Mi programa de gobierno, Siglo XXI
Sueños…
En las últimas semanas escuchamos los remotos sonidos del mañana, presenciamos que muere una forma de organización medieval obsoleta desde hace siglos y empieza a nacer una nueva civilización.
¿Qué queremos?
Queremos un Estado moderno, plurinacional, eficiente, competitivo, honrado, en libertad, y que garantice el bienestar para la mayoría. La población desconfía de todos. Pero, podemos devolver la confianza en la unidad de la sociedad sí respondemos a sus demandas. La gente quiere una vida más larga y de calidad, con atención a sus problemas de salud, una educación de calidad para todos en primaria y secundaria, una mejora en su poder adquisitivo, tener el control de sus propias vidas.
Los pasos para una mejor sociedad:
- Generar ambientes en los que todos esperen y reciban un trato justo. Una educación primaria y secundaria para todos. Premios e incentivos para el esfuerzo y la creatividad.
- Un sistema eficaz y accesible. Las nuevas tecnologías deben concentrarse en una educación para enfrentar el mundo moderno. Todos tienen que tener acceso a las tecnología y la informática moderna. La educación no tiene que basarse en conocimientos memorísticos. Se debe premiar la curiosidad, el pensamiento crítico, el disentimiento.
- La protección de salud, de calidad para todos. Con proyectos de cuidado de la vejez y el retiro con dignidad para todos.
- Fomentar la cultura que promueva el potencial creativo de toda la sociedad.
- Promover el poder de las minorías conviviendo en mayoría.
- Crear una cultura de paz adversa a las armas
- Crear un istmo exento de armas, violencia, drogas.
El sueño de la mayoría
Queremos construir un mundo nuevo en donde tengamos un gobierno basado en leyes y reglas equitativas, y no el gobierno de personajes oscuros tras las bambalinas del poder. Queremos un gobierno basado en una carta de derechos fundamentales del ciudadano. Queremos un mundo nuevo que nos permita pensar, expresar opiniones contradictorias, por necias y erróneas que parezcan, sin el temor de ser reprimidos. Queremos expresarnos sin temor a la censura.
En este mundo nuevo, basado en la tecnología y las comunicaciones, queremos un gobierno de libertad, que su principio esencial sea amplia la carta de derechos basados en el gobierno de las minorías y con una estructura de gobierno capaz de tomar decisiones inteligentes y democráticas que garanticen la supervivencia en un país del siglo XXI.
En 1808 Napoleón intentó transformar Europa en un continente basado en las ideas de libertad, invadió España y destruyó el imperio español. En América tardamos varias décadas en comprender el cambio de sistema mundial y solo nos alcanzó para reconstruir caricaturas de gobiernos capitalistas semifeudales. Luego, a partir de 1848 se fortaleció el capitalismo como sistema hegemónico mundial, con todo su poderío de modernización intelectual y científica, y sus permanentes crisis periódicas, para deshacerse de lo obsoleto y modernizar lo nuevo.
Hasta hoy la sociedad no se enfrentaba a un cambio radical. En el momento actual el concepto tradicional de familia está en crisis, la cantidad de seres humanos es tan abundante que supera las capacidades de recursos del planeta, la familia reproductora de seres humanos es obsoleta, se necesita una familia, que reduzca la cantidad de humanos y mejore sus valores y formas de convivencia.
Pero, no solo la familia está en crisis, también el sistema productivo. La capacidad de producción y de avance tecnológico es tan grande que se puede exterminar las condiciones de vida del planeta en pocas décadas. El sistema político ha perdido credibilidad, ya no tiene ningún respeto por parte de los ciudadanos, la corrupción y la ineficiencia de las instituciones públicas requiere una reforma profunda. La política ha perdido la confianza del pueblo.
La crisis del capitalismo no procede de su fracaso como sistema productivo, sino de sus éxitos y su maravillosa capacidad de resiliencia. El capitalismo sale fortalecido de cada crisis. El tema es que está llegado a su techo. Su capacidad infernal pone en riesgo la vida en la Tierra. Y, solo el puede salvarse a sí mismo. Los entuertos socialistas de toda laya han fracasado y son simples parches para cambiar unos dirigentes por otros. De todos los humanos, que somos parte del capitalismo depende que la crisis actual sea el fin de la prehistoria o el fin de la humanidad.
Un ejemplo que obliga al cambio
Es significativa la desviación del poder en nuestras vidas. Por ejemplo, en Guatemala actual, los esfuerzos del ministerio público, del poder ejecutivo y de parte del poder judicial por cambiar el resultado electoral quedan en completo ridículo. Es pasmosa la pasividad e ignorancia del poder legislativo. Alcaldes electos, supuestas autoridades locales, que tienen que ser imparciales se pronuncian por uno u otro candidato o candidata, profundizando la incredulidad ciudadana.
Con estas acciones se profundiza la creciente opacidad del poder de estructuras formales -congreso, poder judicial, ejecutivo, municipios, etc.-, y surgen una gran cantidad de grupos electrónicos independientes, que junto a medios de comunicación en redes terminan influyendo en una masa de la población descreída y sin un norte de unidad estatal claramente establecida.
Para mantener la unidad social, en una sociedad fragmentada en múltiples naciones, grupos de poder, grupos corporativos con poder y habitantes orientados por miles de influencers, es necesario construir un nuevo sistema de valores que permitan mantener en pie a la sociedad en un período de cambios vertiginosos, total desilusión y conflictos fratricidas sin ningún control más que la ignorancia y las ansias de poder limitados al control efímero de unos dólares más. Se necesita con urgencia un enfoque coherente para el siglo XXI.
Uno de los peores ejemplos, es la pérdida de la vergüenza nacional. Para los chapines y sus dirigentes no es vergonzoso ocupar los últimos lugares en el mundo en los índices de desarrollo social. Según medios de comunicación, uno de cada cuatro guatemaltecos solo hacen un tiempo o dos tiempos de comida al día. Junto con Haití y Honduras, y a la par de los más pobres de África, Guatemala es ejemplo de pobrezas extrema, que se convierte en una elevada inseguridad alimentaria, que provoca enormes brechas de estatura y peso en promedio de la población.
Los indicadores mencionan que en 18 departamentos en donde la población tiene dificultades para alimentarse. Solo en 4 la población se alimente un poco mejor. Según datos de organismos y de prensa 4.3 millones de personas no tienen capacidad de alimentarse bien. Los datos afirman que más de 600 mil están en una fase de emergencia, que los convierte en discapacitados permanentes o cercanos a la muerte. La desnutrición afecta una gran parte de la población infantil menor a los cinco años.
Las crisis mundiales contribuyen a un viraje
La pandemia del covid-19, el conflicto ucraniano, el debilitamiento de liderazgos mundiales y el descontrol de la inflación vienen afectando los problemas internos. Aumenta el alza en el precio de los granos básicos, los combustibles y fertilizantes generando nuevos riesgos para una población con hambre. Y el remate es la crisis en la producción de alimentos que se está generando por el fenómeno del niño.
La educación en Guatemala es un fracaso de Estado
Los datos oficiales indican que en Guatemala la cuarta parte de los niños y adolescente no asisten a la escuela ni al colegio. La educación en este país es un privilegio para minorías. De la minoría que asiste a la escuela solamente el 40% tienen las habilidades esperadas en matemáticas, lectura y escritura. Un margen demasiado pequeño para enfrentar un mundo bajo cambios tecnológicos.
El tema se agudiza por la discriminación racial tradicional, que hasta hace muy poco comenzó a reconocer una realidad palpable, el país es plurilingüe y multicultural. Y, sin español la educación es elitista y discriminatoria, en el resto de idiomas está casi que abandonada. Un primer paso del nuevo gobierno sería asignar constitucionalmente el 10% del PIB a la educación primaria y secundaria. Con el fin de mejorar la infraestructura física, la calidad tecnológica, materiales 5-g y mejores recursos educativos; principalmente dedicados a las áreas rurales y sitios de riesgo del área urbana.
Alea iacta est
En una semana sabremos cuál es el grado de madurez de la ciudadanía chapina y de las instituciones del país. Ojalá que nos atormente más el presente, ni el pasado. Y que esta sociedad encuentre el camino de la paz, la convivencia y el bienestar compartidos.
