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Elecciones 2023

Zoon Polikón

La clase dominante hoy tiene bajo su influencia las escuelas y la prensa… Esto les permite organizar y gobernar las emociones de las masas, y convertirlas en su instrumento.
Albert Einstein

En democracia todos los políticos, sin importar su ideología, quieren alcanzar el poder y para ello necesitan una mayor cantidad de votos en relación con el de sus contrincantes, lo que sólo se consigue con el apoyo de las mayorías, las que normalmente no son las más formadas académicamente hablando y que solo ven sus necesidades particulares. Para conseguirlo, elaboran y aplican estrategias que proclaman justicia social, y que son tan comunes como indeseables por caer rápidamente en el olvido de las promesas electorales; estas estrategias de campaña se caracterizan por hacer ofrecimientos atractivos que persiguen ganarse la voluntad del electorado, aun sabiendo que en la práctica no exista la más mínima intencionalidad de hacer realidad cualquier promesa que se haga durante la contienda electoral.

Por tanto, como lo manda la lógica, los políticos tomarán los deseos, aspiraciones y necesidades de la población para plasmar, ya sea sus planes de gobierno – en el mejor de los casos – o sus promesas en los mítines a realizar en cualquier parte del país, por lo que constantemente vendrán a nuestro pensamiento aquellos dichos de “mentir hasta morir” o “prometer no empobrece”. 

De ahí que parto de la 5ta. Encuesta enero 2023 “Así arrancan el año electoral, 2023” elaborada por Joseph Napolitan & Asociados, como Estudio de Opinión Política fechado el 15 de enero del año 2023; en ella se presentan opiniones recogidas de la población guatemalteca en cuanto a qué se espera del próximo gobierno y del perfil del nuevo mandatario del país entre otros temas.

En la encuesta puede observarse que el 67% de los encuestados está a favor de la pena de muerte y el 71% considera que los Derechos Humanos defienden al delincuente; por lo que se infiere que un alto porcentaje de los encuestados manifiesta su preocupación y malestar con relación a la situación de la seguridad en el país.

En su orden, el tema económico se ubica como la mayor de las prioridades que la población espera sea atendida con 37%, el tema de la seguridad con 32%, la corrupción con 15%, los servicios con el 12%, quedando otros temas con 4%.

Con base en lo anterior, el lector y principalmente el votante, puede considerar las propuestas de campaña, el plan de gobierno, declaraciones y argumentos presentados en cualquier foro, para determinar quién se apega más a estas prioridades y que, de manera coherente plasme capacidades, organización y ante todo voluntad política para responder y cumplir con sus promesas de campaña en beneficio de Guatemala. Pero surge la pregunta de siempre, ¿y cómo tener la certeza que ya en el poder, cumplirá con lo demandado? De manera a priori solo podría responder, procurando hacer la mejor elección posible, lo cual tampoco da certeza.

Ahora bien, ¿cómo puedo hacer la mejor elección? Para ello los encuestados dibujaron el perfil del nuevo presidente.  Me quiero detener un momento, en una charla con un amigo, me decía “el problema es que siempre se eligen caudillos” y no partidos políticos, lo cual tristemente es una cruda realidad y la respuesta a ello es muy sencilla – opinión-, en Guatemala no existen instituciones políticas dentro de los partidos políticos sino grupos formados para las aspiraciones de una persona o de un grupo reducido, carentes de una verdadera filosofía, con la cual una persona pueda identificarse.

Pues bien, de esa cuenta el ciudadano común y corriente se circunscribe a generar una vaga idea de esa persona que debería gobernar, para ello los resultados de la encuesta presentan un perfil que incluye los siguientes aspectos: “honesto” 22%, “que se preocupe por los pobres” 17%,“con carácter” 15%, y continúan “sin compromisos con mafias” “trabajador”, “que diga la verdad” “valiente” y “creyente”. Posiblemente dos de los ocho aspectos podrían contener algo de objetividad con un total de 20%, mientras el resto son del orden subjetivo y con un alto grado de incertidumbre en su comprobación; por lo que podría pensar que el próximo presidente es para los electores una figura ideal que no se sabe si es un simple anhelo o es una criatura mítica con poderes especiales para dirigir los destinos de la nación.

En consecuencia, el panorama es incierto a la hora de emitir el sufragio y podría surgir ese sabor amargo y desolador que suele dar la incertidumbre, y pensar que lo mejor es no asistir a votar, pasar a engrosar las filas de los apáticos ya que un solo voto no hará la diferencia… error de percepción; cada persona es importante, cada voto tiene un mensaje y pensé mucho en escribir esto, pero es preferible votar por el menos malo que no ir a votar.

En los últimos días hice un ejercicio al preguntarle a las personas quién es su representante, quién es su diputado distrital y no ha sido una sorpresa que el cien por ciento no han podido responder.  Esto me dice que si ciertamente el político, ya sea de derecha o de izquierda es populista, es consecuencia de mi apatía en la actividad política local y nacional.  Ciertamente no deseamos hacer esfuerzos y sacrificios vanos, y queremos las mayores ventajas de hacer lo menos posible sin trabajo, pues es normal que antepongamos nuestros derechos sin recapacitar en los deberes.

Por ello quisiera concluir haciendo una exhortación, no seamos apáticos, informémonos y vayamos a ejercer nuestro derecho ciudadano, ya que, si le voy a trasladar mi poder a un representante, por lo menos que sea de la manera más responsable y no solo elegir a la cara más bonita, los colores más vistosos o a la mejor canción.

Las elecciones son el medio que la democracia tiene para encontrar un posible camino a la solución de muchos de nuestros problemas, pero, así como elegir es un derecho, este conlleva la responsabilidad de hacerlo con madurez.  Vamos a votar y motivemos a nuestro circulo a que sigan nuestro ejemplo.

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Edgar Wellmann

Profesional de las Ciencias Militares, de la Informática, de la Administración y de las Ciencias Políticas; Analista, Asesor, Consultor y Catedrático universitario.

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