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¿Cómo debo votar?

Zoon Politikón

Voy al médico y dentro de la consulta me pregunta ¿cómo debo votar? Lo anterior es típico en las tertulias del día a día de los guatemaltecos y por lo tanto merece de un espacio para intentar de manera sucinta darle respuesta.  De esa cuenta usted distinguido lector, será parte de la consulta de mi médico, generando su propio y particular diagnóstico.

Son diversas las variables que se deben de considerar para decidir por quién votar, las cuales pueden plantearse en forma de pregunta, entre ellas: ¿es una decisión personal? ¿cuál es la mejor forma de proceder al tomar este tipo de decisiones? ¿qué tipo de examen debo hacer? ¿qué aspectos debo considerar en la investigación inicial? ¿qué tipo de análisis se requiere? ¿cuáles son las alternativas a la vista? ¿qué implicaciones tendrá mi elección? ¿qué se puede hacer? y ¿qué no se puede hacer?

Algo que cuesta aceptar especialmente para los guatemaltecos, es dejar de ser todólogos y pretender que sabemos de cualquier tema y por lo mismo que conocemos la respuesta a ese problema… ¿a cuál? No importa, ¡al problema que sea! Aquí se lo resolvemos, pase usted adelante; y de manera irónica se puede pensar que es el error de este su servidor… ¡es posible!; sin embargo, en un intento para que cada uno de los lectores oriente sus pensamientos de manera lógica se le proporcionan algunos elementos que pueden serles útiles.

Para tomar la decisión de por quién votar se debe antes realizar un proceso de investigación entre las opciones disponibles con la pretensión de saber cuál de ellas es las más adecuada para resolver los problemas de la vida política nacional; para realizar este proceso a nivel individual se requiere de un razonamiento y de un pensamiento cuyo resultado sea satisfactorio para la persona. La elección del camino a seguir, implica la evaluación de alternativas. Debe realizarse una evaluación de las repercusiones que de manera directa e indirecta afectarán la vida de la persona en su contexto laboral, familiar o social, por lo que el proceso individual debe ser estructurado para dar seguridad e información más o menos suficiente para elegir correctamente. Pero lo más importante es comprender que es una decisión personal, por lo que nadie tiene el derecho de condicionar, presionar o inducir a elegir a quien no le parezca.

La manera más recomendable de elegir es informándose. Si usted va a comprar un electrodoméstico, un -smartphone- o algo similar, antes de realizar la compra investiga, se informa, compara, analiza las opciones técnicas y financieras y luego, si lo considera viable, toma su decisión.  Entonces, cuando se eligen autoridades políticas, porque no hacer lo mismo e incluso de manera más exhaustiva y formal. No pretenda quedarse con la última versión, quédese con la mejor opción según sus necesidades y creencias individuales o colectivas.

Con base en lo anterior, escudriñe quienes son los candidatos: sus capacidades, su preparación académica, su trayectoria laboral o empresarial, sus contribuciones y sus logros, todo aquello que le dé una visión lo más completa posible del candidato y compárelo con sus expectativas; no se quede con el frijolito simplemente por ser aparentemente barato, ya que pueda ser que lo decepcione. Y lo más importante, recuerde que el resultado de su elección no tiene devolución y tendrá que vivir con ello durante los siguientes cuatro años.

En el cartón de lotería que se le entregará el día de las votaciones, usted no tendrá el tiempo para conocer la oferta política; ya debe de haber investigado sobre las alternativas disponibles y por lo que más quiera, no elija colores, caritas, canciones u ofrecimientos mágicos; elija entre las opciones disponibles personas que puedan representarlo dignamente y que de manera adecuada (con base en su hoja de vida y programa de gobierno) y que puedan darle lo que anhela de sus futuras autoridades. Decía mi abuelita, una mujer muy sabia, por cierto, ¡tenga cuidado hijo con lo que desea, porque se le puede hacer realidad!

Recuerde que no necesariamente debe votar por el mismo partido en todas las boletas, puede distribuir su voto según la oferta política, puede hasta votar cruzado si cabe la posibilidad; por lo que se reitera la necesidad de investigar e informarse.

En el 2016 las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) abrieron la posibilidad de repetir las elecciones cuando exista cincuenta por ciento más uno de los votos nulos del total de emitidos. El congreso modificó la propuesta original que proponía que fueran diferentes candidatos, por lo que no es claro si deben ser los mismos candidatos, otros o pueda ser una combinación. “Artículo 203 Bis. Efectos de la mayoría absoluta de votos nulos…”

La intencional invalidación del voto, aunque se ha transformado en una bandera ciudadana, no es necesariamente un acto voluntario de protesta cívica. Considérese que voto nulo es el que no tiene una “X” de manera correcta. Este detalle es importante porque se le da la misma validez al voto nulo «intencional» que, al voto nulo por error, el cual ocurre cuando una persona involuntariamente marca más de una casilla o no se distingue con claridad por qué candidato ha votado. Una boleta depositada en blanco, es un voto en blanco, pero no nulo. La diferencia estriba en que, para efectos prácticos, los votos blancos no tienen validez. El uso del voto nulo es para determinar la elección.

Puede ser que el voto nulo gane en la elección presidencial, lo cual de manera practica es casi imposible en las condiciones actuales. Pero existe una alta posibilidad que en alguna elección para alcaldía gane el voto nulo, en ese caso, las elecciones deberían repetirse.

En conclusión, se le recomienda que antes de votar haga una investigación y un análisis de por quién hacerlo; si llega a la comprensión de que ninguna opción política merece su voto entonces se le recomienda no abstenerse de emitir el sufragio, por el contrario, vaya y vote nulo, no en blanco ya que la intención debería ser la de manifestar su voluntad de manera democrática. La abstención y el voto en blanco no tienen repercusión practica y legal; pero vote responsablemente y tome en cuenta que si vota en blanco o vota nulo otra persona elegirá por usted, el porcentaje de poder que usted tiene lo traslada a otro, aumentando el porcentaje del valor de otra persona que vote correctamente.

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Edgar Wellmann

Profesional de las Ciencias Militares, de la Informática, de la Administración y de las Ciencias Políticas; Analista, Asesor, Consultor y Catedrático universitario.

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