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Política tras bambalinas: Ojos vemos… corazones no sabemos

Mirilla Indiscreta

“No os sorprendáis, antes de mi elección yo trataba de encontrar las llaves de San Pedro, y para mejor buscarlas encorvábame, inclinada la cabeza. Pero, una vez halladas, sólo miro al cielo, que nada necesito aquí en la tierra”

He aquí la respuesta aguda del sucesor del Papa Gregorio XIII, un viejo pastor, a quién se le notaban los años y los achaques de salud. lo que parecía anticipar su inminente muerte.  -Sostenido por su bastón parecía para los cardenales del cónclave, el personaje adecuado, para sustituir a Gregorio XIII, y satisfacer las ambiciones de las diversas facciones del clero, en su jerarquía superior, sobre el decrépito cardenal, por lo que fue elegido sin mayores pugnas, Papa, el 24 de abril de 1585-

Todos los miembros del poderoso séquito de cardenales, creían ver colmadas sus ambiciones futuras, al intuir su poder de manipulación, sobre el llamado (por el cúmulo de sus dolencias, humildad y sumisión, el pastor de montalto), lugar donde había nacido.

Menuda sorpresa, se llevaron quienes lo rodeaban cuando hizo suya la férula papal o bastón del pescador, y apoyado en él, se puso erguido, todo lo que pudo, y alejándose de los que estaban a su lado, con altiva y recia figura vio al cielo y entonó el Te Deum (A tí Dios, a ti eterno Padre).

Y fue al Cardenal de Médicis, al congratularlo por semejante transformación a quién le dio aquella respuesta sorprendente y sabia.

“Antes de hoy buscaba las llaves de San Pedro y Me encorvaba, inclinada la cabeza, pero una vez halladas, miro al cielo, que nada necesito aquí en la tierra”

Conocido como Sixto V, registra la historia, fue el Papa No.227 entre 1585 y 1590 y durante los cinco años de su reinado como miembro de la orden franciscana “fue piadoso y severo, predicador de fama, esforzado y celoso promotor de la vida religiosa de la iglesia y realizar una intensa y enérgica labor en el ejercicio de restaurar la iglesia católica”

Se tiende a justificar al sucesor, partiendo de la crítica que se le hace al antecesor, sin considerar que cada ser humano es único e irrepetible.

Al Presidente Juán José Arévalo lo criticaban los partidarios de Ubico, por el trabajo del Dictador y a Jacobo Arbenz, por la irrepetible personalidad de Arévalo, cuyo peso no pudo resistir y lo expatrió a un exilio permanente, escudándolo en el nombramiento de Embajador sin sede.

El Presidente Arbenz, repitió el gobierno de los partidos oficiales de la Revolución de Octubre del 44, soportando la acusación de la muerte de su potencial competidor Coronel Francisco Javier Arana, asesinado en el puente La Gloria, en Amatitlán en 1947.

Arana, Jefe de las fuerzas armadas, nombrado por el Presidente y ratificado por el Congreso de la República, perdió violentamente la vida, en un confuso incidente, que dejó, sin Candidato Presidencial, a los grupos conservadores, que en esa fecha se rebelaron con armas de fuego, contra Arévalo.

Las fuerzas militares divididas bajo tres mandos: El Presidente, como comandante general, Arana, jefe de las fuerzas armadas, como responsable directo y operativo del ejército y el Coronel Arbenz como Ministro de la Defensa, personero político de la institución armada en el Gabinete de Gobierno.

Gobernar en aquellas circunstancias, provocó que el régimen del Doctor Arévalo tuviera que soportar innumerables intentos de Golpes de Estado.

Este fenómeno político tan peculiar post-revolucionario nos enseña claramente que los actores de un movimiento revolucionario, como el del 44, Arana, Arbenz y Jorge Toriello, el civil, gestores del movimiento cívico militar, que derrocó al General Ponce Vaides, sucesor del General Ubico, pesan mucho e interfieren como figuras importantes, en el gobierno que sigue, como producto del proceso electoral.

El Doctor Arévalo, no participó el 20 de octubre, en el alzamiento, estaba ya, en la segunda jornada de su arrolladora campaña política del 44 y ante su muerte inminente patrocinada por Vaides y su necedad de quedarse en el poder por la vía electoral, se vio precisado a refugiarse en la Embajada de México, situada en aquel tiempo al costado del Palacio Nacional, donde lo encontró la revuelta.

El Candidato Blanco y el Huracán libro de Juán José relata las peripecias de esa jornada electoral, y Despacho Presidencial, obra póstuma que se conoció por su propia voluntad, hasta después de su muerte, nos muestra las maniobras y presiones que tuvo que superar en el ejercicio de la presidencia.

Mi papá tuvo que buscar, el refugio temporal en esa Embajada por las mismas razones.

Arévalo gestor ideológico del Socialismo Espiritual, francamente anti-marxista, como lo conversamos muchas veces, con mi excelso pariente en chile, y Arbenz, en franca alianza con el Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) que identificaba al Partido Comunista no coincidían en su pensamiento político.

Les cuento que, Don Edmundo y Yo fuimos invitados especiales del candidato oficial del Próximo proceso electoral, quién tuvo la deferencia, de mencionarnos con generoso reconocimiento, en el discurso de presentación del plan de gobierno.

En el salón del hotel donde se desarrolló el evento 2500 eufóricos partidarios, aclamaban a sus dos líderes de campaña, Manuel y Luis su candidato vicepresidencial.

Mis Amigos personales los dos, con sus esposas, ofrecieron ellos, sendos discursos.

Luis Primero, como exponente magistral de la parte técnica del proyecto, basado en su amplia experiencia como docente universitario y dos veces decano de la facultad de ciencias económicas de nuestra Universidad de San Carlos de Guatemala.

Sobria su exposición contenida en el texto que leyó a la concurrencia.

El escenario de imponentes dimensiones, viéndolo de frente, albergaba del lado derecho, a los candidatos a Diputados y del lado izquierdo a los postulantes a las alcaldías de toda la república.

Dos bloques grandes y apretados, al costado de la parte central del pódium principal, donde cuatro butacas estaban reservadas para el Secretario General de la Organización. El Director del Plan de Gobierno y los dos candidatos, a la vicepresidencia y presidencia de la república.

Frente a la plataforma principal un pasadizo, partía en dos el recinto, donde se encontraban los asistentes al evento, que terminaba en un redondel, con los micrófonos para los disertantes.

¡De verdad!, un coro incesante de encendidos partidarios repetían lemas y consignas que inundaban el lugar y al frente, una inmensa pantalla transversal, ocupaba todo lo ancho del salón; sobre el escenario, una puerta cibernética se abría para dar ingreso a los cuatro protagonistas.

Meme, sorprendió a todos, al no caminar sobre el pasillo, en busca de los micrófonos para leer el mensaje.

Con el micrófono integrado a su traje, dio inicio a una elocuente improvisación, que, a quienes somos cultores de la oratoria política, nos dio envidia de la buena.

Paseándose frente a las cuatro butacas, caminaba, dándole a cada frase, la entonación y señorío de un gran mensaje, que era interrumpido por aplausos que premiaban el contenido de un discurso serio… de estadista.

Con la humildad y habilidad, de referirse a todos, sin herir a nadie, repasando con prudencia la calidad de los presentes, asociaciones, diplomáticos, militares de baja, grupos de jóvenes y partidarios e invocando la paz y solidaridad de todos.

Pensé en sixto V. ¡Qué difícil, la posición de ser Candidato oficial!… buscando las llaves en la tierra, seguramente agachado para lograr hacerlo, resguardándose de ambiciones e intrigas … para poder ver con regocijo, posteriormente al cielo y ofrecer su propia hidalguía y realización gubernamental.

No hizo alarde de su trayectoria, narró con sencillez su extensa carrera como funcionario y dignatario público.

Creí, que trataría de tocar las fibras sentimentales de los presentes, apelando a los sentimientos… pero no lo hizo.

Pocos saben que su abuelo, Don Manuél Orellana Portillo, siendo presidente del Congreso, fue asesinado por sus opositores, en el ejercicio de su cargo.

Y, más cerca, su propio padre, dirigente político destacado de su organización, don Oscar Conde, también fue asesinado.

Creo que ha llegado la hora del debate, pero, auténtico y sin triquiñuelas, que hacen de los pretendientes, repetidores mecánicos y aburridos, de las reiteradas torpezas discursivas, de marionetas, que saben las preguntas de antemano, y responden las aprendidas respuestas de lo previamente preparado, vacías y demagógicas.

El debate debe ser frontal y sin artimañas, juzgando abierta y polémicamente, la verdadera trayectoria y pecados de cada quién.

Algo que motive al elector y que distinga, entre quienes tienen mayores posibilidades, de dirigir nuestra convulsionada nación, ¡Quién es quién!

¡Sin disfraces ni mentiras!

Don Edmundo, seguro, y de repente el doctor José Luis Chea, se podría ofrecer para moderar el debate… Se buscarían los medios para hacerlo.

Cinco o seis candidatos con posibilidades, deberán enfrentar inteligencia, experiencia y trayectoria.

Los coll-center que manejan todos, no deben dirigir la tendencia… mucho menos las famosas encuestas hechas por encargo y a la medida.

¡DEBATE!… ¡DEBATE! ¡Y MÁS DEBATE!

¡ABAJO LAS PAYASADAS!

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Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

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