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¿Quieres saber quién es tu peor enemigo?

Mírate al espejo

Desplazar la culpa hacia otros o el entorno parece ser una de las conductas favoritas y mejor aprendidas de los seres humanos, también es parte de los mecanismo de defensa que, según Freud nos ayudan a sobrevivir y a protegernos de situaciones traumáticas, las cuales pueden generar malestar emocional significativo y como  no nos gusta sentir estas sensaciones, hacemos uso de los mecanismos de defensa tales como: desplazamiento de culpa, negación, evitación entre otros.

Es más fácil usar expresiones como: “la gente me enoja” “me haces sentir mal” “me pones triste” eso en relación con las emociones. Pero también tendemos de ser víctimas del mundo  como por ejemplo “no me va bien en el negocio porque nadie me apoya” “para aplicar a ese trabajo si hay mejores que yo” “ya sé que no merezco nada” “nunca hago nada bien”. Este tipo de expresiones y conductas llevan a las personas a estar en una zona de confort  en donde se actúa en base al miedo, conformismo y poca o nada de motivación. El no hacerse respónsale de los propios procesos emocionales y conductuales, dificulta el promover el cambio, ya que, si los demás tienen  la culpa o son responsables de mi desdicha, son ellos los que tienen que cambiar, esta postura convierte a la persona en personas egosintónicas, es decir que la persona está en sintonía con su cuadro de victimización, desdicha y no tiene la capacidad de hacerse responsable de sus procesos conductuales, cognitivos y emocionales, otra característica que manejan las personas egosintónicas es que creen tener la verdad absoluta.

Al final todo esto descrito arriba se resume en una palabra autosabotaje. En enemigo real, potencial y número una de las personas es su cerebro, la manera en que pensamos tiene una gran influencia en nuestra conducta, forma de hablar y la forma en que nos relacionamos. Para comenzar cuando decimos que “la gente me enoja” esto se vuelve una verdad y pensamiento absoluto e inconscientemente creamos estrategias conductuales que van dirigidas a confirmar esta autoprofecías, es decir, actuamos de una manera confrontativa, tratando de generar respuestas negativas en el entorno para poder después decir “ya lo sabía, la gente es abusiva y me hacen enojar” permitiendo así el secuestro emocional. ¿Por qué autosabotaje? es porque esta forma de vida nos quita oportunidades de todo tipo como: crecimiento personal, oportunidad de cambio, afecta las esferas significativas como la familia, trabajo, las amistades, relación de pareja, relación con los hijos o padres, planes y metas a futuro.

Las trampas del cerebro, una de las funciones del cerebro es hacer uso de la llamada economía cognitiva es el principio que maneja nuestro aparato psicológico, basado en interpretar la información de manera que encaje con nuestras creencias y esquemas de pensamiento para evitar el esfuerzo extra que implicaría cambiar nuestras concepciones. Por lo tanto, si manejas una creencia de que eres víctima del mundo, tu cerebro interpretara todos los estímulos como acezantes y por lo tanto estarás en un estado constante de alarma y defensa. El cerebro esta diseñado para trabajar a base de hábitos y así economizar espacio y energía, es trabajo tuyo entrenarlo y desafiarlo a pensar de manera más sana y funcional.

Por otro lado, el autosabotaje son las conductas resultantes de ese tipo de pensamientos descontrolados. Pensamientos como minusvalía (autoestima baja), no aplicar a universidades o trabajos por miedo al fracaso, creer que no se cuenta con habilidades y fortalezas (inseguridad), no realizar un plan a futro (falta de motivación).

Tipos de sabotaje. Dejar las cosas a medias y no terminarlas. Procrastinar (dejar las cosas siempre para después) con el fin de evitar incomodidad o emociones negativas que se puedan generar al realizar alguna tareas. Buscar excusas (excusas constantes y continuas para justificar todo el tiempo su no enfrentamiento de nuevas tareas), frases como “estoy muy ocupada”, “no  dispongo de tiempo”, “soy demasiado mayor para ello”, “es que económicamente es mucho gasto”. Perfeccionismo: Este tipo de autosabotaje lo podemos dividir en dos tipos: 1. La persona cree que como no va a llegar a la perfección en la tarea marcada, prefieren no intentar.  2. Durante el proceso de una actividad o tarea, al no poder satisfacer su necesidad de perfeccionismo, dejan de hacerla y la abandonan.

¿Ahora lo ves?  Las personas se pasan una gran parte de su vida viendo en todos lados enemigos que  sabotean sus metas y objetivos ignorando que su enemigo potencial está en casa y peor aún, está dentro de sí mismo.

Por dicha, hay salvación, a continuación, té dejo ocho consejos que te ayudaran a parar con el autosabotaje, salir de la zona de confort y desaparecer a tu enemigo mental.

1) Toma el control de tus emociones.  2) Reconoce que solo tienes control de tus acciones, pensamientos y emociones, todo lo demás no esta bajo tu control. 3) Deja se ser víctima y ponte en acción. 4) Comprende que nadie te enoja, ni te hace feliz, no te puede hacer sentir mal o bien; tus emociones son tu responsabilidad.  5) Reconoce tus habilidades y fortalezas.  6) No actúes desde el miedo, sino desde el amor propio.  7) Restructura tus pensamientos.   8) Busaca ser tu mejor versión.

Salir de tu zona de confort es la manera más creativa de declararle la guerra a tu cerebro. No olvides que lo más constante es el cambio, si te atreves a cambiar, cambiaras tu mundo y no porque el mundo cambie, será por que ya no vez las cosas en blanco y negro, sino que, aprendiste a interpretar el mundo de manera  saludable, adaptándote al ambiente de forma más funcional. La peor miopía es aquella que nos dificulta ver el propio ser.

Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir. (José Saramago)

Lea más del autor: Inexistencia: Cuando la depresión consume tu mundo

Zoe María Gómez

Psicóloga Clínica por la Universidad Mariano Gálvez, Postgrado en Neuropsicología por la Universidad del Valle de Guatemala.