NacionalesMirilla indiscreta

¡La cosa se está poniendo buena!

Mirilla Indiscreta

Sir Francis Bacon el filósofo, político y diplomático, uno de los más famosos y aristócratas pensadores ingleses del siglo trece afirmaba:
–Con frecuencia un escritor consciente, crea sin quererlo, a sus héroes, a su propia semejanza-

Una teoría interesante, cuando quién lo hace, se analiza así mismo y en el fondo persigue ser su propio traidito, el centro y protagonista de su propia historia.

Lo que sí es cierto es que escribir, como vocación o afición frecuente, constituye un trabajo muy serio y disciplinado, que exige, independiente del uso depurado del lenguaje, (profesión aparte), horarios puntuales, aún para quienes escribimos espontáneamente, cientos o miles de cuartillas, como en mi caso, sin más remuneración que saber que usted me está leyendo.

Don Elmer, es un próspero empresario agroindustrial, quién entre otros productos, vende limón en cantidades importantes, y nos surte para la empresa familiar.

Hombre libre, alejado de los ruidos improductivos de la urbe, se percató, que mi sacrificado editor, esclavo de las inconsecuencias, y héroe de las causas patrióticas, sin más patrocinio que su terquedad ciudadana, para evitar la ausencia de Don Edmundo de las páginas dominicales, reintroducía algunos títulos ya publicados que fueran a tono con la temática coyuntural.

Pocos repararon esa circunstancia con la agudeza de don Elmer, así como tampoco, del enorme afecto del licenciado Alvarado Nisthal por don Edmundo.

-¿Cuénteme, que le pasó a su papá, que ya no está escribiendo?- le preguntó el acucioso proveedor a Dania, haciéndole notar la repentina vagancia editorial de su papá.

Gracias don Elmer, ahora le respondo yo. ¡Difícilmente olvidaré ese detalle!

-Cuándo quiero escribir algo es porque siento que merece ser contado. Más aún, cuando escribo un cuento es porque a mí me gustaría leerlo-

Pocos como el genial Gabriel García Márquez, pudieron resumir el genuino propósito de escribir.
Método, constancia, disciplina y tema, cuatro pilares fundamentales de esta tarea, cuatro motivaciones básicas, ausentes de la realidad chapina, o usurpadas por una jauría lejana de nosotros, “La Plebe”, el ríspido y lapidario pueblo.

La muchedumbre, cuya frustración y violencia la imprime con toda su energía digital en los guerreros y subversivos celulares, que se inflaman de ira, y a veces de improperios, sin más trascendencia, que un corazón desahogado.

Dos realidades incasables: La opaca y voraz, con protagonistas de segunda y de tercera y enfrente, de espaldas, la heroica, con olor a pueblo, perdida en la inaudible protesta popular, patrocinada abiertamente, por la intervención extranjera que se disputa con los vende patrias, los despojos que quedan del desplumado quetzal.

Candidatos a Granel, abundan como que fueran granos en la infestada piel de un pueblo que ya no le queda un pedacito donde rascarse.

Las mismas, los mismos y los mesmos, que compiten con sus familias completas, disfrazando el cartón electoral.

Cada día, y es el principio, se despedazan con sus fauces, como hienas políticas, afilando cuchillos y buscando espaldas… Y a propósito…

Una espalda grande está por caer, designado de segundo, queriendo ser el primero, se quedará ansiando una rectificación tribunalicia que lo hará tan común, como cualquier mechudo, que espera, su gorra, su estufa, su bolsa, o su lámina, de cada cuatro años, a cambio de un voto para los mismos, las mismas y los mesmos de cada elección.

Las gentes del monte los conocen y los que cuidan la cárcel… también.

Largos y largas, empistolados o con hondas, subastando alcaldías y diputaciones.

Mientras tanto, el pueblo viendo al mar buscando la lancha para emigrar a otro infierno, cambiando machetes por bacinicas.

La dinámica electoral de estos últimos días cambiará actores y actrices con más rapidez que la duración de una promesa política.

Lo que parece una fuga, será celebrado como boda y la fiesta seguirá con trompudos y trompudas por el resultado que, en inglés o español, ya está planeado.

Don Edmundo regresa…  LA COSA SE ESTÁ PONIENDO BUENA.

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Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

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