Síndrome del Ghosting
El ghosting siempre ha existido en las relaciones interpersonales y se le conocía como alejamiento, negación, evitación y es tendencia su uso en inglés en esta época veloz, del deshecho; el desaparecer en las redes se ha incrementado con la pandemia.
Sus efectos negativos dependen de la madurez psicoemocional de la víctima -ghostee- porque el ghoster las selecciona. El bajón de autoestima y culpa crea un círculo vicioso al ‘aparecer’ en forma intermitente y las víctimas no se dan cuenta que les controlan y ‘creen’ sus mentiras. Ese ´´yo te llamo’’ del irresponsable genera ansiedad, agresión, preocupación, despierta patrones compulsivos, obsesiones…
El esfumarse definitivamente sería mejor, porque las reapariciones continuas generan dependencia emocional y el agresor hincha su ego y vanidad; hay ´´profesionales’’ del ghosting. En 2019, un estudio del Journal of Social and Personal Realationships reveló que una de cada cinco personas en el mundo había sufrido ghosting al menos una vez en su vida y actualmente se ha repotenciado. Aunque los amores virtuales o empates funcionan ´´mejor’’ que el diario compartir de acuerdo a las opiniones y gusto de jóvenes, conocí parejas de matrimonios a partir del encuentro virtual que deciden una vida en común. En amores sabemos poco…
El ghosting proviene de la palabra inglesa ’ghost’ -fantasma- es la desaparición absoluta de la persona con la que se mantiene una relación, ya sea sentimental o no, que de forma inesperada y, sin señales previas dejan de responder llamadas, se esfuman de las redes sociales; aunque persisten los rastreadores ‘voyeur’. Supuestamente, cortan del todo para evitar el sufrimiento, y en realidad, evitan confrontar, el conflicto; comunicarse es mejor que cortar sin explicaciones es, que no piensan en el daño, carecen de empatía y prefieren buscar mas empates sin compromiso emocional. Casi los encuentros son físicos de atracción sexual y se olvidan de x, y, z, y huyen al ‘’mira vamos a hablar’’
En realidad nos gusta ser aceptados y que den explicaciones. No se acepta que nos dejen plantados sin explicaciones, pero, sería bien la desaparición absoluta y en realidad vuelven n veces y la ferviente Sulamirta cae de rodillas al señor. Recuerdo parejas de antaño que el día del velorio aparecían las viudas y esos ‘viajes’ continuos ya tienen explicaciones y conocí varios que nunca dejaron de dormir en su casa y ‘viajaban’ como matrimonios abiertos, de él….
Actualmente los jóvenes se la toman más light y las redes facilitan los encuentros del ghosting y ser ghoster es un divertimento, -visitan más la clínica los ghostee-, les place tener poder y crear relaciones fantasmas, al dosificar la crueldad. La inmadurez emocional del fantasma, encanta a la víctima y muchas creen en ‘’voy a salvar nuestro amor’’, niegan agresiones y se creen culpables ante las huidas… las manipulaciones calan hondo en la autoestima y hay cuadros de patologías severas. ¿Será que el amor platónico huyó y el amor de lejos…? algunos ghoster abusivos y abusivas vienen con un gran vacío… hay autores que defienden el ghosting por la autoconservación y salud mental, del corte inmediato de relaciones sadomasoquistas (casi son amores ‘perfectos’ al durar toda una vida).
Partamos con una visión holística y humanista del respeto al ser humano y evitemos jugar con las emociones y sentimientos del otro, ser más honestos y responsables ayuda a cultivar el amor propio y desarrolla una conciencia fraternal.
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