Futuro incierto (2)
Tanmi Tnam
Cuando reflexionamos sobre el estado actual de los elementos que integran el medio ambiente, nos damos cuenta de que cada vez estamos más lejos del aprecio y cuidado que necesitan las manifestaciones que tienen vida. Se ha perdido sensibilidad o por cuestiones culturales falta atención a la naturaleza. Hay que ampliar el conocimiento con ideas y prácticas de apertura al reconocimiento de la vida de los componentes naturales porque ellos mantienen la vida de la humanidad. La lejanía del ser humano de los elementos del medio ambiente simplemente acerca a un final lento y seguro pues así lo demuestran indicadores de degradación del ambiente. Las relaciones de ternura con la Madre Tierra están en decadencia y sigue el auge de la explotación de muchas expresiones naturales.
Poco interesa el futuro, por el momento importa acumular riqueza desconociendo la vida de los elementos que integran el medio ambiente, aunque se termine la vida que es posible gracias a la presencia de todo lo que está en nuestro entorno: animales, plantas, agua, aire, suelo y minerales. Muy poco estamos conscientes del impacto de nuestros hechos negativos al medio ambiente y por lo mismo, poco interesa la vida de las personas.
En nuestro país hay normas y entidades con trabajadores, funciones y presupuesto público para la conservación del medio ambiente. Hay leyes e instituciones para velar porque abunden los bosques, aire puro, ríos de agua limpia y la fertilidad de los suelos. Estas instituciones oficiales creadas con fines específicos solamente deben asumir su responsabilidad de cumplir con las leyes con que fueron creadas. La preocupación y el esfuerzo por el medio ambiente es constitucional, el artículo 97 de la Constitución Política de Guatemala señala el “Medio ambiente y equilibrio ecológico. El Estado, las municipalidades y los habitantes del territorio nacional están obligados a propiciar el desarrollo social, económico y tecnológico que prevenga la contaminación del ambiente y mantenga el equilibrio ecológico”. El mismo contenido establece el artículo 1 del Decreto Legislativo No. 68-86 Ley de protección y mejoramiento del medio ambiente que dice “Artículo1. El Estado, las municipalidades y los habitantes del territorio nacional, propiciarán el desarrollo social, económico, científico y tecnológico que prevenga la contaminación del medio ambiente y mantenga el equilibrio ecológico”.
Entre las entidades públicas con responsabilidades para gestionar estrategias y acciones acerca del medio ambiente, por enumerar ejemplos, están la Comisión Nacional del Medio Ambiente CONAMA, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas CONAP creado por medio del Decreto 4-89 Ley de Áreas Protegidas, en el Ministerio de Agricultura funcionan el Instituto Nacional de Bosques INAB y otros, el Ministerio de Salud es el responsable de velar por la salud de los habitantes, la Fiscalía de Delitos contra el Ambiente del Ministerio Público, etc. Bueno, si seguimos enumerando, hay más leyes, entidades y comisiones que funcionan en el país. El punto crítico es que poco o no asumen responsablemente la conservación del medio ambiente en todas sus manifestaciones. Actualmente, en los medios de comunicación aparece un ejemplo de reacciones como el incumplimiento de obras y acciones a favor del ambiente reflejada en la postura de la Asociación Nacional de Municipalidades ANAM y la complacencia de la Corte de Constitucionalidad de hacer a un lado las preocupaciones de la población guatemalteca y no cumplir las municipalidades con las responsabilidades acerca de los cuidados del medio ambiente.

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