ColumnasOpinión

Demografía

Parece que hemos llegado a ser en el planeta ocho mil millones de habitantes.

Este crecimiento pues se debe a los avances sin duda de la medicina, la ciencia, la higiene así como una mayor fertilidad en algunos continentes, lo que ha logrado una mayor expectativa de vida.

En Europa por ejemplo las poblaciones viven más años pero no saben que hacer con su vida, las gentes han perdido la esencia, se vive de forma mecánica, por que tengo que vivir, arrastrado por los días y nada más al amparo de una calidad de vida excelente como nunca se había llegado en la historia humana, ni siquiera los grandes reyes o emperadores de antaño tenían acceso a una sanidad como la que existe hoy en forma gratuita y universal en algunos lados.

Sin embargo el vacío y el sin sentido campea entre las gentes del viejo continente y por sobre todo del hemisferio norte donde la gente no quiere aportar.

La mayoría de los nacimientos provienen del sur porque el norte no tiene nada nuevo que ofrecer solo dispone de tecnología.  Esto quiere decir que la mayoría de los niños que nacen en este planeta son pobres ya que los ricos no tienen niños.

Si un planeta abandona a la mayoría de sus hijos a la pobreza esto quiere decir que es un planeta por menos desgraciado y maldito.

Que no conoce la sensibilidad , el respeto, que vive en la nada , solo piensa en sus placeres inmediatos y en satisfacerlos en sus lujos, posesiones materiales y en que le den premios y palmadas en el hombro.

¿Qué haremos seguiremos con el corazón de cemento? ¿Creando monstruos o pequeños monstruitos en nuestras casas de celofán?

¿Continuaremos enfermos de polución hasta que reventemos de materia?

Cada uno tendrá que ver qué hace en esta tornada de plastilina y sin dirección clara.  Algo pienso que tendremos que hacer para revertir esta situación vital que se nos aparece más y más contradictoria día a día.

Area de Opinión
Libre emisión de pensamiento.

Le invitamos a leer más del autor: