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La política y la religión

Petardo

Teodosio el Grande fue el último soberano que gobernó a la vez la mitad occidental y la oriental del Imperio romano, en las que impuso el cristianismo; con él terminó la difícil coexistencia entre la nueva religión y el paganismo.

Teodosio demostró una gran visión política al unificar religiosamente al Imperio. La religión era un componente esencial del Estado Romano. Teodosio fue intolerante en materia religiosa, no sólo dentro del cristianismo. Desde el primer momento de su gobierno dictó algunas leyes contra el paganismo. (Flavio Teodosio o Teodosio I, llamado el Grande; Cauca, Hispania, h. 346 – Milán, 395) Emperador romano que impuso el cristianismo como religión oficial y dividió el Imperio entre Oriente y Occidente. Teodosio adquirió experiencia militar combatiendo en Gran Bretaña bajo el mando de su padre. ¿Cuál era la religión de los romanos antes de Cristo? Su religión politeísta es conocida por haber venerado a muchas deidades.

La presencia de los griegos en la península itálica desde el principio del periodo histórico influyó en la cultura romana, introduciendo algunas prácticas religiosas que se convirtieron en fundamentales, como el culto a Apolo. A menudo se daba a los cristianos la oportunidad de evitar más castigos ofreciendo públicamente sacrificios o quemando incienso a los dioses romanos, y los romanos los acusaban de impiedad cuando se negaban a ello. La negativa fue castigada con arresto, prisión, tortura y ejecuciones. Según la leyenda, Constantino el Grande obtuvo la victoria sobre su rival Majencio tras tener una visión de la cruz de Cristo y dotar a sus ejércitos de este símbolo como estandarte. Fue el primer emperador que se convirtió al cristianismo. A la muerte del emperador Teodosio, que había dado muestras excepcionales de justicia y de valentía, sus dos hijos se repartieron su imperio: Arcadio, el primogénito, gobernó la parte oriental, mientras que la occidental quedó en manos de Honorio, el más joven.

Entre las religiones más importantes de la antigüedad encontramos: la mesopotámica, la egipcia, la griega y la romana; todas ellas desaparecidas. En todas encontramos elementos comunes: – Eran politeístas y creían que los dioses intervenían en la vida diaria. – Creían en la vida después de la muerte. Los primeros seguidores del cristianismo fueron judíos o prosélitos, comúnmente denominados judeocristianos y temerosos de Dios. Según la documentación del Imperio, la primera gran persecución tuvo lugar bajo Maximino el Tracio, aunque sólo afectó al clero. No fue sino hasta Decio a mediados del siglo, que una persecución de los cristianos laicos de todo el Imperio se llevó a cabo. El cristianismo se originó en la provincia romana de Judea, con una sociedad predominante pero no enteramente judía, con las filosofías tradicionales diferenciadas del pensamiento griego clásico dominante en el Imperio romano en ese momento. El emperador romano Teodosio I el Grande, a la edad de 45 años –tres antes de fallecer–, prohibió totalmente el paganismo e impuso el cristianismo, la religión llegada del Próximo Oriente que no había dejado de ganar terreno, sobre todo desde el reinado de Constantino a principios del siglo IV. Teodosio, no en vano llamado el Grande, nacido en lo que hoy es Segovia, estuvo al mando de aquel colosal imperio desde el año 379 al 395 d.C.  Tras la sorpresiva por inesperada derrota romana en Adrianópolis a manos de los visigodos, comparable en gravedad y consecuencias a la de Cannas o Teutoburgo.

Teodosio como emperador, vivió la mayor parte de su vida en Constantinopla, donde se conserva un gran obelisco denominado de Teodosio, además realizó grandes reformas en la ciudad como la remodelación del foro tauri o del toro que se convirtió en la mayor plaza pública de su tiempo.  Lamentable que en esta época y en Guatemala algunos cristianos no sepan de Teodosio.

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Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

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