Opinión

Desde la realidad se ve todo

Preludios Opinionistas

Las ideas no se imponen, se exponen. Se debería proyectar como una sólida base social, cultural y legal, para edificar la sociedad del futuro de los pueblos, así ganamos todos, pero siempre en armonía, paz, solidaridad. Entonces, según mi criterio y supongo de muchísimos en el mundo. El ser humano, debe respetarse y respetar. Que no nos corroa la inconformidad, el egoísmo, envidia, soberbia, esos cánones son perjudiciales no dejan desarrollar, avanzar. Han pasado décadas y  décadas, y, nunca acaba la inconformidad en todo. Lo que está atravesando  el mundo en su amplia mayoría, por doquier se ven polvorines sociales, todo este  laberinto no es idóneo. Y es que acaso, no podemos ser más reflexivos  y buscar caminos no de venganza, ni de guerra, es mejor “la cultura de las artes”. Claro, poco a poco se puede ir edificando. Las cosas no son de un solo tajo, tienen un proceso.

Desde el pasado, la historia nos cuenta e ilustra fehacientemente cuántos presidentes-gobernantes- han tenido los pueblos, y qué, todos son  administradores de los bienes de sus pueblos, no son los dueños, y funcionarios públicos, no dueños del suelo patrio. La patria es de todos. Y, que todo es propiedad del pueblo, el que  con su voto universal y directo, elije quién va administrar sus bienes. Tengan cuidado, el pueblo no perdona. Hay que abandonar de la mente, seguir pensando y actuando, que los pueblos del mundo no son idiotas, ni son borregos, ni tienen sentido gregario, ahí radica la máxima sabiduría y de eso se retroalimentan los gobernantes de hoy y de ayer. Y, cuando éste se subleva es de verdad, es espontáneo, nadie lo detiene. Por ello, es ideal respetar sus derechos y por supuesto, que él tiene obligaciones que cumplir como ciudadano pueblo.

Rubén Darío Dice, en una obra de Antología y Versos, en el poema Lo fatal, en una estrofa: «lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber a dónde vamos, ni de dónde venimos!… (Pág. 164. Editorial Limusa S.A de C V 1991). Claro. Sospechamos desde nuestros asientos, nos aguarda una vida, sus bemoles y una tumba, y a veces no sabemos hacia qué surco del camino vamos. Ojalá, vayamos por buen camino, eso a simple vista se lee, vamos bien. Pero. Es el tiempo, quién dirá la verdad. Muy profético esto.

Por supuesto, es una inmensa realidad en todos los tiempos y destino, que a cada gobernante algún día  le llegó y llegará el turno de irse. Nada es eterno, un día todo se acaba. Unos vivimos, otros morimos. No hay nada que temer, de eso se compone esta vida. Ni modo. Y, sospechamos, suponemos, especulamos, y, presumimos, desde nuestros asientos. Hay verdades evidentes, y otras que no son. Las realidades que vivimos en la actualidad, parecieran una ilusión,  simulación. Lo importante, es que, desde la lectura que se haga, de todas esa diversidad de realidades, que vemos, oímos, leemos, desde las «plataformas digitales, cibernéticas, cables televisivos nacionales e internacionales».  En ese mamotreto, se lee una clásica simulación. Mientras no esté certificado todo en un 100% no se puede creer. Todo cae en un vacío.

La obra El Popol Vuh: «Por mí caminarán y vencerán los hombres. Porque de plata son mis ojos, resplandecientes como piedras preciosas, como esmeraldas; mis dientes brillan como piedras finas, semejantes a la faz del cielo. (pág. 34 Editorial Educa. Décima edición). (En ese sentido, los «hacedores de políticas» creen son los «dioses», que todo lo saben. Deberían, reconocer, que el pueblo es el sabio, se deben a éste, sin sus expresiones y voto, no son nada. Rememoren, «estos y aquellos», que por él son, y es el que quita y pone. Hay que vivir en paz, tranquilidad. Claro, existen muchos gobernantes, que van haciendo por sus pueblos brillantes obras, eso es bien visto por la sociedad civil y por el mundo, a algunos les gustará a otros no, pero, desafortunadamente, no se puede quedar bien con todos, todo es al suave.

Por tanto.  El mejor partido en todos los tiempos, ha sido, la conciencia, que hace jugada maestra, propinando jaque mate, al momento de ejercer el sufragio universal,  decidiendo por quién votar y por qué votar. Ese es el  derecho exclusivo, que tiene el ciudadano, que se le respete y por supuesto respetar.

Ahora. Veamos lo que expresa Hermann Jesse, en su obra letrística Bajo la rueda: «Del agua que mansamente corría se eleva un tenue olor a humedad; unas cuantas nubes se proyectan vagamente en la verde superficie». (Pág. Editorial Jurídica Salvadoreña 2016). Todo esto tiene sus bemoles, en el entendido que, la verdadera verdad la tiene el tiempo.

Lea más del autor en: https://elsiglo.com.gt/2022/06/30/la-autentica-renovacion-moral-de-la-cultura-de-las-artes/

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Bayardo Quinto Núñez

Bayardo Quinto Núñez, nació el 12 de diciembre del año 1955 en la ciudad de Masaya Nicaragua. Es Abogado y Notario Público egresado de la facultad de Derecho de la universidad UNAN-LEÓN de Nicaragua, escritor, poeta, músico pintor. Ha escrito 16 libros (cuentos, minicuentos, poemas, mininovelas, novela y ensayos varios). ¡Seudónimo Bayquinú!

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