El futuro, según los poderes ocultos
No lo dijo Marx: “De cara al futuro: generar resiliencia y reformular el desarrollo”. Ha sido una conversación intensa sobre el desarrollo del mundo, entre la secretaria general del FMI y el presidente del Banco mundial, Kristalina Georgieva y David R. Malpass[1]. La conversación tuvo lugar el 10 de abril, y es interesante revisarla por su importancia para el futuro de todos nosotros.
El sistema capitalista tiene muchas virtudes. En el marco de su paso arrollador por destruir la naturaleza y la convivencia humana por el sagrado objetivo de maximizar las ganancias, que es defendido en todos los textos de micro y macroeconomía del mundo. Una de esas virtudes es su eficiencia y competitividad, así como su imparable capacidad de mejorar la tecnología, las máquinas y el uso de la ciencia en su propio beneficio. Otra virtud es su capacidad de generar grandes beneficios para las grandes transnacionales, la industria militar, los grande bancos y su capacidad de generar una distribución de la plusvalía en forma de rentas para intelectuales, académicos, periodistas, deportistas y funcionarios públicos que se convierten en el cinturón de protección de la lógica de construir un sistema depredador que genera un elevado consumo social.
Como en un cuento de hadas, Noreyana Fernando, anfitriona de Desarrollo de la resiliencia, nos comentaba, sin rubor, que en esa reunión se iba a forjar otra vez el desarrollo. Parece una buena idea, pero en esas reuniones olvidan que el capitalismo es capaz de mejorar la tecnología, aumentar el consumo generalizado en el mundo, pero siempre tiene su lado oscuro, nació con la esclavitud, la invasión de continentes vírgenes y la destrucción masiva de las especies originales de plantas y animales, y que en la actualidad continúa con su base esencial de generar anexiones, invasiones y conquistas de pueblos y naciones con el fin de garantizarse el acceso a nuevas materias primas, lo impresionante es el descaro con que encubren las anexiones.
Como introducción se menciona algo preocupante. El humano no logra comprender como gestionar la crisis y buscar resolver los problemas en paz y resiliencia. Por ejemplo, “han pasado tres años desde la pandemia y todavía hay incertidumbres en la economía mundial”. Grandes sectores de la humanidad siguen afectados por el desempleo, la pobreza, la inanición y la inflación. Son enormes los cargamentos clandestinos de humanos que huyen del tercer mundo saqueado por los ricos, y los países ricos no saben como detener esas multitudes famélicas. Desde el sur de América hacia el norte, desde Asia, África, el medio oriente hacia Europa.
El tercer mundo se aleja del primer mundo, se han trastornado las condiciones de convivencia, el narco y el lavado de dinero, realizados principalmente en América del norte y Europa, hunden los principios democráticos y la confianza de los pueblos.
“Estas Reuniones de Primavera se concentran en estos retos mundiales y cómo podemos responder a los mismos para promover el crecimiento, la equidad y la prosperidad para todos.” Nos prometen el FMI y el Banco Mundial.
David Malpass, iniciaba diciendo que el tema general es cómo lograr mejores resultados para las personas del mundo entero y, particularmente, para aquellos que están en la parte más baja de la escala de desarrollo. En el marco de que en la actualidad todas las personas, tanto en el mundo desarrollado como en el tercer mundo sufren con el impacto del cambio climático y el alza del costo de la vida. Malpass dice que le preocupa la lentitud del crecimiento y la perspectiva de que podría mantenerse lento el crecimiento. Evidentemente, no entiende que es todo lo contrario, la rapidez del crecimiento y su sostenibilidad es lo que provoca concentración de la riqueza en pocas manos, la destrucción masiva de recursos naturales y la extinción de especies animales y vegetales.
Según nuestros destacados dirigentes mundiales, ¿Cuáles son los mayores desafíos?
La poderosa Kristalina Georgieva, señaló que la recuperación robusta, que añoran los capitalistas del mundo, y todos nosotros el resto de los mortales, sigue siendo un sueño. ¿Y por qué? Se pregunta la líder financiera, su respuesta es de antología. “Porque existe un problema de inflación significativo.” Como el papel esencial de los bancos centrales del mundo es mantener la estabilidad de precios, entonces la inflación orienta a mantener las tasas de interés a un nivel alto para así luchar contra la inflación. Lo que es una traba para un crecimiento robusto.
Tasas de interés bajas provocan aumento de la liquidez, gasto superfluo y déficit fiscal; tasas de interés altas, generan menor liquidez, caída del consumo y dificultades para generar negocios. Que, con el tema adicional de grandes conflictos imperialistas en desarrollo, guerra de Ucrania, provocaciones frente a Taiwán, generan quiebras en las cadenas de suministros internacionales.
En esa dirección nuestra líder, indica que el crecimiento será lento, menor al 3% anual en todo el mundo, durante los próximos 5 años. La incertidumbre provocará crisis sociales y conflictos geopolíticos.
Una primera conclusión de Georgieva, es de gran valor, la brecha de ingreso per cápita seguirá ampliandose entre primer y tercer mundo, generando conflictos internos en ambas comunidades y conflicto entre regiones.
La acumulación de crisis, o mejor dicho la prolongada crisis desde 2008 hasta hoy ejerce presión sobre la capacidad de los bancos centrales de mantener sus objetivos, además, la política de estabilidad es ineficiente si no está acompañada de reformas estructurales sobre el uso y posesión equitativa de la tierra, la democratización liberal de las repúblicas, el cese del lavado de dinero y consumo masivo de drogas en el primer mundo, el cese de producción de armas en el primer mundo y una genuina política de paz en todo el mundo.
En el tercer mundo “la productividad sigue siendo baja, las perspectivas de crecimiento son bajas también.”
Lo peor de todo, los pesimistas van ganando. El mundo se ha fragmentado y las potencias mundiales, que son 8, mantienen una lucha económica, política y militar, por la redistribución de las nuevas zonas de materias primas en el planeta. La crisis financiera internacional, 2008, provocó el auge de la inflación, la quimera de que el déficit fiscal era la contención de la crisis fracasó, se ha generado una confrontación de prohibiciones al comercio, las sanciones se multiplican, y algunas transnaciones ganan y otras pierden, todo lleva a la confrontación y la quiebra del sistema. La guerra, por todos lados, es una guerra imperialista, y los acuerdos son parte de una guerra de contraespionaje. Rusia y China, OTAN y USA, Japón-USA, todos tienen acuerdos para enfrentar los otros bloques, pero, además tienen acciones para debilitar a sus propios aliados. Con el enigma de la mayor potencia Israel, que juega a todas las bandas.
En síntesis estas guerras, como las de 1914-1918 y 1939-1945, son guerras imperialistas, es decir guerras de conquista, de bandidaje y saqueo, guerras por el reparto del mundo, por la partición y el nuevo reparto de las colonias, de las «esferas de influencia» del capital financiero, de control de materias primas, o simplemente de poder de los liderazgos, sin importar el sufrimiento de la gente común y los animales.
La verdadera prueba del carácter político y militar de las guerras, no es conocer la denuncia del bandidaje del otro, sino el control de la economía financiera, productiva y tecnológica en el mundo, y sus vaivenes, que obliga a los que crecen a quitarle sus posesiones al que se debilita.
China emerge como superpotencia, Europa y Estados Unidos se debilitan, cuál será la tendencia de las confrontaciones, igual que en el 17 y el 45, solo la historia lo determinará. La implementación de aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) en sociedades e industrias significa un cambio esencial en el control de la economía y las consciencias en el mundo. Genera una lucha por una nueva distribución de poder geoestratégico. No sabemos sí los ganadores podrán superar las habilidades cognitivas humanas y sí las máquinas controlarán la seguridad internacional.
Por esa razón las grandes potencias han iniciado una confrontación global, sometiendo al mundo a una presión sin sentido. ¿Se podrá detenar la confrontación geopolítica y el retorno a la convivencia pacífica en un marco regulatorio de naciones “unidas” cojeante?, ¿llegaremos a cumplir el principio de Chejov: sí en el primer acto aparece una bomba nuclear, es imposible no utilizarla en el tercer acto?, ¿la destrucción del mundo será una idea hecha realidad? En el tercer mundo centroamericano, los graves problemas del mundo nos tienen sin cuidado.
[1] https://envivo.bancomundial.org/eventos/reuniones-primavera-2023-construyendo-resiliencia-reformulando-desarrollo
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