CARTA ABIERTA A LOS DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
-CAMPO PAGADO-
SEÑOR PRESIDENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA Y DIPUTADOS EN GENERAL. Guatemala, 5 de mayo del 2024.
Como miembros de la sociedad civil de Guatemala y en pleno ejercicio de los derechos de petición, acción y emisión del pensamiento, garantizados por la Constitución Política de nuestra República, nos pronunciamos para apoyar la erradicación de todo tipo de corrupción, especialmente la espiritual que destruye los principios y valores del ser humano, base de la sociedad.
El Congreso de la República debe preservar y respetar los principios universales que inspiraron a los representantes del pueblo en Asamblea Constituyente en su génesis, los mismos que, en su “INVOCANDO A DIOS”, OBLIGAN a los actuales representantes del pueblo a promover la protección de la vida, la persona, la niñez, la familia y los valores espirituales y morales de la sociedad actual, siendo el Estado responsable de promover y garantizar el bien común, como resumen del artículo 71 de La Ley Orgánica del Organismo Legislativo (LOOL).
Señores diputados, nos preocupa la influencia negativa de entidades extranjeras que continúan replicado sistemáticamente las mismas estrategias que han aplicado en otros países de América y Europa, con el objetivo de destruir los pilares fundamentales que sustentan nuestra Carta Magna y las libertades individuales, bajo la falsa ilusión de promover proyectos de desarrollo, estas entidades buscan beneficiar únicamente a grupos alineados con sus ideologías perversas y obscuras, alientan el totalitarismo, la polarización, la ingobernabilidad, la corrupción y la pobreza, cargas económicas y deuda pública, reducción de la población mundial mediante falsas políticas de salud, y estrategias irresponsables e ilegales que buscan aumentar el aparato del Estado con fines mezquinos, alejados del bien común, impulsando y retomando peligrosamente la aprobación acelerada de más de doscientas iniciativas de ley para cumplir estos fines.
Prueba de lo anterior, es la iniciativa 5378, “Protección De Los Derechos Humanos De Las Personas Mayores”, que ya fue aprobada en tercera lectura y legaliza en forma solapada las IDENTIDADES DE GÉNERO; La iniciativa, 5452 “Desarrollo Económico de las Mujeres (LEYDEM)”, que está por aprobarse en tercera lectura, carece de dictámenes de las Comisiones de la Familia, de Economía y de Finanzas Públicas; 5074. Ley de Competencia. Dichas iniciativas de ley incumplen la Constitución de la Republica y los requerimientos del LOOL al tramitarse sin dictámenes técnicos previos, ni la debida discusión ni transparencia, etc. lo cual compromete moral y jurídicamente a la Presidencia, la Junta Directiva del Congreso y el mismo Estado de Derecho.
También se han detectado otras iniciativas de ley que se anuncian como supuestos derechos, pero tienen por objeto destruir nuestra cultura guatemalteca, nuestra certeza jurídica, la libertad económica y con ello nuestra sociedad, retomando de múltiples formas iniciativas como: la iniciativa 5395, Ley de Identidad de Género la cual fue desechada con un dictamen de inconstitucionalidad y se retoma con otras iniciativas como la iniciativa 5378 antes mencionada; Iniciativas 5205 y 6157, Educación Integral de la Sexualidad (EIS); Iniciativa 6044, Fomento de la Salud Menstrual Digna; 5899, Ley Recuperación de Bienes y Servicios Públicos Indispensables Para El Buen Vivir De Los Guatemaltecos; etc.
Como representantes de millones de guatemaltecos y de sus propias familias, ustedes, señores congresistas, tienen la responsabilidad de resistir las presiones internas y externas que pretenden imponer un pensamiento globalista, colonial y totalitario. Creemos que existen diputados honorables, temerosos de Dios y que han sido fundamentados con principios y valores que nuestros ancestros nos legaron. Que tomarán las decisiones correctas y cumplirán con la Constitución y sus procedimientos internos para proteger la familia, nuestros hijos y las futuras generaciones, teniendo como máxima el bien común.
Les instamos a rechazar cualquier iniciativa de ley que vaya en contra de estos principios universales instituidos por Dios y reconocidos en la Constitución de la República.
Que Dios los bendiga.
En Dios creemos como fuente de principios y valores eternos para el bien de nuestra sociedad.
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