Multipolaridad
Reflexiones
Actualmente vivimos una serie de acontecimientos geopolíticos, geoeconómicos, científicos y tecnológicos que parecen imperceptibles a los ojos de la mayoría de los habitantes de este planeta. Eventos de suma importancia a los que deberíamos prestarles la atención que corresponde, debido a que estos tienen una incidencia directa en nuestro país.
La humanidad ha experimentado durante su desarrollo histórico, una serie de guerras, conquistas, alianzas políticas entre reinos/países, creación de bloques económicos, surgimiento de imperios, con el propósito de consolidar poder suficiente y dominar a la mayor parte de la población mundial.
Así fue como en 1904 el político y geógrafo inglés Halford John Mackinder ideó una teoría generalista sobre el pasado, presente y futuro del poder mundial. Esta teoría, llamada teoría del heartland o del corazón continental, venía a decir que, históricamente, quien controlara Europa Oriental (Rusia) y la zona de Asia central (China), controlaría el Continente Asiático y Europa del Este, estando en posición de dominar al mundo.
Desde la caída del Muro de Berlín (1989) terminó la bipolaridad existente entre los Estados Unidos de América y la Unión Soviética, relación geopolítica que fue conocida como “guerra fría” y sus fatales efectos (violación de los derechos humanos, pobreza, exclusión, etc.), en los países de su periferia, como el caso de América Latina. Acá inicio una nueva etapa para la humanidad con la hegemonía unipolar de los Estados Unidos de América.
Esta hegemonía unipolar de los Estados Unidos se inició en el campo geoestratégico con los Acuerdos de Bretton Woods, estos son, las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, realizada en la localidad de Bretton Woods (Nuevo Hampshire), en julio de 1944, aquí se establecieron las políticas económicas mundiales. En los acuerdos, también se decidió la creación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, usando el dólar como moneda de referencia internacional con lo que los Estados Unidos de América consolidó su poder geoeconómico. Estas organizaciones supranacionales iniciaron sus operaciones en 1946. El imperio estadounidense vino a sustituir a los imperios Otomano y Británico.
En el campo militar la hegemonía unipolar de los Estados Unidos de América se fortaleció con la creación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en 1949. A través de esta alianza militar, se desmembró la antigua Yugoeslavia, se invadieron países del medio oriente como Afganistán (para controlar al mayor productor de opio), Irak (para mantener el petrodólar como divisa de cambio), Libia (para abortar la idea de Gadafi de crear una moneda africana), con una cauda millonaria de muertes y destrucción de su infraestructura. El único ganador hasta ahora ha sido el complejo militar estadounidense.
En los últimos 3 lustros del siglo 21 la humanidad recorre un nuevo camino, la transición hacia un mundo multipolar, donde múltiples actores compiten por el poder y por la influencia en ámbitos como la economía, la política y la tecnología. La multipolaridad es el nuevo orden mundial y se refiere a la distribución del poder global entre múltiples países, en lugar de estar dominado por una sola superpotencia (unipolar). Este cambio ha sido impulsado por el crecimiento económico y la influencia política de países como China, India, Rusia y Brasil, que buscan desempeñar roles más significativos en la escena internacional.
La multipolaridad también fomenta nuevas alianzas y organizaciones, como BRICS (plus y ampliado), el incremento de países miembros en la Unión Europea, la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Africana que desafían el dominio tradicional de Occidente (USA, la Unión Europea y sus aliados). Este nuevo panorama geopolítico ofrece oportunidades y desafíos, ya que los países deben navegar en un entorno más complejo y competitivo.
En este contexto la multipolaridad se refiere a la distribución del poder hegemónico entre varios actores globales. Para su análisis, tres aspectos clave son relevantes:
- Hegemonía económica: China, Estados Unidos y Rusia compiten por la supremacía económica. China ha emergido como una potencia económica importante, mientras que Estados Unidos sigue siendo influyente a través del uso del dólar. La Unión Europea a partir de la guerra entre Ucrania y la Federación Rusa ha entrado en una recesión económica importante pero todavía es un actor relevante. La creación del Banco de los BRICS y el uso de sus monedas nacionales (yen, rublo, rupia, real), para el intercambio comercial abre nuevos desafíos económicos.
- Polaridad militar: Estados Unidos ha perdido la hegemonía militar ante los avances significativos de los misiles hipersónicos rusos y la utilización de la inteligencia artificial aplicada a la guerra por parte de los chinos. De acuerdo con los especialistas militares, la OTAN ha sido superada por Rusia en el conflicto ucraniano. La presencia militar de otros actores como India, Israel, Corea del Norte e Irán crea una polaridad en términos de seguridad global.
- Polaridad ideológica: Las diferencias ideológicas en este siglo (globalistas-nacionalistas) también contribuyen a la multipolaridad. Estados Unidos, los BRICS y Europa tienen visiones distintas sobre cómo debe ser el nuevo orden mundial.
Es urgente que Guatemala pueda contar con equipos multidisciplinarios de profesionales con conocimiento de la geopolítica, geoestrategia y geoeconomía para insertarse adecuadamente en este proceso de transformación mundial.

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