria; verbigracia, celebración de convivios, conciertos, ferias de promoción de emprendedores, ferias patronales, presencia en supermercados y otras actividades sin permitir brindar “Educación en la modalidad de clases presenciales” que permita que los educadores refuercen los contenidos plasmados en la maya curricular del CNB que en estos dos ciclos escolares perdidos, han sido impartidos a los educandos a medias y en el más escalofriante hecho, no fueron impartidos y que a pesar de ellos fueron promovidos sin haber llenado los conocimientos básicos y fundamentales, lo que confirma, que la calidad educativa viene en picada.

Después de esta catástrofe humana (Pandemia de COVID19) que obligó usar modelos técnicos y recursos didácticos que en nuestro caso, por ser de los países periféricos, no digirieron de inmediato, por los tomadores de decisiones de alto nivel, ni por los técnicos administrativos de los mandos medios, mucho menos por los docentes, que sin tener la visión de las consecuencias de esta debacle estaban en condiciones de llegar al objetivo principal de la educación “los educandos” que con sus limitaciones, tecnológicas y su pobreza y extrema pobreza no lograron compartir los aprendizajes fundamentales para seguir el proceso de la formación de ciudadanos de calidad y hombres probos que la patria demanda.

Los contenidos básicos de aprendizaje se quedaron en el buzón del olvido, los principales aprendizajes de cálculos, razonamiento y de comprensión y el buen uso de la lectoescritura para convertirse en autodidactas y seguir creciendo en el autoaprendizaje para formar al capital humano en los campos de la intelectualidad, en la formación moral y ética, como la formación ciudadana, mucho menos, tener el pensamiento crítico, reflexivo, libre y consiente para tener criterios en la toma de decisiones que permita servir a sus semejantes, obliga a los educadores a reinventar los mecanismos pedagógico para evitar la catástrofes de esta generación que queda limitada para afrontar los embates de una nueva humanidad cambiante que desafía a cada momento al ser humano a mejorar sus actitudes para la sobrevivencia de la especie humana.

Si se tomaran las propuestas que proponían McLujan en sus escritos y Postman y Hans Weingartner en sus propuestas pedagógicas de “La enseñanza como actividad critica”, donde se plantean varias suposiciones como las siguientes: “Suponga por un momento que todos los programas, planes de estudio y libros de texto desaparecen de las escuelas, supongamos que todos los exámenes estándar se han desaparecido, en pocas palabras supongamos que el material más corriente inhibidos de toda innovación de las escuelas, simplemente no existen y supongamos, luego, que decides transformar esta catástrofe en una oportunidad para aumentar la actualización de las escuelas ¿Qué harías?, o bien el reto sea reinventar metodologías, procesos y recursos didácticos para  nivelar los contenidos no servidos durante estos dos ciclos perdidos ¿qué harías? Ese debe ser el trabajo y los desafíos en los cuales debe ocuparse el maestro y las autoridades educativas del Sistema Educativo Nacional para reinventar la formación del nuevo ciudadano que necesita Guatemala para salir de este colapso educativo.

El contexto actual exige que el estudiante juegue un papel central, para considerar el desafío de su formación holística, se debe considerar la opinión de empleadores, demandas ciudadanas en el entorno nacional e internacional, sólida formación moral y ética, y la percepción de la realidad, debe ser interpretada con todos los actores de la vida humana basada en los intereses, necesidades  y problemas de esta generación.

Lo anterior invita a recordar los aportes de gran significado de los pedagogos clásicos que diseñaron con magistral sabiduría pedagógica; metodologías, contenidos programáticos, estrategias y técnicas de aprendizaje de formación de los futuros hombres y mujeres que dirigirán los destinos de la humanidad debe hacerse en forma integral y global como lo exigen las tendencias de formar una humanidad global e integradora para que nadie se quede atrás y evitar que existan clases de explotadores y explotados, pobres y ricos, de dominadores y dominados y lo más tendencioso de promover el divisionismo para ganar prebendas y luchar porque se sobreponga la verdadera igualdad para que todos vivamos en mejores condiciones de vida

Por lo tanto, se hace necesario retomar las clases presenciales para trabajar por la calidad educativa.  A estas alturas se debe considerar que los picos de las curvas estadísticas que ascendieron significativamente los casos del COVID19 en los momentos más difíciles, han descendido, teniendo un comportamiento de descenso que nos indica que la curva se ha aplanado significativamente, lo que indica que se está llegando a la normalidad; por lo que las actividades económicas, sociales, deportivas, culturales y recreativas se realizan en un porcentaje significativo de normalidad. La interrogante es: ¿por qué la actividad educativa NO? Este es el momento de reinventar el Sistema Educativo Nacional, para dejar en la historia esta etapa del oscurantismo educativo que ya se vivía antes de la pandemia, complicándose durante estos dos años 2020 y 2021 y que ahora en la época de la pos pandemia, es momento de recomponer, reinventar y reconstruir o hacer una reingeniería del circulo vicioso de la deteriorada educación de Guatemala, para luego retomar la etapa del renacimiento educativo para la construcción de un nuevo país.

¡Gobernantes y gobernados! “Es el momento de crear un nuevo modelo educativo”; De circunstancias difíciles de la vida humana, han surgido grandes aportes para recomponer la actitud humana, para seguir las doctrinas que nos legó el gran MAESTO, JESUCRISTO.

Area de Opinión
Libre expresión de pensamiento.

Lea más del autor: