Los migrantes: Héroes anónimos víctimas de su propio país
Barataria
Recientemente y previo a celebrar una de las mayores fiestas solemnes de la cristiandad, se anunció un hecho más que lamentable y que impactó a los guatemaltecos en especial: Al menos diecinueve guatemaltecos fallecieron en un “albergue migratorio” en Ciudad Juárez, México, durante la presente semana fue noticia la repatriación y arribo de diecisiete de los fallecidos bajo la instancia del Gobierno mexicano y fueron recibidos en el Aeropuerto La Aurora, posteriormente partieron las diecisiete caravanas fúnebres hacia diferentes hogares especialmente en el occidente de nuestro país.
Todas estas nuevas víctimas mortales, se suman a unas mas que han fallecido en México en su intento por huir de la situación en que viven en Guatemala, llegar a Los Estados Unidos pero acabaron bajo la custodia de las autoridades migratorias mexicanas bajo el Instituto Mexicano de Migración y en un albergue. Según testimonios de algunos sobrevivientes fueron llevados con engaños, bajo la promesa de ayuda y luego fueron literalmente encarcelados. Esta práctica habitual de las autoridades migratorias mexicanas es una forma de buscar extorsionar a los migrantes, exigiéndoles cantidades de dinero para dejarlos salir del albergue o que soliciten a sus familiares dinero para que les envíen.
Resultó verdaderamente lamentable que las autoridades guatemaltecas se limitan a culpar a los traficantes de personas llamados comúnmente “coyotes” y a señalar los peligros que conlleva la inmigración, esto sin contar que el mismo Presidente Giammattei se puso el título de “mata caravanas” como si fuera una medalla que hay que sostener. Lo penoso de todo esto es que ni el Canciller ni el Presidente guatemaltecos tuvieron los arrestos suficientes para protestar enérgicamente ante el Gobierno Mexicano, porque las muertes de los guatemaltecos ocurrieron en una institución gubernamental mexicana y, a diferencia de otros migrantes fallecidos, estaban bajo custodia del gobierno. Otro hecho es que el Canciller afirmó que ya tenían conocimiento de que los connacionales estaban “apresados” y que ya sabían quiénes eran puesto que tenían sus datos. Entonces resulta pertinente preguntar ¿Está de acuerdo el gobierno guatemalteco en que se “aprese” a ciudadanos guatemaltecos que migran a Estados Unidos? ¿Cuántos ciudadanos mexicanos apresamos en Guatemala que cruzan ilegalmente las fronteras guatemaltecas en San Marcos y Huehuetenango? ¿Por qué el gobierno guatemalteco no protestó enérgicamente ante México exigiendo que nunca más se aprese a ciudadanos guatemaltecos en situación irregular en territorio mexicano y que se entreguen a las autoridades consulares guatemaltecas? Acuerdos diplomáticos se pueden lograr y no hay razón para criminalizar a los migrantes y ponerlos en custodia.
Es necesario comprender que la migración de personas no es un fenómeno nuevo, de hecho, es un fenómeno que ha afectado geográficamente a la humanidad en virtud de muchos factores. Europa misma es un ejemplo clásico de migración cuando a inicios del siglo pasado por causa de las dos guerras mundiales se dio el fenómeno de migración de ciudadanos europeos a estas tierras americanas y ejemplos de ellos tenemos en nuestros países latinoamericanos. Hasta hace un tiempo la migración latinoamericana a Estados Unidos era muy común, sin embargo, los países del cono sur, preferían como aún lo hacen hoy día emigrar a Europa. Con el pasar de los años hemos sido testigos de que ha existido un aumento de emigración a Estados Unidos de ciudadanos de países africanos y del caribe, especialmente haitianos.
Criminalizar la migración es simplemente ignorar lo que sucede a través de toda la historia, porque la humanidad siempre ha migrado, así como muchos países surgieron y se fortalecieron con la inmigración de personas de otras partes del mundo; en su momento los ciudadanos de otros países tuvieron que migrar y fueron acogidos por países, en muchos casos tercermundistas. Es por ello que debemos de pensar que no hay migración “ilegal” de personas, hay migración irregular, porque los seres humanos en donde estemos no somos ilegales, ya que ninguna norma migratoria puede declarar a un ser humano “ilegal”. La irregularidad de la migración llama a que estos ciudadanos puedan cumplir con los requisitos para ser parte de esos conglomerados sociales, pero nunca podemos considerar la migración irregular como un delito, porque migrar es un derecho humano protegido y garantizado y por ello, el hecho de disfrazar albergues por cárceles es un crimen de lesa humanidad que los gobiernos deberán alzar la voz. Cierto es, que la migración en muchos casos acarrea cargas a los países, pero siempre se debe considerar que la mayoría de las personas que migran no lo hacen para delinquir, sino para encontrar un mejor futuro para ellos y sus hijos, como siempre ha sido uno de los pilares de la migración.
En Guatemala, la migración hacia Estados Unidos ha sido una constante que va en aumento, la situación económica es la principal causa de la migración en este país. Resulta especialmente conmovedoras las historias de las razones por las cuales emigraron estos jóvenes que fallecieron calcinados en Ciudad Juárez; en efecto, cinco de los fallecidos son originarios de Nahualá, poblado en el occidente del país que vive en constante conflicto armado con sus vecinos de Santa Catarina Ixhuatán conflicto este, que ni el gobierno de Giammattei ha podido solucionar aunque ha gritado a los cuatro vientos que lo tiene controlado. Otro de los fallecidos era un obrero de la construcción, padre de tres niños, cuyo objeto principal de inmigrar era, según lo dijo su viuda, ganar dinero para poder construir una vivienda digna, sustituir las láminas por paredes de block y poder comprar un amueblado de sala. La mayoría de los fallecidos, eran personas relativamente jóvenes que salieron del país con sueños, con deseos de encontrar en Estados Unidos las oportunidades que su país Guatemala, les ha negado y con la mira de regresar luego de lograr el objetivo de enviar dinero suficiente para cumplir los sueños que siempre tuvieron.
Guatemala, debiera ser un país en dónde las personas no emigren, en donde las personas cumplan sus sueños, muchos de los que han migrado lo ha hecho deseando regresar a su tierra, a su aldea, a su pueblo para construir la casa que siempre desearon que en realidad no es una mansión pero si una vivienda digna. Muchos otros migran porque quieren que sus hijos puedan tener una vida mejor que la que ellos tuvieron, puedan asistir a una escuela, terminar sus estudios y valerse por si mismos. Otros jóvenes recién graduados de nivel diversificado se han dado cuenta que ser Bachiller, Perito Contador, Maestro de Educación Primaria en Guatemala no significa nada, porque no hay oportunidades de empleo, al recién graduado en este país le piden hasta cinco años de experiencia para darle un trabajo en dónde no va a ganar ni siquiera el salario mínimo y eso es, si logra conseguir trabajo. Hay muchos migrantes, hombres y mujeres, que viajan con el deseo de darles una mejor vida a sus padres que lo dieron todo para transmitirles valores y darles la poca educación que tienen.
De esta forma Guatemala niega sistemáticamente las oportunidades que debería darles a todos los guatemaltecos, porque quienes necesitan una vivienda deberían tener acceso rápido a crédito en condiciones normales, no deberían de llenar uno y mil requisitos para que el FHA (comparsa de negocios con los bancos) le pueda autorizar la hipoteca asegurada a efecto de que les otorguen crédito, ello sin ni siquiera imaginar que en el interior del país allí por estas aldeas no hay vivienda digna y en muchos casos ni siquiera agua potable o electricidad. Los guatemaltecos no tienen oportunidades de trabajo digno, ni siquiera siendo profesionales universitarios, porque en las instituciones de gobierno campea “el cuello” y la meritocracia no se ve por ningún lado, esto ocurre a todo nivel, desde los cargos altos, pasando por los medios hasta los cargos de atención al publico en las instituciones, todo es “necesitas un cuello para que te den trabajo” y, en tanto muchos guatemaltecos se esfuerzan por prepararse y logran estudiar para acceder a los puestos gubernamentales otros compran títulos universitarios y, por cuello sin méritos ni capacidad terminan ocupando los cargos y desplazando a quienes por méritos deben estar allí.
Todo este sistema de desventajas, además de las consabidas “necesidades eternas” del pueblo guatemalteco, es decir falta de salud, educación de calidad, fuentes de trabajo dignas y seguridad, hacen que muchos guatemaltecos se propongan salir del país, migrar para encontrar en otros países, aun con condiciones muchas veces limitadas pero mejores de las que dejaron en Guatemala, las oportunidades que Guatemala les negó.
Al final, cada cuatro años, desfila una serie de candidatos a la presidencia de la república ofreciendo el oro y el moro, pero sin propuestas claras de cómo vamos a hacer que los guatemaltecos no emigren. Han existido muchos presidentes guatemaltecos que siempre han esperado que Estados Unidos invierta en el país para mejorar las condiciones de vida y así evitar la migración, al menos eso parecía también ser una propuesta ilusa de la Vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris. Sin embargo, no es solo obtener un trabajo, en Guatemala hay un cúmulo de necesidades que deben ser satisfechas para que los connacionales no emigren van desde tener seguridad, combatir las extorsiones, un sistema judicial fuerte e independiente y la eliminación de la corrupción, los corruptos y los corruptores para que, al menos los guatemaltecos no caigan en la desesperación de irse de este país a buscar nuevos horizontes.
Los candidatos a la presidencia bien harían en considerar qué van a hacer con este fenómeno social que no se detiene y aumenta año con año. Porque, los connacionales migrantes no solo son los que hasta el día de hoy sostienen una economía guatemalteca subsidiada por las remesas, porque este país no es un país exportador y la balanza comercial siempre esta en desventaja porque importamos más de lo que exportamos y si el dólar no se ha disparado es porque año con año los migrantes envían sus remesas y con ello se mantiene esta endeble economía que no es fruto de los “cerebros” que están al frente del Ministerio de Economía, Ministerio de Finanzas Públicas o del Banco de Guatemala y Junta Monetaria, es el efecto sencillo de que mes a mes muchos migrantes se “parten el lomo” en Estados Unidos para enviar a sus familias los dólares más sudados, mientras que el Gobierno aquí gasta a manos llenas despilfarra recursos y se vanagloria de que Guatemala tiene una economía estable.

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