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Se debe evitar la delincuencia

Debemos saber la verdad.

Los datos obtenidos son de documentos y diferentes fuentes, con el propósito de presentar la actuación de las personas por el incremento de la delincuencia y la violencia.

Las maras son grupos criminales con una forma de organizarse muy jerarquizada, en la que hay una sola persona que lleva la palabra y es la que toma las decisiones. Las maras se componen de pequeños grupos, llamados «clicas», cada uno con su propio líder, conocido como el «ranflero»

Uno de los principales objetivos de las maras es provocar una psicosis colectiva de terror en la población, a través de la ejecución de hechos criminales que causen impacto social, como ejemplos, asesinatos de personas a plena luz del día, descuartizamiento de jóvenes, especialmente de mujeres, etc.

El grupo denominado mara ha llegado a trascender fronteras, logrando enlaces criminales y delictivos en todo su territorio y tienen la capacidad de interactuar a nivel internacional. Las pandillas se dedican al tráfico local de estupefacientes y a robos.

La investigación relata el origen de estas maras, que se remonta al conflicto armado que se desató en El Salvador entre 1980 y 1992. Esta guerra obligó a miles a emigrar hacia los Estados Unidos, huyendo de la violencia y las amenazas.

La mara Barrio 18 surgió como una pandilla callejera en Los Ángeles. Aunque algunos remontan sus orígenes a finales de los años cincuenta, el grupo comenzó a tomar su forma actual en los años setenta, luego de dividirse de la pandilla Clanton 14th Street.

La mara Salvatrucha, o MS13, es quizás la pandilla callejera más conocida en el hemisferio occidental. Aunque tiene sus orígenes en la década de los ochenta, en los barrios pobres de refugiados de Los Ángeles, la mara ahora se extendió a distintos estados de EEUU, de Canadá, México, Honduras, El Salvador, Guatemala y España.

Los mareros han sido entrenados y están armados para matar a personas honestas y trabajadoras, además de matarse unos a otros. También cobran extorsiones a negocios pequeños y medianos, incluyendo a los transportistas por la entrega de alimentos a tiendas pequeñas en muchas zonas de las ciudades, en fincas, en mercados, etc. 

Muchas organizaciones internacionales y algunas nacionales no conocen lo que está sucediendo en los países, no se han dado cuenta o no quieren ver lo que pasa con las maras y las pandillas que sólo buscan sus beneficios personales.

Las organizaciones de Derechos Humanos dicen que defienden los derechos humanos, pero todo parece ser que sólo defienden los derechos humanos de los delincuentes, porque no defienden los derechos humanos de las personas víctimas indefensas, que son asesinadas, quienes cierran sus negocios pequeños por extorsiones y son las víctimas de delincuentes.

Muchos políticos, analistas, mayoría de ONGs y PDH nacionales e internaciones públicamente defienden los derechos de los delincuentes para que los juzguen y los traten bien, pero  no les importan los derechos de la vida, de la libertad, de la circulación y de la tranquilidad de los ciudadanos honestos y de los trabajadores.

Para seguir planificando el crimen y las extorsiones, hay delincuentes en las calles que tienen comunicación directa con los presos en las cárceles controladas por el gobierno.

Por lo anterior, las autoridades deben ser drásticas en los castigos para los delincuentes y a los presos. Además para evitar que se sigan organizando post grupos, se deben unificar a todos los presos en las cárceles y no tenerlos separados según al grupo que pertenecen. También se deben quitar las ventajas que se les han dado: Comidas especiales; no hay que permitir que tengan objetos ilícitos como drogas y armas de fuego y punzo cortantes; Tampoco deben tener internet, computadoras, televisores, teléfonos privados; quitarles las visitas y noches conyugales; no permitirles fiestas y festejos, no llevarles prostitutas. Hay que poner orden total.

Los presos reciben comida todos los días y comen mejor que mucha gente en las calles. Las víctimas de la delincuencia son personas que pagan IVA e impuestos y con ese dinero que reciben las autoridades de gobierno les dan de comer a los prisioneros. Con eso que pagan las víctimas alimentan a los presos.

Lo único que deben recibir los delincuentes presos es lo legal como comida limitada, agua, posibilidad ir al baño y controles de salud dentro de las cárceles.

Cuando autoridades de gobierno les quitan lo ilegal, o algo de lo legal y tienen más control sobre los presos, los organismos internacionales de derechos humanos y muchas ONGs salen en defensa de los derechos humanos de los presos delincuentes, pero nunca dicen algo sobre los asesinatos, extorsiones o robos que cometen esos delincuentes.

Los delincuentes en las calles deben ver que si siguen cometiendo tantos delitos y asesinatos, ellos también serán aprehendidos y jurídicamente castigados drásticamente, pero al mismo tiempo sus compañeros presos ya no tendrán beneficios ilegales, se reducirán sus beneficios legales y se controlarán sus comidas diarias.

También el gobierno debe controlar y ser muy estricto con sus autoridades carcelarias, para que hagan bien su trabajo, que no sean corruptas y que no hagan negocios personales, dentro de las cárceles y fuera de las mismas, con los servicios carcelarios y con la comida para los presos.

Lea más del autor en el siguiente enlace: https://elsiglo.com.gt/2022/06/19/se-estan-perdiendo-los-valores-y-principios/

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