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Al ritmo de Rumba Chapina en la política local

Zoon Politikón

¿Y cómo está la cosa vos? Pues está a ritmo de rumba… pero rumba chapina, muy peculiar vos, muy animada; solo mira todo lo que está pasando y me dirás si no.

La confrontación esta que hierve, así como el ponche que saca el calor que se necesita para combatir a ese frío criminal, típico de la competencia por la guayaba; y para que sea un buen ponche necesita de piquete, pues también se le pone con esta lucha desleal en donde ya nadie se respeta, actuando a lo más marrullero posible. El escenario está salpicado de esos vientos fuertes que penetran hasta los huesos pues la intensidad del enfrentamiento ya no se limita a debates o simples discusiones políticas, sino llega a utilizar cualquier piedra a la mano, cual puya de tortilla tiesa… baje el canasto seño, yo le detengo al niño, y dele duro, péguele en el hocico, jálele la trenza; ¡hay perdón es que me encantan las trompadas!

La cosa esta animada, pues lo que menos hay es armonía de alguna clase; por el contrario, abunda la traición y la falta de escrúpulos ya que los actores nacionales de la política se venden al mejor postor, ya sea este nacional o mejor si es extranjero – paga mejor -, disque, lo que no sabe es cómo se lo van a cobrar. Las aguas están agitadas y al menor paso en falso se cae al mar en donde los tiburones del espectro de la política, los espera para devorarlos con feroces mordidas sin importar el dolor que se cause.

¡Sabor…! ¡azúcar…¡ usted diviértase pues, aunque la fiesta no es gratis, solo queda disfrutarla y reír por no llorar, ya que nos sacaran hasta el modo de andar, dice el suegro, pues alguien tiene que pagar la pachanga, incluyendo los platos rotos.  – Quiere bailar mi reina, le prometo que vamos a barrer la pista – dicho y hecho, la agarró como escoba limpiando con ella; hay mi patria querida, como somos de ingratos contigo. Las condiciones actuales vienen plagadas de cambios, pero no de los que la mayoría desea o espera, no son de estabilidad, todo lo contrario, traen desorden y falta de coherencia en el proponer, en el actuar y en el reaccionar.  Aquel entusiasmo al momento de ir a votar lleno de ánimo y deseo de participación, murió con una burda y efímera celebración siendo sobrepasada por la realidad compleja de no saber que paso seguir al bailar esta rumba chapina.

El escenario se llena de colorido y olor fétido con la presencia de actores diversos a cuales mejores… eso sí, todos de la gama de los necrófagos, que se alimentan de lo muerto e inmundo: buitres, chacales, coyotes, chuchos y el peor de todos, las hienas; estos últimos se lucen con nombres pomposos para distinguirse mejor en su especie, por ejemplo los Almagro, los descendientes de los Attias, los Mulet que se pliegan al mejor postor; los hay también de lares más lejanos de clanes variados como los Glynn; pero no faltan algunos plebeyos, tontos útiles a la causa, pero al fin útiles.

Conforme se acercan las catorce del catorce, todo es más incierto por el torbellino y la agitación que causan los fuertes vientos producto de la incertidumbre en donde la letra más entonada es “ese muerto no lo cargo yo, que lo cargue el que lo mato…” y si para ello hay que saltar del barco y renunciar a la secretaria general, pues hay que hacerlo, total – el fin justifica los medios -, y que no esperen que aclare si se hizo chanchullo o no, pues lo que importa es llegar al hueso, con elecciones, turbias o claras… eso ya no importa – hay que tomar el poder – arreglando las maletas en el camino y por favor no estorben el paso, córranse porque atrás hay lugar… Es que yo no sé bailar joven, no se preocupe seño, yo le enseño, usted solo sígame, la opinión, que el desafío de echar a perder este país es mi asunto; péguese bien al mejor estilo del Samayoa que molotov en mano dice que es para iluminarse, y que bajo el amparo de toda la semilla oficiosa dicen, que dicen que van a defenderlo a como dé lugar, aunque para ello aleguen que la autonomía les da estatus de un Estado diferente en donde ninguna autoridad legal puede entrar, pues incurre en ilegalidad al pretender se legal por perseguir un simple e indefenso acto de terrorismo.

Y para sumarle condimento al alboroto, el Ministerio Público da conferencias y expresa opiniones, generando oleadas de reacciones dentro y fuera, pero sin concretar en mucho. El hijo de Arévalo, que pretende brillar bajo la sombra de papá, pero sin hacer lo propio, alega “golpe” sin explicar si es técnico, de estado, mazazo, toque o vaya a saber quién a que se refiere, quedándose sin aportar nada a la resolución del problema, sino todo lo contrario. La comunidad internacional también está aportando lo propio… más leña para el fuego. El mandatario, también pone su granito de arena al no ejercer el liderazgo que le corresponde por estar trabajando para su permanencia o para su inmunidad después del día “D+1” (así le decía mi abuelita al día de los balazos).

Qué se puede esperar: la orden de suspensión de la personería jurídica de semilla permanecerá firme, el TSE ya ratificó su decisión de mantener el nombramiento de sus ganadores, ahora más sobre la base de la resolución de la CC; por lo que se puede asumir que el próximo año habrá nuevo gobernante.

Total, como siempre querrán imponernos voluntad en donde solo el arresto, la gallardía y la buena voluntad del de a pie, podrá sacarnos adelante con su trabajo duro y madrugador, aunque sea trabajando en la economía informal… no importa, ya que la formal la quieren bloquear para intentar doblegar el espíritu del chapín, pero llorarán su engaño al no lograr su cometido. La verdad verdadera es que este país no claudicará ante sus malos hijos, ni, aun así, con el apoyo de sus amigotes; a peores cosas se ha sobrepuesto este noble pueblo, por lo que, con las palabras de Eugenio, hay que estar convencido de que – Guatemala esta herida, pero no de muerte -.

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Edgar Wellmann

Profesional de las Ciencias Militares, de la Informática, de la Administración y de las Ciencias Políticas; Analista, Asesor, Consultor y Catedrático universitario.

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