Crisis de los combustibles: Una bomba de tiempo
Barataria
Desde el lunes de la presente semana se empezaron a dar una serie de bloqueos promovidos por los transportistas que exigen que el precio de los combustibles, en especial del diésel, se congele y que el Gobierno tome acciones para frenar el alza en la canasta básica, medicamentos y derivados del petróleo. Los manifestantes no son las organizaciones formales, sino transportistas que se han estado organizando ante la desesperación que plantea el aumento sostenido de los combustibles, especialmente del diésel, estado de las carreteras y en general la escalada inflacionaria de precios que está sufriendo el país.
Los bloqueos llegaron a ser tan inusuales, debido a que no se levantaron en unas horas, sino que siguieron por días, esperando y llamando la atención del Ejecutivo. Corrió mucha tinta y comentarios en las redes sociales de dos aspectos que saltaron a la vista: primeramente, que los bloqueos no se levantaron por días causando graves pérdidas económicas al país y por otro lado, la pasividad del gobernante en tomar en serio las demandas.
De esta crisis sobre el valor de los combustibles, hay un solo responsable que es el gobierno del señor Giammattei y del mequetrefe de Ministro de Energía y Mínas, el señor Pimentel. Resulta que el Ministro de Energía y Minas que todo lo resuelve con subsidios destinados a quienes en contubernio con el gobernante y su cartera ministerial han robado a manos llenas. Se destinaron más de 2,000 (Dos mil) millones de quetzales para subsidiar las gasolinas, el diesel y el gas propano. Dinero que, hay dudas si se utilizó debidamente puesto que existe una falta de transparencia grave entre los millones de galones de gasolina que entraron al país durante este periodo, el monto en que se compró y la forma en que el subsidio se operó. Esto principalmente porque, de acuerdo con el mercado de los combustibles que opera de una forma vertical, es decir que, en teoría en el mercado de los combustibles están los importadores, los distribuidos, los comercializadores, los transportistas y los expendedores. Pero esto ha resultado una farsa muy bien conocida por el Ministro de Energía y Minas, ya que en Guatemala hay un solo grupo que controla el sesenta por ciento (60%) del mercado, importando, distribuyendo y comercializando. Pero esto no es un problema para un ministro, quien ha dicho que hay un artículo en la ley que le prohíbe limitar los precios de los combustibles, que exonerar de forma temporal una ley de impuestos a los combustibles “no es bueno”, pero que volver a destinar miles de millones en subsidio si es una excelente idea. ¡Claro que si! Es una excelente idea otro subsidio para seguir enriqueciéndose de los dineros públicos junto con el gobernante, porque ya se ha probado una y mil veces que los subsidios no han llegado a la población.
Las medidas tomadas por el gobierno y su flamante ministro de energía y minas no han sido las mejores para los bolsillos de los guatemaltecos, quienes casi nunca percibieron el supuesto descenso de los combustibles, porque al momento de que se aprobaba, milagrosamente una noche antes, sufrían un desmesurado incremento, causas de la guerra de Rusia y Ucrania dirían muchos, pero en realidad, es causa de una corrupción galopante en el Estado que ha carcomido los dineros públicos y el “dignísimo” Ministro de Energía y Minas, no cesa de explicar que la única solución que tiene es “mas subsidio”.
Este Ministro, el señor Pimentel Mata, parece ser un político voraz, corrupto de primera y muy protegido del señor Giammattei, tanto así que nunca se le ha podido interpelar, ya que pasó un año en que se programaron las interpelaciones en el Congreso de la República los días jueves y nunca se alcanzó el quorum necesario. Al asistir a las citaciones, como la que se le formuló en esta semana y que, ¡¡¡sorpresa de todos!!! En el mes pasado, declaró ignorantemente que “desconocía el monto de las reservas de petróleo y gas natural en el país”. Esto no solo suscito la sorpresa de muchos, pero en el afamado ministro únicamente suscitó una sarcástica sonrisa.
Dejando de lado, lo indeseable del insensato ministro, la realidad del país es que estamos a las puertas de una escalada de tensión, producto de la crisis de los combustibles, el país debe buscar soluciones, el gobierno, sus asesores, el ministro de energía y minas y sus asesores, deberán buscar soluciones concretas que no se limiten a otra oportunidad de saquear fondos públicos a través de subsidios que no llegan, ni llegaran a paliar lo difícil del aumento en los combustibles y la misma situación inflacionaria del país. Resulta tal, la situación en Guatemala que esta conflictividad aparece con fuerza en año preelectoral, no podemos ni siquiera pensar qué pasará si llegamos a las elecciones con un mapa de conflictividad y protestas a granel.
Al parecer tenemos un grupúsculo que nos gobierna que no le interesa los periodos constitucionales, a pesar de tener una mayoría en el congreso dispuesta a hacerles caso en cualquier capricho que se les ocurra, no elegirán cortes, eligieron contralor de cuentas porque se incluyo en el listado al elegido del presidente y teniendo bajo su control a todas las instituciones del Estado que obedientemente siguen los dictados al pie de la letra, no es de extrañar que no les preocupe si el día de mañana el evento eleccionario corre riesgos, al fin y al cabo el poder absoluto ya lo tienen.

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