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Ciudadanía política

Nueva Sociedad

Según Fernando Savater (2019) una idea política es una forma de hacer. ¿También es responder sobre lo que significa la política en el contexto que a cada uno le tocó vivir? Una posibilidad es someternos pasivamente, acomodarnos a las circunstancias y sacar provecho personal de lo establecido; o, aspirar a reformarlo y generar cambios en las instituciones para hacer que sean más eficientes. Esto es un objetivo necesario pues con ello es posible obtener una vida más aceptable. La democracia será realizada por medio del conjunto de las voluntades de todos sus miembros en acción, para modificar y aprender a utilizar las mejores posibilidades institucionales en favor de los proyectos colectivos e individuales. Sobre el mundo social es posible conocer la verdad de lo que sabemos  y cómo es que lo hacemos. Así como son las leyes, las instituciones políticas, la distribución de las tareas laborales y administrativas. Todo esto es posible que sea conocido y comprendido por cada uno de nosotros.

Al obtener y reconocer ampliamente este contexto institucional nos permite ver que es posible vivir en un mundo de libertad política al ser sujetos con la misma capacidad para legislar: elegir y participar, en teoría igual para todos. La capacidad para legislar hay que construirla en el mundo social. En el quehacer político todo es modificable, pues se potencian y se multiplican las capacidades de opción y acción individuales, relacionadas con la educación y las oportunidades sociales, para que cada quién pueda desarrollar su proyecto propio, y para construir una sociedad que le facilite a la mayoría el juego participativo, resultado de todo el proyecto de la modernización del Estado y de la sociedad.

La ciudadanía es el proyecto más digno de tomar en cuenta por todas las democracias. Es la forma de integración social participativa compartiendo los mismos derechos por todos, sin diferencias. Es una sociedad de ciudadanos con sus identidades culturales y mestizas integradas, dentro de un mismo marco institucional que garantiza la libre convivencia. Son sociedades basadas en la igualdad de derechos que se sostienen en la premisa de un modelo cívico de inclusión. La idea de que lo que mantiene la unidad en la sociedad  es un acuerdo normativo sobre el imperio del derecho y la creencia de que somos personas iguales y portadores de los mismos derechos de lucha contra la pobreza y la ignorancia.

El derecho a la diversidad es la base del pluralismo democrático que en la sociedad pluralista se respeta. Es la multiplicidad de identidades étnicas y sus múltiples configuraciones personales que transforman las identidades étnicas tradicionales. Elegir la política es aspirar a ser sujeto (no un simple objeto pasivo) de las normas sociales por las que se rige una comunidad, tomando conscientemente la dimensión de la libertad individual para ser protagonistas, no para ser seguidores de otros.

Rechazar nuestra posible actividad política innovadora es renunciar a una de las fuentes de sentido de la existencia humana. Vivir como y entre ciudadanos libres enriquece nuestra condición humana, al aumentar los beneficios y responsabilidades que cada uno tiene de las instituciones y de las leyes. Es una garantía para la seguridad colectiva. Cuanto mayor es el equilibrio de una comunidad con justicia, reconocimiento a las demandas de sus miembros, y la diversidad de proyectos, es más seguro vivir en ella y hacer frente a las dificultades.

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