Los 48 cantones… y medio
Teorema
El departamento de Totonicapán tiene una extensión territorial de 1,061 km2 (1% del país) y su cabecera, el municipio del mismo nombre tiene 274 km2 (ocupa 0.25% del territorio nacional). Está a 2,500 m sobre el nivel del mar, mil metros más alto que la ciudad capital, y 170 m más que su vecina Quetzaltenango.
Según proyecciones del INE, en 2023 el municipio de Totonicapán lo habita 123 mil personas. La mayoría (54.4%) son mujeres. El padrón electoral de 2023 registra a 27 mil hombres y 30 mil mujeres para un total de 57 mil personas, que representan 0.76% del total nacional. (menos que la centésima parte). En su organización política, las mujeres son discriminadas. Únicamente aquellas que muestran tres o cuatro veces más méritos que los hombres son tomadas en cuenta. A la fecha, sólo Carmen Tacam en 2012 (entonces de 27 años) ha presidido la organización de Los 48 Cantones.
Según SEGEPLAN, el municipio de Totonicapán lo forma una ciudad, 6 aldeas y solo 33 cantones. El número de estos últimos, sin embargo, parece crecer constantemente. Este año, los medios de comunicación han hecho continuas referencias a Los 48 Cantones, pero ese número parece ser solo parte de un nombre. Alejandro Chan, experto en el tema, asegura que ya van por 52.
A finales del siglo XIX, se produjo un cambio significativo en la organización política y social de Totonicapán. La constitución de 1879 introdujo la administración del municipio con base en un alcalde y su corporación municipal, reemplazando así a las autoridades indígenas existentes hasta entonces. La municipalidad indígena quedó relegada a un segundo plano, bajo la supervisión de un regidor designado por la Municipalidad. Empero, la comunidad de Totonicapán aduce que resistió y preservó sus tradiciones y sistema de autoridad comunal. Esto debe interpretarse como un acto de sedición respecto de esa Constitución y las que le siguieron incluso la actual, que conformó la Sexta República de Guatemala.
Al principio, los alcaldes auxiliares actuaban como intermediarios entre los diferentes cantones y la Municipalidad. Con el tiempo, fueron desarrollando nuevos derechos colectivos que terminaron siendo reconocidos por el Organismo Ejecutivo, que no comprendió que de esa manera exponía la institucionalidad de la República. El artículo 203 del proyecto de reforma constitucional propuesto por la CICIG planteaba que las autoridades indígenas debían ejercer funciones jurisdiccionales con sus propias instituciones, normas, procedimientos y costumbres. Esto daría rango constitucional a los actos jurídicos de Los 48 Cantones y a otros “pueblos indígenas ancestrales”.
La tercera sección de la Constitución (artículos 66 a 70) otorga garantías y privilegios especiales a las comunidades indígenas. Entre ellos, pleno respeto a su forma de vida, costumbres, tradiciones, organización social, idiomas y dialectos. La propiedad de tierras comunales reconocidas durante la colonización en 1524, 1526 y 1536 es respetada en la actualidad, se las exonera de impuestos y reciben protección especial del Estado. Empero, de su interés original en preservar su identidad cultural, Los 48 Cantones hanpasado a crear una legislación propia, juzgados indígenas y tener dirigentes que no aceptan la autoridad del Presidente de la República como Jefe del Estado de Guatemala y representante de la unidad nacional.
En cambio, Los 48 Cantones se describen a ellos mismos en un texto cuidadosamente desarrollado que textualmente dice lo siguiente:
“En la actualidad, debido a la resistencia y la lucha de sus líderes y mártires, Los 48 Cantones cuentan con un Sistema de Justicia propio, establecido por las Asambleas Comunales, que administra el servicio en pro del bienestar y la paz. Este sistema no entra en conflicto con las leyes y las instituciones estatales, por el contrario, colabora de manera respetuosa con la cultura, las normas y las autoridades locales, coordinando acciones en beneficio de Totonicapán”.
“En cuanto a su organización, el sistema se fundamenta en la democracia y la representatividad. En cada comunidad, aldea y cantón, se eligen Autoridades Comunales cada año. Estas autoridades no solo resuelven conflictos y protegen a las personas y sus bienes, sino que también gestionan servicios públicos, proyectos de desarrollo comunal y promueven la armonía y el desarrollo material y espiritual en las comunidades.”
“Además de las Autoridades en Los 48 Cantones, existe una Junta Directiva Comunal compuesta por nueve miembros, que lidera el sistema. También hay cinco Juntas Directivas adicionales, elegidas entre líderes de las 48 Comunidades, encargadas de tareas específicas, como el resguardo del patrimonio histórico, la conservación de bienes y recursos naturales, y la administración de baños comunales de agua caliente.”
Empero, historiadores y otros expertos consideran que tal visión solo representa lo que desean que el resto de la población piense sobre ellos. Aseguran que, en los años 70, el Ejército Guerrillero de los Pobres ―EGP― infiltró su organización y la dirigió hacia fines distintos de preservar su identidad cultural y buscar su desarrollo comunitario. Algunos hechos les dan la razón: En la Cumbre de Alaska y en Cuatro Caminos han ocurrido diferentes actos violentos, bloqueo de carreteras y ha trascendido la inmolación de personas sin juicio previo. Lo más reciente aconteció en octubre de 2023 cuando consiguieron detener a todo el país y poner bajo sitio a la inmensa mayoría de cabeceras municipales, aldeas y caseríos del país. Algunos pronunciamientos de sus líderes desafían abiertamente el imperio de la ley, llegando a manifestar que todo el país habrá, en un futuro cercano, de acogerse al ordenamiento de ellos.
Los acontecimientos de octubre 23 consiguieron atemorizar a muchas personas. La organización mostrada, fue impresionante. Se arguye que corrió mucho dinero, lo que necesariamente tuvo que suceder. Pero también es cierto que hubo una logística y coordinación superior. Ninguna institución del Estado es capaz de montar un operativo semejante, que sea exitoso y poder mantenerlo durante tanto tiempo. La guerrilla, en su mejor momento, fue incapaz de algo así.
¿Fueron acciones planificadas, coordinadas y ejecutadas por Los 48 Cantones? No lo creo. Ellos tienen, a lo sumo, unos 25 mil varones (los no empadronados son menores de edad, además ancianos, enfermos y discapacitados) y algunas mujeres. ¿Pueden 4 personas atreverse a enfrentar a mil? Además, la autoridad de Los 48 Cantones se circunscribe a Totonicapán. Carecen totalmente de autoridad sobre los pobladores de Zacapa, Izabal, Petén, Escuintla… ¿Fue el EGP, el CUC, la URNG? No lo creo. Si no pudieron hacerlo cuando tenían poder, antes de ser diezmados por el Ejército Nacional ¿cómo conseguirlo ahora cuando son pequeños grupos dispersos?
¿Dónde estaba el CODECA en octubre pasado? Y la señora Cabrera ¿por qué no se supo de ella? En último momento hizo su aparición Daniel Pascual, posiblemente el exguerrillero indígena más conspicuo y con mayor preparación (se dice que el señor Pascual conoce mejor Suecia, Alemania, Noruega y Holanda que Jalapa, Jutiapa o Zacapa). Su discurso fue fuerte, amenazador, temible… Pero fue un disparo en la noche, no volvió a aparecer.
No tengo la respuesta y no me atrevo a hacer conjeturas sobre quien haya estado detrás de todo esto. Pero me parece que no fueron Los 48 Cantones. Pienso que a ellos les pidieron sacar la cara y lo hicieron con el mayor de los gustos ya que así quedaron posicionados como una fuerza beligerante de importancia en el país. Además, los europeos deben estar encantados con su narrativa de pueblo autóctono que enfrenta la explotación a que han sido sometidos durante 500 años. Ese romanticismo ya fue expuesto antes, cuando en 2007 la señora Menchú se presentó por primera vez a una elección presidencial pero solo obtuvo 3% de la votación.
Resumo: Me parece que, en octubre de 2023, la participación de Los 48 Cantones no fue sino un gran bluff, como dicen los jugadores de poker.

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