¿Porqué celebrar el día de los muertos?
Poptun
La celebración del día de los muertos tiene distintas denominaciones. Se le designa, además, día de los fieles difuntos o finados, día de todos los santos.
El Día de los Muertos es una costumbre muy arraigada en España y América Latina que data del Siglo VIII. En Guatemala se celebra con extraordinaria energía. En este día se visitan los cementerios y se adornan las tumbas con deliciosas flores, se dan serenatas a los difuntos, se hacen ofrendas y oraciones, se celebran misas de homenaje a los fallecidos y rogativas de novena y en algunas regiones del país se habilitan altares especiales en cada casa con flores, velas y fotografías de los difuntos a los que se les sirven alimentos típicos de la época, postres y bebidas.
El día de los muertos, a pesar que confluye con celebraciones similares de otras culturas, es una auténtica celebración prehispánica, es decir anterior a la conquista y colonización española.
Los mayas siempre han concebido a la muerte como una unidad dialéctica, es decir un binomio vida-muerte, donde todos saben cuándo comienza la vida, sin embargo, nadie sabe cuándo se cierra, aunque esencialmente se debe llegar a ella. En la cosmovisión maya la muerte constituye una acción de humildad y obediencia, porque a pesar que nadie quiere morir, a través de la muerte cada persona procede a cumplir con el retiro de la materia de la madre naturaleza, cuando el tiempo está cumplido.
A la muerte en maya quiché se le denomina ixcamic. La sílaba IX significa colectividad, madre tierra, y constituye uno de los nahuales dentro del calendario maya, pero también es energía femenina, porque le antecede a algunos nombres mayas femeninos, como por ejemplo, Ixmucané. CAM, significa el hilo o lazo de la vida, el IC es el aire, que alude cuando se deja el cuerpo a causa de que se acaba el lazo de la vida y se vuelve aire como una nube o en parte espiritual que permite reencontrarse con los predecesores.
Dentro de la cosmovisión maya, nuestros pueblos originarios gustan llamar a esta tradición, día de difuntos y no día de muertos. Perciben que un individuo muerto es aquel del que no puede haber hasta ahora ningún recuerdo o reconocimiento de él, algo más, en otras palabras, ninguna prueba de ese individuo en este planeta. Deciden nombrar la fiesta como el día de los difuntos, ya que consideran que un individuo difunto es la persona que vino, mostró su rostro, se grabó en la psique de la comunidad y en su conjunto de experiencias y para ello su recuerdo es raramente descuidado y continúa para siempre, a la luz del hecho de que acaba de subir de la parte material a la parte espiritual, aspecto en el que se encontrará con sus precursores o sus progenitores.
La llegada del día los difuntos o finados, es un día de mucha euforia, donde se recuerda a los individuos que se sintieron libres de dejar este mundo material. Para festejar las memorias de un abuelo, abuela, madre, padre, hijo, hija, o cualquier familiar, con el fin de celebrar su legado, para nunca olvidarlos y también para conocer el origen y procedencia de cada familia.
La fiesta surge de una necesidad agregada de los individuos de recordar a los difuntos con alegría, sin embargo, particularmente para decirles gracias por todo lo que heredaron a sus nuevas generaciones, en vista de que más allá de las cosas materiales, transmitieron un conjunto de experiencias, una genealogía, un creer, un enfoque de vivir respectivamente, una herencia, una región, un espacio, entonces, el día es un tiempo para el agradecimiento, para no dejar de recordar nuestras herencias y decirles gracias por lo que nos dejaron.
Referencias: Licenciado Ivan Norato, guía espiritual maya.

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