El Propósito de Vida
Debemos Saber La Verdad
Resumiendo lo que es el propósito de la vida, lo que primero pienso y analizo es:
¿Quién soy?
¿De dónde vengo?
¿Qué hago aquí?
¿Hacia dónde voy?
¿Cuál es mi relación con el Creador?
¿Cuál es el propósito de mi vida?
Cuando entiendo el propósito de mi vida, puedo comunicarme plenamente con otros seres humanos. La comunicación debe ser, sobre todo, espiritual.
Al comprender lo anterior, relaciono cualquier actividad en mi vida y eso me hace responsable, por lo tanto puedo mejorar mi calidad de vida.
Vivir nuestra existencia en función de los valores que comulgue, en armonía positiva con los demás seres humanos.
Vivir es para hoy… la vida es eterna.
La naturaleza brinda para el consumo de los todos los seres humanos el nutrir y el ser nutrido.
La sabiduría se enseña a través del ejemplo.
Hay que vivir una vida equilibrada.
Nada sucede por casualidad.
El ciclo de la vida es rotativo, como las estaciones, se repite y siempre se ha repetido a través del tiempo.
Cada ser humano debe renovarse a sí mismo, por medio de la sabiduría y la espiritualidad.
Sabemos que venimos de algún lugar y que vamos a retornar.
Sabemos que hay un Creador de todo y él es superior a nosotros.
A parientes o personas cercanas las debemos escoger para que siempre seamos amigos.
Todos somos serios, alegres, bromistas, adultos, jóvenes, etc., pero a las personas las debemos escoger por su mirada y lo que vemos en ellas. No es importante lo que nos puedan ofrecer, sino lo importante es que sean personas que nos hagan ver una realidad, que es una fuente de aprendizaje y que nos ayuda a luchar para que la esperanza, la fantasía y los sueños no desaparezcan. Las personas que sean adultos no siempre deben tener prisa, ni olvidar el valor de lo que aprendieron en la vida y que siempre sean jóvenes para que puedan compartir y hacer sentir lo que están aprendiendo de la vida.
Las personas que quiero como amigos son para que me ayuden a saber mejor de quién soy, pues al verlos como son, no olvidaré que solo veré la normalidad en la vida, que es una ilusión que no genera frutos.
Aunque a veces me he equivocado al tener personas cerca y finalmente resulta que no son amigos, siempre he aprendido de la vida y saber quienes son mis amigos.

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