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La Justicia en juego

Poptun

Actualmente están integradas las comisiones de postulación para la selección de candidatos a magistrados para la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones. La elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cortes de Apelaciones es un proceso de trascendental importancia para la democracia y el estado de derecho en Guatemala. La relevancia de las comisiones de postulación radica en que su labor no solo define quiénes serán los jueces y magistrados de las cortes superiores, sino que, en última instancia, influye en la calidad de la justicia que se impartirá en el país. Un proceso de selección adecuado puede fortalecer el estado de derecho, mientras que uno deficiente puede minar la confianza pública en las instituciones y abrir la puerta a la corrupción y el clientelismo.

En una democracia robusta, el equilibrio de poderes es fundamental para garantizar la justicia y el respeto a los derechos de todos los ciudadanos. Dentro de este marco, el Organismo Judicial desempeña un papel crucial, siendo la Corte Suprema de Justicia y las Cortes de Apelaciones las máximas instancias que aseguran la correcta aplicación de la ley. Sin embargo, la integridad y eficacia de estas instituciones dependen en gran medida de la idoneidad de sus magistrados, quienes son seleccionados mediante un proceso que, en teoría, debería ser transparente, imparcial y basado en méritos. Aquí es donde entran en juego las comisiones de postulación.

Las comisiones de postulación son organismos colegiados temporales que tienen la responsabilidad de seleccionar a los candidatos más aptos para ocupar cargos en las altas cortes. Estas comisiones están integradas por representantes de diferentes sectores de la sociedad, incluyendo académicos, profesionales del derecho y miembros del Colegio de Abogados, quienes deben evaluar a los aspirantes a magistrados bajo criterios rigurosos de capacidad, honradez, ética y experiencia.

La Ley de Comisiones de Postulación establece principios que deben guiar el trabajo de estas comisiones, como la transparencia, la excelencia profesional, la objetividad, la imparcialidad y publicidad. Estos principios no son meras formalidades, sino que representan el pilar sobre el cual se construye un proceso de selección que debe ser ejemplar y libre de influencias indebidas.

Entre los principios regulados, es relevante enfocarse en el principio de publicidad, que garantiza que todos los actos de las comisiones sean públicos, permitiendo la participación de interesados y del público en general como observadores. Bajo esta disposición se asegura el acceso irrestricto a medios de comunicación, misiones de observación internacional y a cualquier persona u organización interesada. Esta disposición legal no solo permite, sino que fomenta la participación de observadores internacionales, así como de la ciudadanía, reconociendo su valor en la vigilancia y protección de la integridad del sistema judicial.

Dado el impacto que tiene el trabajo de las comisiones de postulación en la conformación de las altas cortes, es crucial que la ciudadanía asuma un rol activo en la vigilancia de este proceso. La participación ciudadana no debe limitarse a la observación pasiva, sino que debe incluir la exigencia de transparencia, la denuncia de irregularidades y la demanda de rendición de cuentas.

La vigilancia ciudadana es importante, porque si falla la justicia, la columna fundamental de la sociedad se derrumba, dejando a su paso un vacío donde prevalece la impunidad, la desconfianza y la corrupción. Sin justicia, las leyes pierden su autoridad, y los derechos de los ciudadanos quedan desprotegidos, permitiendo que la arbitrariedad y el abuso tomen el control. La justicia es el cimiento sobre el cual se construye la paz social y el respeto mutuo; sin ella, todo lo demás se desvanece, erosionando la cohesión y la estabilidad de una nación. Es sustancial tener a un sistema de justicia independiente e imparcial, porque cuando hay un sistema corrupto donde la justicia es un bien que se compra y vende, nadie está realmente a salvo, y el derecho se convierte en un privilegio reservado solo para aquellos que pueden pagar por él. Por eso, la independencia judicial no es solo una garantía para algunos, sino una necesidad para todos.

La historia reciente ha mostrado que, en varias ocasiones, las comisiones de postulación han sido objeto de controversias por la supuesta influencia de poderes fácticos, la falta de transparencia y la selección de candidatos con antecedentes cuestionables. Estos episodios subrayan la necesidad de que la sociedad civil, los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos mantengan un seguimiento cercano del proceso, utilizando todas las herramientas legales y democráticas a su disposición para asegurar que la selección de magistrados se realice conforme a los principios establecidos por la ley.

Por eso es esencial que la sociedad se involucre y exija que se cumplan los principios de la Ley de las Comisiones de Postulación y Ley de la Carrera Judicial, para reducir el margen para que intereses particulares prevalezcan sobre el bien común. El futuro de la justicia en Guatemala está en juego, y con él, la posibilidad de construir un país donde la ley se aplique con equidad y donde los derechos de todas las personas sean respetados. Solo mediante un esfuerzo conjunto entre comisiones responsables y una ciudadanía vigilante podremos asegurar que los magistrados que integren las altas cortes sean verdaderos garantes de la justicia y la democracia. Este es un desafío que no podemos eludir, y cuya importancia no podemos subestimar.

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Mireya Batún Betancourt

Abogada, Notaria y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, postgrado en Criminología, especialista en ejecución penal con estudios en Doctorados de Ciencias Penales y Derecho Constitucional Internacional.