
Descolonizar el pensamiento pedagógico en el contexto de la multipolaridad
Reflexiones
“No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos”. Albert Einstein.
Cualquier sociedad que pretenda cambiar el rumbo de la historia, en contra del orden establecido (corrupción, impunidad, déficit en sus indicadores de desarrollo), debe asumir la convicción de crear un nuevo marco teórico (filosófico, antropológico, sociológico, político, económico, cultural) para escribir su historia desde su propia vivencia, entendiendo la realidad histórico-social en particular; por consiguiente, la transformación del paradigma pedagógico forma parte de la superación del sentido común alineado a las dinámicas prístinas del statu quo y se presenta como alternativa para incidir conscientemente en la realidad.
Las sociedades latinoamericanas tienen un pasado común de colonialismo, vasallaje, autoritarismo y explotación de sus pueblos por países europeos que llegaron a este continente en el siglo XV y también es un factor común el gran desafío en este siglo 21: Descolonizarse en todos los ámbitos sustantivos siendo una de las principales estrategias para lograrlo es la educación.
La descolonización debemos entenderla como la implementación de una nueva cultura que realice un contra peso al status quo, a decir de Sygmunt Bauman (2017), la cultura en el mundo de la modernidad liquida, una propuesta de transformación desde lo social, económico y político. Para tal efecto debemos de construir un nuevo proyecto nacional para articular desde la praxis pedagógica una hermenéutica nueva de la realidad socio-histórica-cultural de nuestros países.
Es por ello que la descolonización a través de la educación utilizando entre otras estrategias la del pensamiento crítico y el pensamiento complejo deberá superar las dinámicas coloniales aún vigentes que mantienen el orden establecido desde el siglo XVI en la región latinoamericana.
En este contexto de la multipolaridad y de ese gran tema que nos apasiona y que nos compromete, la educación, debemos convenir los latinoamericanos en primer lugar de que no existe una receta específica para lograr a través del proceso de enseñanza-aprendizaje la descolonización del pensamiento y en consecuencia de las instituciones educativas, por esta razón nuestro compromiso en pro de una educación de calidad para nuestros países.
Nosotros los latinoamericanos somos los llamados a descubrir los caminos por donde han de transitar los futuros ciudadanos, me parece pertinente recordar a Antonio Machado al decir: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, complementando esta línea de pensamiento con el aforismo señalado por Martin Luther King Jr: “Da tu primer paso ahora. No importa que no veas el camino completo. Solo da tu primer paso y el resto del camino irá apareciendo a medida que avances”.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la realidad de la educación en América Latina que es muy similar, pero al mismo tiempo diversa. Esa herencia colonial en la región debe jugar ahora a favor de nuestros pueblos, debemos de aplicar estrategias en común para la liberación de los procesos cognitivos que permitan lograr la descolonización del pensamiento y frenar los procesos pedagógicos de la escuela tradicional (inicuos, excluyentes y atávicos).
Las estrategias que deben incorporarse al marco teleológico de descolonización del pensamiento pedagógico, serán: 1) el pensamiento crítico y 2) el pensamiento complejo. El pensamiento crítico juega un rol esencial en la educación liberadora, concita a los estudiantes a desarrollar competencias cognitivas superiores como el análisis, la síntesis y la propuesta para resolución de problemas. Debemos ver retrospectivamente a la mayéutica de Platón y los silogismos (razonamiento deductivo) de Aristóteles. Convenimos entonces que el pensamiento crítico desarrolla la capacidad de comprender mejor el mundo que nos rodea.
El pensamiento complejo como proceso transformador de la educación fomenta en el estudiante una visión holística, justa y consciente, preparándolo para enfrentar los desafíos del mundo multipolar desde lo local. Propende a integrar diferentes niveles del conocimiento, se enfoca en el pensamiento científico y puede observar el mundo de manera interconectada gracias a que desarrolla un pensamiento sistémico.

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