OpiniónColumnas

Cosas en la luna

Petardo

En 1986, científicos del Instituto de Tecnología de Fusión de la Universidad de Wisconsin estimaban que el suelo lunar contiene un millón de toneladas de helio-3 (3He), un material que podría emplearse como combustible para producir energía por fusión nuclear.

Según el estudio, las cuentas salían: la energía producida sería 250 veces mayor que la necesaria para extraer este recurso de la Luna y transportarlo hasta la Tierra, donde las reservas lunares de helio-3 abastecerían las necesidades humanas durante siglos. La energía se orienta y reparte homogéneamente conforme se aplica, focalizándose en los septos fibrosos de la hipodermis, la fascia que envuelve los músculos y la dermis. Sirve como gas portador en cromatografía de gases (GC), en laboratorios analíticos, y como gas de detección de fugas en una amplia gama de sectores.

El Helio se usa para lograr temperaturas criogénicas de -451 grados requeridas para imanes superconductores en imágenes de resonancias magnéticas (MRI) y resonancias magnéticas nucleares (NMR), lo que permite que se capten imágenes de alta resolución de los órganos y tejidos internos. Además, el helio es usado en crioterapia, tratamiento que usa un frío intenso con el fin de congelar y destruir un tejido enfermo, e incluso, un tumor cancerígeno. El helio es fundamental para permitir que las agujas de criocirugía alcancen la temperatura necesaria para su realización. El helio es más ligero que el aire y a diferencia del hidrógeno no es inflamable, siendo además su poder ascensional un 8% menor que la de éste, por lo que se emplea como gas de relleno en globos y zepelines publicitarios, de investigación atmosférica e incluso para realizar reconocimientos militares.

Al igual que otros líquidos criogénicos, el helio I hierve cuando se calienta y se contrae cuando baja su temperatura. El 18 de agosto de 1868, el astrónomo francés Pierre Jules César Janssen descubre el helio, el segundo elemento más abundante del universo por detrás del hidrógeno. Fue descubierto por Janssen mientras observaba un eclipse solar y se dio cuenta de que había una línea amarilla en el espectro solar, los códigos de barra de las cajas de supermercados y otro tipo de tiendas están compuestos de helio y neón.

Buceo: en el buceo profesional y para inmersiones en aguas profundas, las mezclas utilizadas llevan un alto porcentaje de helio. El helio es un elemento fundamental para la ciencia, ya que se utiliza para realizar resonancias magnéticas en medicina, además de ser fundamental para naves espaciales, telescopios y monitores de radiación.  El helio es un elemento químico indispensable, siendo útil para diversas áreas de la vida. El término helio proviene del griego helios que significa “sol” esto haciendo referencia a su presencia en la atmósfera, siendo el segundo más abundante solo después del hidrógeno. Dado su potencial, la mayoría de las potencias espaciales, como lo son Estados Unidos, China, Rusia o la India, están experimentando en torno a una posible explotación del suelo lunar.

De momento, la viabilidad de la explotación comercial está por demostrar.  Se puede encontrar en la Luna, pero solo hay 20 partes de helio-3 por cada mil millones de suelo lunar, y todavía no se ha desarrollado una máquina capaz de trabajar el regolito y extraer el combustible. A esto hay que añadir el coste de transportarlo a la Tierra. El viaje a la luna no es para dejar una marca de zapato ni para pasear, es una inversión que tendrá mucha recuperación.

Area de Opinión
Libre emisión del pensamiento.

Le invitamos a leer más del autor:

Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.