Los desastres naturales y la prevención municipal
Barataria
Lamentablemente el pasado fin de semana lluvioso se tuvo la triste noticia de dos vehículos y una motocicleta que literalmente cayeron a un foso, causado por el colapso de un colector de aguas en Villa Nueva, ante la magnitud del problema que se hizo viral en las redes sociales, al finalizar la presente semana se conoció que dos personas, madre e hija Olga Emilia y Hellen Michelle perdieron la vida. Actualmente no se sabe con exactitud como ocurrieron los hechos, puesto que hay información y desinformación sobre este evento, tanto así que las autoridades municipales villanovanas han sido incapaces de indicar, una línea del tiempo sobre lo que sucedió y se desinforma para no deslindar responsabilidades. En efecto, al leer y releer noticias y las propias publicaciones en redes sociales en dónde incluso existen videos sobre lo que ocurrió con el primer y segundo vehículo, se puede explicar que, en la tarde lluviosa se desplomó una parte de la carretera formándose una primera fosa en la que se fue el primer vehículo cuyo conductor milagrosamente logró salir del lugar con ayuda de personas y bomberos y luego se formó otra fosa en la cual un conductor no pudo maniobrar suficientemente y cayó dentro de la caverna.
Algunos dirán que no es tiempo de buscar culpables de esta tragedia, pero en realidad hay que analizar el papel de las municipalidades del país, porque estas representan el poder local y cuentan con recursos económicos provenientes del presupuesto de gastos y de los ingresos privativos por concepto de otros rubros propios. Sin embargo, la pasividad con que se atendió esta emergencia es un ejemplo claro de cómo funcionan las municipalidades del país. Al momento de producirse el primer socavón, se suscitó la emergencia sin embargo pasaron valiosos minutos sin que se hiciera presente la Policía Municipal de Tránsito de Villa Nueva para que en primera instancia buscara la forma en señalizar con conos el área afectada o bien desviara el tráfico. Como en ese momento no se sabía de la magnitud del problema, resulta totalmente inexcusable que no se hiciera presente los famosos agentes de la Policía Municipal de Tránsito y, por esta razón, es que el segundo vehículo cayó al abismo aparentemente porque pasó muy a la orilla del mismo. ¿Dónde están los Policías de Tránsito en estas emergencias? Si fuera para poner retenes y cobrar multas absolutamente todas las policías de la Ciudad Capital y los municipios aledaños están hasta en grupos de 20 literalmente extorsionando a los conductores. Cuando llueve, el caos del tránsito se hace más grave porque los agentes brillan por su ausencia, no están para el cumplimiento del deber y si a ello le sumamos que hay calles tanto en la ciudad de Guatemala como de los municipios aledaños que se anegan completamente obstaculizando el tráfico sin que se puedan hacer los desvíos de trafico correspondiente con ello no hay ninguna esperanza.
Sin embargo, dejando a un lado las cuestiones puramente operativas de los órganos municipales, existe institucionalmente una grave responsabilidad de las Municipalidades en relación con la prevención ante los desastres naturales y otras contingencias. Las Municipalidades, por lo general no se preparan anticipadamente ante los peligros de desastres naturales, no hay planes de prevención ni contingencias al menos no los conocemos y como se repite cada año en época lluviosa, siguen sucediendo hechos lamentables. Ignoro los famosos Planes de Ordenamiento Territorial, pero a ciencia cierta se ve que los municipios se están llenando de todo tipo de construcciones, urbanizaciones y otras obras autorizadas sin llenar requisitos mínimos de seguridad, muchas de estas urbanizaciones se encuentran sobre lechos de ríos secos, riveras de ríos, cerca de barrancos y al parecer a las Municipalidades solo les interesa el dinero que se paga por la licencia para construirlos sin considerar las implicaciones ambientales. Así podemos mencionar algunos casos que han sido paradigmáticos como el caso de el Cambray en Santa Catarina Pinula y otros muchos casos, muchos de ellos han quedado en el olvido. Y lo cierto de todo esto es que las autoridades municipales no previenen ni se anticipan a lo que puede parecer inminentemente catástrofes, y por ello les interesa mucho mas hacer obras que los votantes pueden ver, porque la revisión y ampliación de redes de drenajes no obtienen votos eso no se ve, pero es una parte importante de toda ciudad.
En el caso de Villa Nueva que causó revuelo y multitud de opiniones no se puede excusar al Concejo Municipal y a su Alcalde, estas son las autoridades que tiene el municipio y luego del socavón suscitado en la Carretera al Pacífico era tiempo de revisar su propio sistema de drenajes, pero no lo hicieron, tampoco es una excusa válida indicar de que no se les puede culpar por obras de periodos anteriores, porque para eso precisamente se eligen autoridades municipales, para que puedan dar respuesta a la población de sus municipio y mejorarlo haciendo obras y corrigiendo los defectos, por ello decir que lo hecho en periodos anteriores no es responsabilidad lleva implícito una burla a la población que los eligió, especialmente cuando se ha publicado los montos de dietas y salario que tiene el Concejo Municipal y Alcalde, que cobran cada mes sin falta pero que no cumplen con su función, porque ese Villa Nueva en especial es un municipio que ha retrocedido en muchos aspectos.
El Gobierno Local que ejercen las municipalidades del país, debería de trabajar en planes de prevención, en revisión de su ordenamiento territorial, en garantizar a su población un acceso a servicios que provean una calidad de vida que es un derecho humano. Hoy en día, los Alcaldes de muchos municipios han sido cuestionados por su forma de dirigir las municipalidades, se hacen publicidad porque desean otro periodo u otro cargo de elección popular, culpan a la naturaleza de su ineptitud y no hay dinero que alcance, porque cobran exacerbados salarios y dietas y las Municipalidades tienen una carga enorme de empleados que no tienen mayor funcionabilidad, es decir que la ineficiencia administrativa reina en esos lugares. Con todo esto, casi que cada época lluviosa que llegue cada año, el riesgo latente de todos los guatemaltecos es lo único cierto; porque si no hay un agujero en la carretera producto de un socavón, puede ser un derrumbe, un árbol que cae porque hay una imprevisión tal que no se revisan aquellos árboles que están pendiendo de la raíz, o bien por alguna alcantarilla que no tiene tapadera o por inundaciones causadas porque no se revisa y limpia el sistema de drenajes. Entonces al riesgo de perder la vida por las causas anteriores, debemos de agregarle la delincuencia que se campea sobre las poblaciones y que hace estragos igualmente sobre la población. Pero ¿Qué hacen las Municipalidades en beneficio de la población? Pues muy poco, en realidad oímos de las municipalidades cuando envían el recibo del Impuesto Único Sobre Inmuebles -IUSI-, cuando exigen el pago del Boleto de Ornato, cuando hacen un reten para cobrar multas de tránsito impuestas anómala e ilegalmente o cuando sabemos que los Alcaldes llegan a devengar ingresos por más de Q.70,000.00 fuera de ello en realidad las municipalidades se han convertido en verdaderas escuelas de corrupción, porque los Alcaldes se inician en las prácticas de sobrevalorar obras, cobrar sobresueldos exagerados, convertir las municipalidades en agencias de empleos para sus amigos, familia y otros, hacerse publicidad a costa de los dineros públicos, autorizar todo tipo de gestiones para financiarse su campaña política (porque dinero propio no usan) y otras mañas que luego llevaran a otros cargos públicos o a la presidencia de la república. ¿Y los concejales? Bueno los concejales aprenden a vender su voto en el Concejo, porque muchos Concejos Municipales, aunque tienen concejales de oposición NO SE VE TAL OPOSICION, terminan obteniendo contratos para los suyos y su silencio cómplice es evidente, no hacen oposición, solo al principio hacen alguna alharaca para que el Alcalde termine cediéndole contratos y plazas y con esto están contentos. En otras palabras, los concejales aprenden a vender su voto traicionando a sus electores, como una práctica cuando llegan al Congreso y cual cortesana se venden al mejor postor, de los cuales han muchos ejemplos en el actual Congreso.
La corrupción en el poder local que ejercen las autoridades municipales es tal, que ha estado cobrando muchas vidas de manera silenciosamente, ya basta de excusas y deslinde de responsabilidades.
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