Existe la poesía
Anotaciones
Bienvenida la inutilidad de la poesía, al cultivo desconocido de mundos, a sentires para construir con palabras lo que no se puede decir con ellas y, se me parte el alma a tanta belleza invisible, mínima al recrear huequitos de la comunidad, la Ermita de Jaris de estilo Victoriano, un domingo 23 de julio del año en curso del cantón de Mora Libertador.
Deambular en los caminos rurales e imagino en sus inicios con ritos ancestrales, montañas, ríos, piedras, árboles hablantes, con ese olor a tierra revuelta, hoy, con bosta, cascos de caballos, yuntas de bueyes y la calidez humana, abrazada siempre a la esperanza, al dios creador del colonizador cristiano y culto al patrono San Isidro Labrador.
Innegable al contacto humano camino sigilosamente, esos gestos me cautivan, unas manos vuelan al saludo con hombres ancianos con bastones labrados, mujeres lindas y pispiretas, hombres adultos y jóvenes recios, varoniles muy gentiles y la niñez corretea con los perros al calor ardiente y, se siente un extraño embrujo ancestral al cuidado de dos iglesias, con la derruida de grandes ventanales, cerrojos, majestuosa; saltan unos niños asombrados al escuchar mis monólogos y las parejitas enamoradas se sueltan de las manos y trato de no verles; lejana del bullicio, descalza el pasto me repasa una melancolía extraña y vuelve el sollozo, y siempre la misma pregunta… A moverse y a disfrutar del calor -me digo-, que hace su agosto en bocas sedientas y, voy directo al Salón Comunal por agua hervida para reciclar el mate sanador.
Tierra amada por sus habitantes resilientes y empáticos me agradecen, porque creen que soy parte del Equipo cultural de las Festividades de recuperación de la Ermita que necesitan preservar para su identidad cultural, sus tradiciones y el Patrimonio arquitectónico de la Ermita de Jaris; andan preocupados para que se hagan gestiones con las Autoridades y también se generen empleos e incentive la economía y la cultura del distrito empobrecido, es un clamor de un grupo de ancianos, de casi noventa años, lúcidos y educados, de trato afable y cortés, liderado por don Digno que nos cuenta: ‘’yo nunca he salido del lugar y trabajo en el campo y he visto que muchos jóvenes se van porque no hay empleo, y abunda las drogas, hay Nicaragüenses y Colombianos, lotes en venta y el autobús llega hasta la Ermita y, agrega que el lugar se llamaba Jairo, en honor al Cacique Huetar, pero, al llegar los colonizadores le ponen Jaris, porque, según, suena más bonito y, así, vamos todos los domingos a la misa y a la Casa Comunal para reuniones’’.
El y sus amigos mayores están emocionados por la Banda de Conciertos de San José y les invitamos al Recital Poético y aprovecho en presentarle al bisnieto del poeta Rubén Darío ‘’Príncipe de las Letras Castellanas’’, quien nos acompañaba y tuve la dicha de conocer antes de la pandemia por el amigo escritor nicaragüense Carlos Jarquín.
Las personas, familias llegan en cambote, las filas son inmensas para almorzar, las artesanías, medicinas naturistas, libros, adornos, dulces, bisutería, cosméticos, prendas intimas… lucen casi como un preámbulo de las fiestas Navideñas con precios módicos.
La avalancha humana se precipita con las carretas de lindas familias, niñas y ancianas montadas en el carruaje, los caballistas con sus potros y potrancas al paso armonioso, brioso vestidos de vaqueros, las yuntas vestidas con los cachos lustrosos y el cura con litros de agua bendita nos bañan y refrescan.
Los adultos jóvenes y muchachas montadas en el Altar de licoreras y otros llevan encaletados al bebé Rocamadour, banderísimas en botellas de fresco, chupan el güisqui dorado que parece un té y, los más zanahorias se empinan cervezas. Por un momento, un dejá vú y me viene Tabarcia de Mora y la cábala de cerrar los ojos tres veces no funciona, porque los personajes son de carne y hueso y ríen a carcajadas y, me pasan las botellas, al cual me niego al amparo de la justicia divina, siento a Pachamama… percibo sus intenciones aviesas y ladinamente me escabullo, pero, el Diego me llama ‘’ Venezolana, vamos a bailar’´ Siii y nos vemos ‘’Chamos los veo en el Recital y bailamos’’.
Ya está montado el lugar poético y halo una silla y, coordina las lecturas el poeta Ronulfo Morera Vargas, ‘’hablan las diosas y dioses ‘’, suenan truenos, rayos y centellas con lluvias megas madres torrenciales imparables, de sonidos a cielos partidos arriba y dentro en los corazones, de espacios invisibles en cada individuo resuenan sus luces e infiernos, no hay caso, se ama o no se ama, se embaraza o no y nada se oculta al fluir y las personas vienen al recinto, al Titanic al Arca de Noé y, pasar a ser a ‘’juro’’, un público cautivo al pleno recital y, unos aplauden, otros rechiflan, gritan bolserías risibles, pero, la mayoría se maravilla con las lecturas poéticas y, descubro a mis invitados, a los ancianos, a la jauría de Tabarcia en cacería con lindas chicas traviesas y, señoras mayores, jovencitas enternecidas de alcohol ‘’hasta que el cuerpo aguante’’ que medio sonríen y al ir hacia ellas no conocen el Acto de leer poesía: es vida luz e infierno, es el nervio de la música, la carne que se canta y así, nos reímos jugando con los chicos cazadores, miradas furtivas, noviazgos al paso, bocas arrebatadas, fermento deseante que siembran palabras semillas en sus corazones, en jóvenes amantes que escuchan y se abrazan, las niñas traviesas y frágiles siguen mas psicodélicas y huele al místico monte.
Reconozco amigos y conocidos y, el fondo musical del aguacero nos baila y tiemblo con las voces de mas de 500 personas o quizás mas, no sé.. es el afrodisiaco, efervescencia que levantan los brazos y voces de Ruben Darío IV, muchos se colgaban de las ventanas, sentados en el piso, de pie, escuchaban a juro, ese poema Fatal- que pensé se había olvidado al conversar en la iglesia, le contaba que es mi favorito- y bastó esa daga y moría y revivía en un masoquismo de ser poeta, con extremos y picos de infarto, seguía hechizada por mi poeta, por Andrés, Mariana, … en rondas de ebriedades y por un instante se congeló el tiempo al escuchar: ’’Dichoso el árbol que es apenas sensitivo/,y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,/no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo/ni mayor pesadumbre que la vida consciente./ Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,/y el temor de haber sido y un futuro terror…/y el espanto seguro de estar mañana muerto,/ y sufrir por la vida y por la sombra y por/lo que no conocemos y apenas sospechamos,/y la carne que tienta con sus frescos racimos,/la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,/ y no saber adónde vamos,/ ¡ni de donde venimos!… (Rubén Darío).
Al instante tuve una Epifanía, el pueblo ama la poesía; la humanidad necesita canto poético, somos juglares, rapsodas de pueblo en pueblo, en caballo, carretas caminantes gitanos llevamos el agua en cántaros de vino, somos Aquarium y nos esperan seres humanos sedientos de poesía, quieren recuperar sus almas, espíritus y no hay nada mas irreverente que una poeta o un poeta amante de verdades, que no soportan los devaneos del poder y la farsa y vamos a Emanciparnos y descolonizarnos y, si creo que la poesía salvará el mundo y cada humano no se enterrará a si mismo porque, al sentir el atisbo de las voces de diosas y dioses es imposible ceder a tormentas frágiles, y así el sol nos ilumina apretados en el Recinto móvil en aires sutiles del milagro convergente en diversidades al canto unísono del canto poético y voy al público cautivo que se ríen al verme y les cuento del decir poético ¿quién no ama hasta morir y reviven veces? Busco a las chamas y jóvenes, al Diego y les digo que la música el ritmo es la canción poética, que se baila y caemos mudas al miramos para y copular al aire en cientos de griteríos; la poesía si tiene público y este motivo es inolvidable al tratar de ser coherente hoy, y no poder decir lo que se siente y trato de rasguñar, cuanto quisiera ser ese instante eterno mi poeta para más nunca olvidar al cantar, al crisear y como, se huele la emoción real imaginada, ya no importa nada, nada es como lo soñamos, y solo es mirar, mirarte y adorarte siempre. El colectivo siente las emanaciones, vibraciones , misterios ,dolor, agonía, miedos agonía y sentires en fractales al comulgar sentimientos al unísono, subjetividades disímiles ante procesos de control social e irradia complicidades que son puentes para transmutar con poesía…
Es bien utilizar otra formas e instrumentar alternativas sin perder la esencia de la poesía con cantos, danzas, teatro, humor, máscaras, performance, actos circenses… atraerla mas a tierra, desnudarse a cielo abierto con experiencias propias y colectivas para transformar el yo poético en universal, y mas ahora con poemas ecológicos que resuenen al reinventar, en bucles, clic de corazones. Poetas uníos, somos rebeldes con causa, al abrir caminos, intuitivos, críticos con antenas al porvenir.

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