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Inicio de la competencia democrática salpicada de Cleptocracia

Pinceladas Democráticas

Se invita a los electores, candidatos y políticos evitar el amaño de la competencia y hacer el juego limpio -replay-; los protagonistas deben actuar con altos indicadores de honorabilidad y civismo.

El veinte de enero, aproximadamente un mes, se inició el décimo proceso electoral de la era democrática, en donde los discursos de los magistrados del TSE sentenciaron que se  realizará de manera transparente y apegada a la honorabilidad y libertad un evento democrático con altos indicadores de ética y moral, invitando en un discurso baladí y falto de credibilidad, que todos los actores de este evento  participarán en el marco de las leyes y reglamentos que están amparados por la Constitución de la República de Guatemala con apego a la democracia plena.

Al finalizar tan magno acto de convocatoria electoral, fueron entrevistados los caudillos que dirigen las organizaciones políticas que participaran en tan importante evento democrático, en donde la mayoría manifestó con mucha elocuencia poner en práctica los valores de servicio al pueblo para mejorar sus condiciones de vida, como discurso repetitivo de los eventos anteriores, con incongruentes de la que dicen y hacen, ya que los discursos falaces de ese momento, ya se han enlodado; por lo que el pueblo los considera una utopía, confirmando que al llegar al poder se repetirá como un círculo vicioso, lo que terminará comprobando que esas promesas rosan con la mentira y la hipocresía.

Al volver a vivir el proceso electoral de la era democrática, deja al pueblo con grandes rezagos, ensuciando la democracia con la cleptocracia, la cual se conceptúa literalmente como el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo del capital económico que debe devolverse al pueblo para ayudar a mejorar sus condiciones de vida; lamentablemente este mal se ha institucionalizado en distintas esferas del Estado con estructuras debidamente organizadas y planificadas, provocando el crecimiento exponencial de la corrupción y sus derivados como el nepotismo, clientelismo político y/o el peculado, por lo que se hace necesario la conversión de los autores que aspiran a cargos públicos, que deben comprometerse a reinventar e implementar una visión de servicio al pueblo para recrear una nueva Nación.

Cabe recordar que cleptocracia viene del griego Clepto igual a robar y manía, igual a poder, lo que quiere decir poder de los ladrones; Y que desde que la libre emisión del pensamiento, la influencia mediática y las redes sociales permiten el conocimiento de los negocios oscuros, por muy encubiertos y escondidos que se hagan entre los funcionarios; tarde o temprano el pueblo conoce la verdad de los eventos que giran alrededor de este concepto, y que son conocimiento del pueblo; que fraguan los dueños y colaboradores de las organizaciones políticas.  En esta competencia que inició hace más de treinta días, tiempo suficiente para que se desgarren las vestiduras y dar a conocer el cobre de sus actitudes, dejando al margen la apariencia de honestos para dignificar el proceso democrático, sumado a las actitudes confusas de autores del TSE manipuladas por las estructuras políticas y de los aspirantes al poder, repiten tan deleznables actitudes en esta época de la historia democrática ensuciando una vez más la verdadera democracia, con un evento que muy bien puede ser para dignificar la democracia, pudiendo evitar el entierro de un proceso electoral transparente y libre, que si no se tiene cuidado, se volverá a repetir con las mismas falencias conduciéndonos a la caída vertiginosa de la destrucción del Estado, sin la esperanza de recrear una gran Nación.

Las estructuras de partidos políticos tienen siempre un autócrata y alrededor de él, los accionistas perversos que invierten cantidades significativas de dinero que provienen del lavado de dinero, recursos de organizaciones transnacionales para beneficiar la industrias extractivas, del narcotráfico y otros que se desconocen su procedencia; así como  los recursos extraído del presupuesto del Estado, convirtiéndose en una competencia desleal con los partidos organizados con las normativas y leyes y/o Comités Cívicos que manejan presupuestos con dinero limpio que han ganado y adquirido con el esfuerzo del trabajo honrado, situación que se ha repetido y que el pueblo no lo ignora, pero sigue siendo presa de estas estructuras que se aprovechan haciendo programas de ayuda para mitigar la pobreza y el hambre que aparecen en el período de campaña electoral, ofreciendo ayudas para comprar voluntades y hasta para comprar los votos el día de las elecciones a un costo de cien y hasta doscientos quetzales que los integrantes del TSE lo conocen, pero no se atreven a formar un equipo de inteligencia para descubrirlos y sancionarlos con todo el peso de la ley a los que desquebrajan nuestra frágil democracia.

Por lo anteriormente expuesto, se invita a los electores y candidatos políticos evitar caer en el juego democrático salpicado de cleptocracia, para evitar que esta competencia sea de juego limpio, con tintes de honorabilidad, honestidad y libertad para que haga florecer la democracia como lo demanda las normas y leyes para elegir a verdaderos líderes que trabajen en beneficio de todos, especialmente a los grupos más vulnerable.

La dicotomía, luz y oscuridad puede servirnos en este momento en que los habitantes de la patria reconstruyan todas aquellas flatulencias que envuelven en la oscuridad al ser humano que ostenta el poder como: la riqueza, envidia, egoísmo, arrogancia, jactancia, narcisismo y otras debilidades que caracteriza a los cleptócratas, por lo que es oportuno pedir que la luz divina ilumine a los actores de esta comedia salpicada de corrupción que no permite que las elecciones sean libres, transparentes y democráticas, para que la claridad vuelva a iluminar a los hombres y mujeres honestas, transparentes, con altos indicadores de empatía, gratitud, humildad, responsabilidad, respeto, profesionalismo, compromiso, capacidad, esfuerzo, franca, justicia, prudencia, sensibilidad, tolerancia para que aflore entre estos aspirantes y tener la seguridad de emitir un voto para elegir a los gobernantes que se empeñen en la  reconstrucción de la patria que está en ruinas.

El pueblo por demás conoce los casos de corrupción que las fuentes mediáticas de prensa, radio, televisión y redes sociales con credibilidad, han divulgado las atrocidades de la corrupción que el mismo pueblo por su grado de razonamiento y lógica interpreta el grado de maldad que ocasiona; aunque las estructuras políticas manipulen su grado de escolaridad y les califique de ignorante, ya que los grandes titiriteros han escogido a los ungidos para gobernar y son los que al final aparecen en la boleta en donde piden que el pueblo elija y que al final como una propuesta cerrada, se elegirá al mejor postor que ellos han predestinado en los diferentes cargos públicos.  Aunque se diga que las elecciones son libres, son manipuladas por estructuras del mal, perfectamente especializadas en el tema, por lo que el pueblo mismo califica que la transparencia es un mito y al final el pueblo pierde la libertar de elegir y siempre ganará el candidato entronizado y manipulado a criterio de los poderosos y terminan manifestando la aparente transparencia de un evento electoral en donde la cleptocracia prevalece y pone al margen la elección de hombres y mujeres honestas y probos, donde se prevé que en esta competencia no gana el mejor porque ya está amañada.

Es el momento de exigir a los actores de este drama, que se llenen de luz para que ilumine a los ciudadanos de carácter, decidido a poner en orden el libertinaje en nuestro país, obligando a que se respeten las leyes y aplicarlas sin ninguna clase de amaños, escoger a los mejores ciudadanos para que dirijan la Administración Pública, y a los que salgan electos obligarlos a respetar la independencia de los tres poderes que conforman el Sistema Republicano y sobre todo, sancionando a los que estén destruyendo el Estado y sobre todos aceptar el reto de trabajar arduamente para hacer grande a Guatemala.

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