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Competencia Humana

Petardo

Las poblaciones biológicas evolucionan gracias a cambios genéticos que corresponden a cambios en ciertos rasgos observables de los organismos. Los cambios genéticos incluyen mutaciones causadas por daños o errores de replicación en el ADN de un organismo. Al tiempo que la variación genética de una población deriva de forma aleatoria a lo largo de generaciones, la selección natural hace que los rasgos se hagan gradualmente más o menos comunes según el éxito reproductivo relativo de los organismos con esos rasgos.  La edad de la Tierra es de unos 4470 millones de años. La primera evidencia indudable de la vida en la tierra data al menos de hace 3500 millones de años, durante la Era Eoarcaica, después de que la corteza terrestre comenzara a solidificarse tras la época líquida del eón Hadeico. Se han encontrado fósiles de tapete microbiano en areniscas de 3480 millones de años en Australia occidental. Otra evidencia física muy antigua de sustancia biogénica es el grafito contenido en rocas metasedimentarias de 3700 millones de años halladas en Groenlandia.

Se estima que más del 99% de las especies que han vivido en la tierra –cuyo número supera los cinco millones– se han extinguido.  Los cálculos sobre el número de especies que actualmente pueblan la Tierra oscilan entre 10 y 14 millones, de las cuales se han documentado 1,2 millones, y más del 85% aún no se han descrito. Darwin adquirió una gran experiencia recabando y estudiando formas de vida de lugares lejanos. Gracias a estos estudios, formuló la idea de que todas las especies se habían desarrollado a partir de ancestros con características similares. En 1838 describió cómo se había producido este hecho mediante un proceso que denominó selección natural. La magnitud de una población depende de cuántos recursos dispone para su sustento.

Para que la población mantenga el mismo tamaño año tras año debe darse un equilibrio entre dicho tamaño y los recursos a su alcance. Puesto que los organismos producen más descendencia de la que su entorno puede sostener, no todos los individuos nacidos en cada generación sobreviven, y tiene que haber una competición por los recursos que favorecen su supervivencia. Darwin descubrió que no solo era la suerte la que determinaba esta supervivencia, sino que los organismos dependían de las diferencias o «rasgos» de cada organismo individual que favorecen o dificultan la supervivencia y la reproducción. Es más probable que los individuos bien adaptados dejen más descendencia que sus competidores peor adaptados, y por tanto, los rasgos que dificultan la supervivencia y la reproducción desaparecen tras varias generaciones.

Por el contrario, los rasgos que facilitan que un organismo sobreviva y se reproduzca se acumulan con el tiempo. Darwin se dio cuenta de que la desigual capacidad para sobrevivir y reproducirse puede causar cambios graduales en la población, y utilizó el término «selección natural» para describir este proceso. La evolución humana se entiende por el largo proceso de cambio, que se produjo en la historia, a partir de un ancestro común primate y a partir del cual, derivó nuestra propia especie, lo que hoy conocemos como, humano moderno.

La evolución humana es el proceso evolutivo que abarca todos los cambios biológicos y culturales que atravesó la especie humana hasta tener las características del ser humano actual. Este proceso también es conocido como proceso de hominización y está fuertemente vinculado a la teoría de la evolución. El ser humano actual ha evolucionado muy rápidamente y algunos investigadores científicos están queriendo hacer al humanoide computarizado, que afectara a la humanidad, si nos descuidamos.

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Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

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