
Gobernabilidad y pacto
Vocación de Libertad
En materia política y más aun de lo que debería ser el ejercicio de la Nueva Política para y en Guatemala, hemos de entender la idea de gobernabilidad como una característica y virtud propia del Sistema Democrático, ser gobernable. Por supuesto, gobernable dentro de las reglas del juego que la Carta Magna define y que, en caso de conflictos, se atiende la ley dentro del sistema jurídico que, en último caso, siempre apegado a las Constitución Política de la República y una sólida hermenéutica jurídica, los jueces constitucionales dirimen.
Es en este marco conceptual que, con posterioridad al triunfo de Semilla publique un artículo en el que planteaba dentro de la lógica que el binomio electo – y por el cual vote – la necesidad de un Pacto de Gobernabilidad y para el cual a manera de recordatorio cito el marco de pensamientos en torno al cual deben ponerse premisas muy claras de cara a lograr confianza y credibilidad entre una sociedad ya cansada del abuso, el engaño, la hipérbole y las usuales falacias muy acostumbradas entre los políticos. Cinco premisas son las que deben privar:
Primer premisa: En todo momento y para todo acuerdo, debe tenerse como marco de referencia la vivencia de nuestro Estado de Derecho claramente definido por el marco de nuestra Constitución Política de la República. Nada seria más contradictorio al propósito de un Pacto de Gobernabilidad, que querer hacer a un lado el texto constitucional y las leyes vigentes en el país. Esto igualmente obliga a que todo aquello que en la actualidad este fuera dé este marco de referencia, deba antes ponerse en su debido orden: Elección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia por ejemplo. (a estas alturas, este a fue un punto resuelto en tiempo récord y condiciones siempre sospechosas)
Segunda premisa: Cero acuerdos con quienes hasta ahora han sido parte de la corrupción imperante en todos los ámbitos claramente identificados y puesta en marcha de mecanismos jurídicos posibles para establecer procesos penales y civiles de ser necesarios para que aplicando el debido proceso se persiga a quienes, ya identificados en los diferentes sectores del Estado, de la iniciativa privada, de la sociedad civil y de cuanto sector lo justifique, se proceda a la brevedad del caso. El Colegio de Abogados, la Academia del Derecho y las organizaciones mayas encargadas del ejercicio jurídico en sus comunidades, bien podrían ser aliados en esta gesta nacional.
El mejor ejemplo de lo que no es tolerable hacer, aunque se converse con el diablo, es el modelo de acuerdos que Bukele ha llegado tener con las maras del El Salvador, aun y cuando esto compre espacios de tranquilidad temporales, porque mientras la justicia no se aplique en todo su rigor con quienes han delinquido, no es posible lograr un nivel sostenible de paz estructural en el tiempo. La paz es fruto de la justicia.
Tercer premisa: Gabinete del nuevo gobierno que genere máxima certeza para terminar con la impunidad y la incapacidad de gestión. Debe ser presentado antes de la toma de posesión del 14 de enero, con detalle de las credenciales que acrediten a los profesionales escogidos para formar parte del mismo. Será la primer muestras de confianza que evidencie un equipo técnico profesional, con integridad y sustantivas convicciones éticas y morales para el gobierno entrante.
Cuarta premisa: Incorporación de sectores de la sociedad que agreguen valor de representatividad generadora de confianza, credibilidad desde la sociedad civil y en los que se tenga claro reconocimiento de una VERDAD histórica: Guatemala es una sociedad plural y tal cual la definen los Acuerdos de Paz firme y duradera; es una nación multilingüe, multicultural y multiétnica, reunida orgullosamente en una sola nación guatemalteca.
Quinta premisa: Radical compromiso de descentralización y desconcentración en el ejercicio del presupuesto de la nación para generar certezas en el esfuerzo por atender la emergente situación de áreas del país en donde cada día que pasa son muertes reales y seguras por problemas de hambre, desnutrición y falta de servicios de salud básicos y esenciales.
Hoy viene al caso, impulsar con vigor la idea de este pacto de gobernabilidad o como le quieran llamar – El Dr. Mulet propuso su ABC Acuerdo Básico de Consenso – y al haber participado en el evento realizado bajo los auspicios de Prensa Libre el 23 de noviembre pasado en un conversatorio en el que dos guatemaltecos a quienes no podemos regatear su talento, su experiencia, su actitud, su guatemalidad y voluntad desde una Nueva Política, ambos creo haber percibido, uno por Semilla y otro por Cabal, coincidieron en la necesidad de trabajar desde ahora por este gran acuerdo al que hemos de llegar. No. Hay otra salida. Felicitaciones a Prensa Libre y su equipo, así como a los Diputados electos Julio Héctor Estrada de Cabal y Jonathan Menkos de Semilla.

Le invitamos a leer más del autor:
Descubre más desde El Siglo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.



