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En el día internacional de la educación

Tanmi Tnam

La Organización de las Naciones Unidas desde el año 2019 proclamó que el 24 de enero de cada año sea dedicado al Día Internacional de la Educación con el objetivo de hacer conciencia a la población mundial y a la de cada uno de los pueblos acerca de la importancia de la educación que ayude a conseguir comida para todos, construir la democracia y tener sociedades más justas donde no exista la desigualdad. Es cierto que pueblos cuyos habitantes disfrutan de muchos años de educación tienen altas posibilidades de vivir mejor. Este año, 2023, la Organización de las Naciones Unidas recomienda que todos inviertan en las personas y priorizar la educación.  En este sentido, es responsabilidad de los Estados proporcionar educación a todos los habitantes, especialmente aquellos Estados donde la educación tiene problemas de bajo presupuesto, cobertura y calidad educativa. Invertir en las personas significa, entre otras acciones, disponer oportunidades a la población para un proceso formativo donde pueda obtener conocimientos y prácticas útiles para la vida.

Líderes, familias, gobiernos y pueblos creen que la educación es uno de los medios disponibles que posibilita hacer cambios en las sociedades para alcanzar el desarrollo humano donde las personas puedan acceder a oportunidades que les permite obtener más capacidades a través de conocimientos y habilidades que les sirvan para alcanzar mejoras en las condiciones de vida libre de pobreza, enfermedades, exclusión y conflictos. Se afirma que la educación apoya la construcción de la justicia y la paz que hagan posible una convivencia armoniosa y comprensiva entre personas y pueblos.

Se insiste en que la educación es un derecho humano y por lo mismo debe ser para todas y todos. Los gobiernos de turno deben facilitar todas las oportunidades para que la población en edad escolar cuente con los servicios educativos donde se sirva educación con calidad, pertinencia cultural, que responda a las características y exigencias de los tiempos y que forme a las personas de manera integral.

Guatemala es uno de los países donde los gobiernos invierten poco en educación, no se interesan en la calidad, se dedica un porcentaje muy bajo del presupuesto a la educación nacional, la cobertura de los niveles preprimario y medio están muy bajos y el currículo que se desarrolla no logra incentivar los cambios sociales, económicos y políticos que el país necesita. En este contexto, se mantiene la demanda de varios sectores de la necesidad de transformar la educación en todos los niveles educativos de manera que ayude a disminuir o eliminar la pobreza, la exclusión, el racismo y la injusticia. La educación nacional en Guatemala debe ofrecer de manera gratuita la formación en los niveles preprimario, primario y medio para la población en edad escolar y las modalidades con éxito para atender a la población que no asistió a la escuela.

En Guatemala todavía es tema pendiente el hecho de transformar el sistema educativo nacional para concretar la interculturalidad para los cuatro pueblos en todos los niveles y modalidades en que se organiza la educación actual. Está claro que no es posible alcanzar el desarrollo humano donde impera el racismo, la exclusión y la imposición de conocimientos que provoca el desplazamiento de los conocimientos con que cuentan los pueblos originarios del país.

Por otra parte, es obligación del Estado facilitar la educación superior que permita formar a los especialistas en distintas áreas del conocimiento que deberían de liderar el desarrollo humano sostenible para el país.

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