OpiniónColumnas

Cuidemos a los niños

Petardo

En Guatemala, 5 de cada 10 niños menores de cinco años padecen de desnutrición crónica. La desnutrición crónica es prevenible, pero si no se atiende, el daño es irreversible, afectando el pleno desarrollo de los niños y su vida futura. El problema nutricional se debe a las condiciones de pobreza y extrema pobreza en que viven las familias, a la falta de educación y la poca preparación de los padres, lo que incide en la calidad del cuidado que les brindan a sus niños, en la etapa temprana del desarrollo.

La desnutrición temprana disminuye la capacidad de aprendizaje, el rendimiento escolar, la productividad económica en la vida adulta y las capacidades para cuidar de las nuevas generaciones, y atrapa a las personas en un círculo que perpetúa la desnutrición, la pobreza y el atraso en el desarrollo. Guatemala tiene la tasa de desnutrición crónica más alta de América Latina y unas de las más elevadas del mundo (49%). En algunas zonas rurales, especialmente en el Departamento de Chiquimula, alcanza el 80%. Un equipo de nutrición y salud en la zona está llevando a cabo la medición de los niños de la comunidad para determinar la presencia de desnutrición crónica.  Además, se lleva a cabo un programa de vigilancia nutricional a niños menores de cinco años, refiriendo los casos detectados a los servicios de salud correspondientes y dándole seguimiento a los casos de desnutrición aguda.

Guatemala registró durante el primer semestre del año 2010, 16 niños menores de 5 años fallecidos por falta de alimentos, y otros 11.437 con desnutrición aguda, según estadísticas de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional. De los 16 niños muertos por desnutrición este año, la mayoría de ellos (4) se registraron en el departamento (provincia) de Alta Verapaz (norte), de acuerdo con el informe oficial de la Sesan.  En Guatemala, las autoridades estiman que uno de cada dos niños sufre de algún grado de desnutrición. El año pasado el país centroamericano cerró con 61 niños menores de 5 años muertos por desnutrición y 22,416 casos confirmados. Guatemala tiene una población de 18 millones de habitantes aproximadamente y el 59 por ciento de ellos vive en condiciones de pobreza y un 20 por ciento intenta sobrevivir en la pobreza extrema. EFE.

Según la Organización de las Naciones Unidas, los avances para aumentar la inclusión y la equidad social hasta el momento son limitados. Esto es evidente cuando se observa que continúan altos niveles de conflictividad social, derivados de la deficiente administración de servicios, a nivel municipal o central, de la falta de certeza jurídica de la tierra, o en algunos casos, ocasionados por la explotación inconsulta de recursos naturales ubicados en territorios de los pueblos indígenas.  Además, el Estado no logra mejorar sus ingresos vía la recaudación fiscal, mejorar el sistema de tributación hacia uno más progresivo, y los pocos recursos existentes, en algunos casos, son presa de la corrupción y el dispendio en la adquisición de bienes y servicios no esenciales. La mayoría de los diagnósticos y análisis coinciden en señalar como problema central que la mayoría de la población guatemalteca esté excluida de poder ejercer sus derechos, y que por tanto es calificado como un país con bajo desarrollo humano. Según el Informe Regional de Desarrollo Humano, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en el año 2010 “el 4% más rico de la población alcanzó un Índice de Desarrollo Humano –IDH– de 0,899, en tanto que el 15% más pobre tenía un IDH de 0,523” (Guatemala se ubica en el puesto 133 de 186 países).

Es importante que las nuevas autoridades que será electas por el pueblo de Guatemala, que es el que les pagara sus salarios, se preocupen por corregir y mejorar la salud, trabajo, educación, seguridad y todo lo que requiere la población para tener una mejor Nación.

Area de Opinión
Libre emisión de pensamiento.

Le invitamos a leer más del autor:

Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

Avatar de Leonel Guerra Saravia