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Madre, madre

Tanmi Tnam

Mamá, una de las primeras palabras que se aprende en el ambiente familiar. Se pronuncia mamá para que venga en auxilio de atención, por ejemplo, cuando se siente hambre, cuando hay soledad, cuando hay dolor o para que se alegren las miradas al ver la sonrisa que irradia energía de amor y vida.

Hablar de madre, es reconocer diversidad de rostros y condiciones en que viven las abuelitas y madres que dan vida a Guatemala. Todas las madres deben gozar de vida, salud, alegría, humor, paz y plenitud espiritual. Necesitamos que las mentes, los corazones y pensamientos cuenten con apertura para tratar con ternura a las madres. Todos deben propiciar condiciones para que las oportunidades de participación en todos los ámbitos de la vida en común, estén las madres guatemaltecas construyendo democracia sin violencia, creando economía sensible a la vida, devolviendo la paz y armonía a la justicia, una buena dosis de afecto para mirar al prójimo en todos los servicios públicos. Se vale imaginar otros tiempos donde se sustituya la violencia y la guerra del ámbito político e integrando el uso de los conceptos cargados de ternura con los cuales aprendimos a vivir en los brazos y en compañía de mamá.

Como parte del agradecimiento por la vida, es necesario tener en la memoria a las madres que han tomado el camino sin retorno, a ellas gracias por la vida que nos dejaron, gracias por las recomendaciones por aprender a vivir, gracias por los conceptos que hacen de la vida una oportunidad que hay que ponerle corazón y espíritu. Gracias por aquel tiempo de armonía, gracias por los muchos momentos llenos de cariño.

Nuestro respeto y saludo a las madres cuyo orgullo, realización y significado de vida se escucha en sus oraciones porque sus hijas e hijos crezcan bien, con honradez, rectitud y espíritu de servicio a los demás. A las madres que claman porque sus hijas e hijos sepan trabajar responsablemente y que luchen por el equilibrio y la armonía en casa, en la comunidad, en el pueblo y en el mundo entero. Nuestro respeto a la madre que cuestiona la fuente del dinero de las hijas y de los hijos, porque prefiere comer tortillas y frijoles con tranquilidad, alegría y libertad. Madres que valoran el trabajo honrado, pero no la corrupción.

Nuestro saludo, respeto y agradecimiento a todas las madres que leen y comprenden la naturaleza y facilitan el aprender a vivir realidades, a las madres portadoras de conocimientos y ternura que hacen uso de la oralidad para conservar y perpetuar el tejido de la vida para todos. A las madres profesionales, a las madres tejedoras, a las madres alfareras, a las madres artistas, a las madres que trabajan el campo. A las madres, que siendo niñas todavía, viven el rol de madres, por haber venido al mundo en un país con valores en crisis y condiciones de pobreza.

Es de agradecer el esfuerzo y los aportes de las madres que viven en la soledad o en el olvido, debido a que la migración interna y externa las ha dejado solas. El esposo, las hijas y los hijos, se han ido, en busca de mejores condiciones de vida o el sufrimiento y la muerte. Muchas autoridades del país, solamente ofrecen más empobrecimiento y miseria.  A la madre que le ha sido arrebatado la vida de la hija, del hijo o del esposo por la violencia que hay, mucha resignación. Todos deben demandar que esto cambie.

Nuestra gratitud y admiración a las madres de Guatemala porque generan armonía, paz, ternura y unidad en la familia. Para las hijas y los hijos, el tiempo dedicado a la madre se vuelve tiempo sagrado porque agradece y hace feliz a la persona que lleva vida y da vida.

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