Cuando me lees para conciliar el sueño
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Lo recuerdo, porque sobre todo mi mamá lo llevaba a cabo, pero también lo aprecio – a través de medios audiovisuales – que suele ser una práctica común el que los padres para lograr que sus hijos, nietos se duerman leerles un libro de cuento, sobre todo algo fantástico.
Estudios realizados demuestran que esta acción crea hábitos de lectura, pero lo principal: potenciar el vínculo afectivo entre padres e hijo, donde los menores se sienten protegidos, seguros al estar al lado de mamá, papá o abuelos, antes de dormir favoreciendo un bienestar emocional equilibrado.
Hasta aquí, todo bien, que si usted amado lector o lectora, no lo hace, busque su tiempo no excusándose en el trabajo, porque el resultado final será algo más que lo maravilloso – real.
Pero, un momento, el párrafo anterior no es lo último de este artículo, ¡NO!
Acá me corresponde valorar, la sustitución del libro para la lectura pre – dormir, mediante el uso de una tableta/IPad[1] – y en particular por dicho recurso, y no por el celular teniendo en cuenta el tamaño de la pantalla -, porque no queda duda que la tecnología avanza (aunque no para todos por igual, constituyendo una limitante como hemos analizado en otras ocasiones)
Al niño/a familiarizado con los recursos tecnológicos le será posiblemente más atractivo que le lean con este dispositivo recurso a la par de visualizar las ilustraciones o porque no, el propio cuento (libro digital)[2] llevado a un animado, a lo cual se suma un valor agregado si el adulto es ducho en cuestiones digitales.
La opción es válida – aunque cara, que no dista desfavorablemente de los costos actuales de los libros – pero sea una u otra el esfuerzo de ese acercamiento hijos – padres, será genial.
¿Y en el caso del audiolibro? Si bien este medio permite llevar a cabo otras actividades mientras se les ejecuta: conducir, caminar, tomar sol, cocinar, etc.; además de fomentar la lectura y promocionar el contenido más que el formato escrito, su mayor limitante es: la lectura directa no es posible, hecho que nos aleja de disfrutar ese cariño compartido nocturno, que se transformaría en una “frialdad noctámbula”
¿Han tenido éxitos los audiolibros? Me adelanto a asegurar que no para todos[3] teniendo en cuenta su uso como hemos señalado hace un instante, más cuando el tiempo de audición ha de ser “corto”, como es el caso de los podcasts[4] empleado fundamentalmente en el mundo de las noticias, como es la radio (digital)
Que si pudiera tener su impacto para niños de educación especial con dificultades visuales y reitero pudiera, pero lo que si resulta necesariamente inclusivo (condición sine qua non) que el pequeño, desde pequeño necesita ser atendido y mucho mejor cuando escucha la voz de quien le acompaña, para hacerle soñar…, donde posiblemente seas respondido con la evidencia de un rostro angelical.
[1] Dispositivo de pantalla táctil que se encuentra categorizado como un intermedio entre los teléfonos inteligentes y los computadores portátiles.
[2] También conocido e-book, a partir de marzo 2001.
[3] Muy desigual en Europa de mayor uso con relación al Continente americano y mucho menor en América Latina. Datos marzo 2017.
[4] Serie de episodios grabados en audio y transmitidos online.
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