Guatemala en su laberinto
Sueños…
Javier Milei, un claro opositor a las fuerzas políticas tradicionales de Argentina obtuvo un clarísimo triunfo presidencial en el balotaje, con un 56% de votos, y tomará posesión de la presidencia en menos de un mes, el 10 de diciembre. Bernardo Arévalo, un demócrata que ofrece reformas para sacar a Guatemala de la pobreza obtuvo, también, un clarísimo triunfo con el 58% de votos en el balotaje, en un país en donde reina el oscurantismo nadie sabe sí el ganador electoral tomará posesión del cargo o irá a la cárcel.
Se confirma que en Guatemala nunca se logró crear una república. Solamente un Estado fallido, pues no representa a la mayoría de la población, que es excluida de la toma de decisiones y no se le toma en cuenta para diseñar las funciones del Estado. Este Estado fallido funciona desde la época de la llamada independencia de 1821, fue interrumpido brevemente por la llamada revolución de octubre de 1944 que intentó realizar reformas liberales que modernizaran el país, al igual que lo realizado en Costa Rica entre 1940 al 48. Sin embargo, en medio de la guerra fría el proceso fue suspendido al derrocar por la invasión mercenaria planificada por Estados Unidos en 1954.
Estamos en medio de un mundo en crisis. Al cambio climático que amenaza con violentos cambios en los desastres naturales le siguen, las guerras en donde no se tiene en cuenta ni la vida ni el medio ambiente. Gaza, Ucrania, Azerbayan, Argentina nos muestran un mundo en crisis política y social.
La forma en que los grupos de narco y los países enfrentan los problemas y las desavenencias muestran a un ser humano cada vez más violento. Los crímenes del narco y sus aliados (bancos nacionales y transnacionales que lavan dinero, militares que utilizan su fuerza para obtener nuevas riquezas, políticos que se venden al mejor postor), apuestan por el uso de la violencia y las armas generando temor, incertidumbre en un mundo más inseguro.
La CEPAL nos muestra, que para la región de Mesoamérica tenemos varios problemas socio-económicos que nos afrentan. Por ejemplo el desempleo tiende a recorrer la región.

Fuente: Cepal. Una mirada a los países del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, 2023
Mientras se pierden tiempo y recursos en una confrontación banal e innecesaria, en la región se acumulan más problemas. La informalidad, con su doble cara, por un lado muestra trabajadores sin derechos, sin salario mínimo, sin prestaciones sociales, sin una pensión en el futuro; por otro lado la única alternativa de empleo para inmensas masas de la población. La Cepal, que “la informalidad laboral es un fenómeno estructural de las economías de América Latina”, especialmente en la región de Mesoamérica forma parte. Cuando te acompañan las desdichas, no vienen solas.
Al caer sobre nuestros lomos la crisis de la pandemia del Covid-19, en muchas naciones en que se detuvo la producción y el comercio, el sector informal jugó un papel de amortiguador ya que permitió el traslado al sector informal parte de los trabajadores que quedaban cesantes. Sin embargo, la indefensión por parte de los Estados, en Mesoamérica los trabajadores no tuvieron ese refugio.
Según la Cepal, aunque la realidad puede ser peor a los datos, ya de por sí es crítica. La informalidad en 2021 abarcó en Colombia el 63,2% del empleo total, Panamá el 55,7%, en México el 57,1% y un 40,8% en Costa Rica; en 2020 El Salvador registró un nivel del 68,5% y Guatemala del 79% en 2019. De allí que el desempleo pareciera bajo en Guatemala y El Salvador, cuando la realidad muestra que cerca del 80% de la población trabaja en condiciones de abandono y sin protección.
A los analistas les llama la atención que tanto los países con poder militar, como los países importadores de armas, para sus fuerzas “armadas” o para la delincuencia organizada, generan enormes recursos a la industria militar de los países desarrollados y productores de armas. La industria armamentística genera amplias ganancias surtiendo al narco, la corrupción y ejércitos de países pobres.
Por otra parte, los intereses comerciales para abastecerse de materias primas, energía y votos favorables en la ONU, hacen que los países más potentes se hagan de la vista gorda ante violaciones de las leyes, las matanzas y la violencia generalizada. En general, tanto la diplomacia, la ONU y los valores democráticos están perdiendo prestigio por su incapacidad para enfrentar los grandes problemas del mundo, así como su incapacidad de frenar las violaciones a los derechos humanos y la protección del ambiente.
Además, un país que vive en la incertidumbre y el caos, de no respetar las mínimas condiciones de convivencia pacífica y equitativa corre otros riesgos. Por ejemplo, ante la baja productividad nacional, muchos países tienen que recurrir a la inversión externa para generar nuevos procesos productivos y de comercio. Según informe reciente de la UNCTAD (2021), en los últimos años hay menores flujos de inversión en actividades con un uso intensivo de las cadenas de valor mundiales. Mientras que el turismo es el último recursos que les queda a los países, en donde, además, el sector de recursos naturales (minería e hidrocarburos) provoca amplios rechazos en la población, como son los casos de Guatemala, Panamá y otros países que no quieren permitir ser saqueados impunemente de nuevo.
El capitalismo vive de paradojas. Para crecer e invertir hay generar capital, y si un país no genera ahorro o inversión propia, pues vive de grandes extensiones de terratenientes con mano de obra sumisa y mal pagada, entonces se necesita la inversión extranjera para sobrevivir. Al contrario, la inversión extranjera le quita al país la posibilidad de acumular capital y crecer. Según la UNCTAD, en 2020 la inversión extranjera directa se redujo en un 35%, una caída mucho más pronunciada que en la crisis financiera de 2009 (-17%). En América la caída fue mayor, del 45% y en la subregión de Mesoamérica del 29,1%, la UNCTAD menciona el contraste con el aumento del 3,8% en Asia. En la región la disminución fue dramática, la caída más pronunciada la tuvo Panamá (-86,4%), seguida de El Salvador (-68,6%) y Nicaragua (-63,8%); aunque el menor descenso se registró en Guatemala con el -6,2%, con el caos actual podría ser mayor (UNCTAD, 2021; BID, 2021).
La formación bruta de capital muestra el nivel futuro de inversión para un país. Una característica negativa de América Latina y el Caribe es que el nivel de la formación bruta de capital como porcentaje del PIB se ha situado por debajo de otras regiones del mundo. Lo que significa un paso muy lento en la competencia con esas otras regiones. La Cepal indica que por país, Guatemala se ubicó con el menor nivel, con un 14,1%, seguida de El Salvador y Costa Rica con un 17,2% y un 17,8% Panamá sobresale en este aspecto al registrar un coeficiente del 36,1%, seguido Dominicana con el 25,8% Si se compara este indicador con algunas economías de Asia, China alcanzó un 42,3%, e Indonesia el 32,1%.

Fuente: Cepal. Una mirada a los países del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, 2023
Insistir en que respetar un resultado electoral puede abrir paso al diseño de una estrategia, que entre otros temas busque que se alcance el promedio de cobertura de internet para la población de América latina.

Fuente: CEPAL. Institucionalidad social en América Latina y el Caribe, 2023
La otra vía, el hacer saltar el procesos electoral, e imponer la dirigencia por la fuerza, como las mejores dictaduras de la región provocará ser, como siempre los últimos en los indicadores sociales.
Fuente: CEPAL. Institucionalidad social en América Latina y el Caribe, 20233
En medio del maremágnum de informaciones y falsas acusaciones, el INACIF, señala que “no se encontró evidencia concreta con características lingüísticas que connotaran o implicaran que las personas indicadas por la fiscalía indujeran directamente a estudiantes, trabajadores o personas que tienen y/o tenían tomada la Universidad de San Carlos a continuar con la toma de dicho centro de estudios”.Veremos cual es el final: si una insufrible tristeza o la invencible alegría de un país que retoma su rumbo de progreso y unidad.

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