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Yo soy Inviolable

Pluma Invitada

Yo no maldigo mi suerte porque inviolable nací,

y aunque nos ronde algún juicio yo nunca los perdí.

No me da envidia el dinero porque 

con la máquina que tengo de hacer

dinero hago lo que quiero.

Hago lo que quiero.

Bajo y saludo a las plebes 

ministros, reyes y me 

como en Galicia percebes.

Soy inviolable y de mi mal que no

se hable que puedo rechistar hasta

en el idioma Bable y si no que

se lo digan a este que sacó 

el sable.

Me levanto si quiero y si no estoy

sentado, ante mi, todos acojonados.

Soy inviolable porque templé mi corazón

con  sinvergüenzas y Sigüenza,

ni en un acto público siquiera 

tengo por qué tener paciencia.

Soy Jefe de Estado pero aunque se

que nadie de mí está enamorado

molesto ya sin practicar incesto

a ministros, jefes de gobierno 

porque para mí la vida no es 

un infierno.

Compañero, tú dile al mundo entero

la taranta de «todos somos iguales

ante la ley » y que así nadie a mi

me ponga pero.

Compañero, vivo en la Zarzuela

donde no tengo ni dolor de muela,

que al compás de la prepotencia 

aunque sé que no estoy en una

gran potencia puedo mantener 

una ciencia y parte de mi 

inteligencia en ser el mantenido

porque en menuda cuna he 

nacido.

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