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Los arcontes de Xibalbá

Reflexiones

En la mitología quiche, Xibalbá o Xib’alb’a es el mundo subterráneo regido por las divinidades del mal y de la muerte: Hun-Camé y Vucub-Camé. El nombre Xibalbá se traduce como «lugar del miedo», lo que indica el terror que el lugar tenía en el imaginario quiché.

La lucha entre el bien y el mal ha sido una constante desde el advenimiento del ser humano a este planeta tierra. El bien y el mal ha sido sujeto de estudio por poetas, académicos, investigadores, religiosos y por filósofos que han pensado profundamente sobre la dicotomía existencial, bien y mal, del homo sapiens-sapiens.

Muchos seres humanos y pueblos enteros han sido víctimas de la maldad del mismo ser humano, como diría Hobbes “homo homini lupus”; en distintas épocas y registradas por la historia universal. Haciendo una retrospectiva en la línea de tiempo, podemos observar la crueldad de los sacrificios humanos en estas tierras antes de la llegada de los europeos, la santa inquisición que reino durante los siglos del obscurantismo con su enorme catálogo de torturas hasta llegar a la infame hoguera donde quemaron a cientos de miles de inocentes, llegando por ese proceloso camino a las grandes guerras en donde se manifestó en todo su esplendor la parte más salvaje de nuestro ADN con el lanzamiento de las bombas nucleares sobre Japón.

El mundo ha sido gobernado en un alto porcentaje de su historia por arcontes que son la encarnación del mal, que se han coludido para detentar el poder económico, político y social, y que han utilizado entre otras la crueldad, la represión, la injusticia, la corrupción y la impunidad para mantener a la mayoría de la población en condiciones de miseria, de abandono y de inequidad.

Guatemala es un triste reflejo de esta denigrante situación mundial, nuestro pueblo ha padecido durante siglos del ultraje y la exclusión, de la pobreza y la desventura. Hoy como ayer no vemos una luz al final del camino. Nuestro sistema democrático esta secuestrado.

Una entramada red criminal detenta el poder en todas las instituciones democráticas de nuestra república. De los últimos bastiones en caer bajo esta perversa alianza fueron la Universidad de San Carlos y la Procuraduría de Derechos Humanos. Hoy la prensa independiente está siendo atacada para enmudecer su voz.

Las cortes, suprema y de constitucionalidad, los organismos legislativo y ejecutivo, la procuraduría general de la nación, la contraloría general de cuentas y el ministerio público que en el sistema republicano coexisten para generar gobernabilidad debido a la aplicación de pesos y contrapesos hoy es un sainete ominoso.

La singladura por la que ha de conducirse nuestra amada Guatemala es demasiado azarosa, como se dice en el Popol Vuh “El camino hacia Xibalbá estaba plagado de peligros; escarpado, espinoso y por completo prohibido para los extraños”. La ciudadanía está en una condición catatónica, más de dos millones de jóvenes no están empadronados, lo que significa que en las próximas elecciones no votaran, demostrando su total indiferencia ante la situación del país, en las encuestas un cuarenta y cinco por ciento no sabe por quién votar si es que va a votar.

Los guatemaltecos de bien no podemos permitir que los arcontes coludidos para mantener el poder económico, político y social sigan manipulando a su antojo los hilos de nuestra institucionalidad, no podemos permitir que continue la cleptonarcocracia dirigiendo los destinos de Guatemala, la participación ciudadana es fundamental. Debemos ser como los hermanos gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, hagamos lo correcto. Que nadie se quede atrás.

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