¿Cuales son las propuestas de los partidos políticos?
Antropos
La democracia, dice Norberto Bobbio puede ser concebida como un régimen sociopolítico que hace posible, bajo diferentes modalidades, la interacción regulada de poderes ascendentes y descendentes. Gracias a este mecanismo, la gobernabilidad deviene compatible con un grado significativo de control popular sobre gobernantes y representantes y se dispone de canales y recursos para la resolución pacífica de los conflictos sociales. De ahí señala Carlos Molina, es necesaria la renovación de formas institucionales de implementación de la democracia.
Esta es la aspiración, pero el problema es el sentido de la política y la desconfianza hacia ella, que es muy antigua y ahora se acentúa por conflictos globales y regionales de difícil solución como el cambio climático, la guerra, el crimen organizado, la corrupción, la exclusión, el desempleo y la migración. Sin embargo, hay pensadores que sostienen que “la política y la democracia deben entenderse como principios axiológicos regulativos, regidos por la justicia, de la cual se derivan los de libertad, igualdad, equidad, tolerancia. Son valores que regulan las relaciones individuales y las de poder”.
La lectura de estas palabras vistas como un ideario político, nos conduce a decir que es un esfuerzo teórico que presenta un conjunto de ideas articuladas que le proporcionan el marco ideológico para explicar o interpretar soluciones a la problemática de la realidad nacional. Particularmente porque después de las experiencias de partidos políticos como la Democracia Cristiana (DCG), el Movimiento de Liberación Nación (MILN), el Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), el Partido Revolucionario (PR), el Frente Unido de la Revolución (FUR), y de alguna manera el partido la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), las organizaciones partidarias, se han convertido en consorcios de amigos, sin un sustento doctrinario que haga posible su acción a partir de una orientación ideológica.
Desde esta perspectiva un ideario político basado en las grandes concepciones de la democracia que articula los ideales de libertad, fraternidad, justicia, derechos humanos y construcción de un Estado multicultural basado en una democracia intercultural que responda a la diversidad étnico-cultural de nuestro país, se convierte en una propuesta en la que se posiciona al ser humano como eje del quehacer del Estado y su relación de respeto y armonía con el entorno natural.
Este ideario político se esboza como una utopía realizable. Una reformulación de una estrategia de recuperación del Estado de derecho y de la democracia de las y los ciudadanos, a partir de los derechos humanos fundamentales. El esfuerzo debe encaminarse hacia algo que sea posible, hacia algo que sea viable, hacia una ruta que sí pueda recorrerse; y se confía en que las palabras claves para lograr este fin son conciencia y participación responsable de la ciudadanía.
Como ciudadano aspiraría a que los partidos políticos en contienda que ascienden hasta ahora a veintiocho, pudieran escribir su propuesta doctrinaria para que en la dinámica del proceso electoral, podamos asistir a escuchar ideas y conceptos que le den fundamento y sustento de viabilidad, a las propuestas que tengan para la solución de los diversos y complejos problemas de la vida nacional, particularmente, enfatizando en la salud, educación, empleabilidad, economía, ambiente, energía, infraestructura, transparencia y erradicación de la corrupción que se ha convertido en un cáncer que hasta hoy, carcome las entrañas de nuestra sociedad. Y como corolario, atención a la inseguridad ciudadana a fin de encontrar soluciones viables, así como más y mejor esmero para atender inteligentemente a los migrantes con el propósito de lograr un mayor nivel de dignidad humana.
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