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Los mitecos decidirán el futuro de la mina Cerro Blanco

Lugar Hermenéutico

El próximo 18 de septiembre, la población de Asunción Mita en el departamento de Jutiapa, realizará una consulta municipal de vecinos, para conocer qué opinan sobre la extracción de minerales y la posible contaminación de los principales afluentes de Guatemala y El Salvador, por medio de la actividad minera.

Según los artículos 63, 64, 65 y 66 del código municipal, el gobierno municipal de Asunción Mita está obligado a consultar toda medida que afecte el territorio, incluyendo, todos los proyectos de infraestructura, desarrollo y explotación de los recursos naturales y son los ciudadanos quienes le darán el aval a este tipo de proyectos, luego que se les explique los potenciales impactos ambientales que provocarán.

En un inédito movimiento social, el Concejo Parroquial de Asunción Mita, la Orden Franciscana Justicia y Paz por la Integridad de la Creación, el Colectivo Madre Selva, CRIPES, la Alianza Centroamericana Frente a la Minería (ACAFREMIN), la Mesa contra la Minería de El Salvador, entre otras organizaciones, han unido esfuerzos a fin de que la actual mina subterránea, Cerro Blanco, sea clausurada y evitar así el impacto en aguas, suelos y aire del municipio y comunidades aledañas.

No obstante, lo importante de esta consulta, en Guatemala se sabe muy poco de ella, a diferencia de El Salvador, en donde los diversos medios de comunicación han estado a la altura de las circunstancias, quizá porque la decisión colectiva del pueblo miteco puede convertirse en una solución de vida para la Cuenca Ostúa – Güija – Lempa, de la cual se abastecen de agua, más de 2.5 millones de personas que residen en San Salvador.

La mina Cerro Blanco está en desarrollo desde hace 14 años, pero su explotación ha sido un fracaso debido a que las diferentes empresas que la han operado han indicado diversas dificultades técnicas debido a la presencia de aguas termales, lo cual con un pensamiento más estratégico podría ser de gran potencial para la generación de energía.

La propuesta más reciente de transformar la mina, a una de cielo abierto, hecha por la empresa Bluestone Resources de Canadá, ha encendido aún más las alarmas en la población de Asunción Mita y organizaciones ambientales de Guatemala y El Salvador debido a la magnitud de sus impactos en el entorno natural.

Especialistas ambientales, tal es el caso de la especialista en hidrología, Ingrid Hausinger, quien funge como coordinadora del componente Ecología de la oficina Heinrich Böll, en San Salvador, expuso que el proyecto minero representa varias amenazas, entre las que destacó:

  • Deforestación de 461 hectáreas para el barrido de Cerro Blanco.
  • El uso de 38 millones de metros cúbicos de agua, afectando acuíferos guatemaltecos.
  • Perforación de 300 metros de profundidad y 1,200 metros de largo para la mina a cielo abierto.
  • El estudio de impacto ambiental no contempla el monitoreo de metales pesados y posibles sustancias radioactivas.

La empresa Bluestone Resources pretende cambiar su proyecto de mina subterránea a una mina de cielo abierto, una minería mucho más agresiva para el medio ambiente y peligrosa para la salud humana.

La mina en Asunción Mita está contaminando afluentes salvadoreños. Según la Mesa contra la Minería Metálica de El Salvador, se ha encontrado arsénico y plomo en sedimentos del río Ostúa.  Además, algunos pobladores han denunciado que el río está reduciendo su caudal y en algunas ocasiones hay cambio de coloración del agua del afluente.

El río Ostúa brinda muchos beneficios a las comunidades que baña, desde alimento, a través de la pesca, hasta el agua que usan los habitantes para usos domésticos.

La consulta ciudadana tendrá observadores de la Procuraduría de Derechos Humanos, organizaciones sociales, iglesias y comunidad internacional y además los habitantes de Asunción Mita tendrán que presentar su Documento Personal de Identificación, DPI, para votar.  Esperemos que este ejercicio democrático, se convierta en un parteaguas en la forma de operar de las transnacionales en nuestro país, que abusivamente saquean los bienes y servicios naturales a cambio de miserables regalías.

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