Bukele en Costa Rica y la redefinición de los Derechos Humanos
Barataria
Seguramente en América el avance de la derecha ha establecido alianzas de gobernantes en torno a los mismos ideales o, por lo menos la misma contradicción con la ideología de las izquierdas. Esto ha redundado en la victoria del señor Trump para la Presidencia de Estados Unidos lo cual repercute no solamente en América y los gobiernos latinoamericanos que promulgan la ideología de izquierda cuyas relaciones exteriores deberán definirse claramente en torno a Estados Unidos puesto que desde antes de la elección ya se manifestaban claramente (o estúpidamente) a favor de la señora Kamala Harris y en contra de los republicanos. Una vez terminada la elección no les quedó mas remedio que felicitar al vencedor estadounidense y esperar reparar un daño en las relaciones exteriores que no parece ser tarea fácil.
La debilitación de los gobiernos de izquierda en Latinoamerica se debe a la traición de ideales, como lo manifesté en mi artículo anterior. No es posible que, aquellos que llegan al poder con la promesa de hacer cosas diferentes que sus antecesores derechistas, terminen haciendo exactamente como copia al calco de aquello que una vez criticaron, especialmente en lo que a corrupción, falta de ética y moralidad se refiere. Así, en el contexto de los países latinoamericanos ya hay mucho de estos vicios. Los izquierdistas que critican al señor Milei en Argentina por la grave inflación y el aumento de la pobreza, se quedan mudos cuando se les endilga que en mas de 20 años de Kircherismo hundieron al país en el caos, la inflación y el aumento de pobreza y, se sostuvieron con tretas y promesas de un mejor futuro (¿Para cuando?) hasta que el electorado, paciente que es, se cansó. No digamos casos como Venezuela que es el descaro de un gobierno que habla de una revolución que prospera a los venezolanos, sin embargo el éxodo de muchos de sus nacionales a otros países, especialmente a España es una prueba cierta y seria de que “la revolución bolivariana” solo sirvió para enriquecer a aquellas familias de pelagatos que ahora se encuentran en la opulencia y destruir al país, porque seguramente la familia de los Cabello, los Chavez, los Maduro y muchos más de sus secuaces cómplices de un desvergonzado fraude electoral en el cual se roban una elección sin mostrar una sola acta que pruebe el triunfo.
Asi podemos seguir hablando de los problemas en Ecuador, de la vergonzosa lucha de poder en Bolivia entre aquellos que fueron comparsas, amigos y compañeros de lucha pero que ahora uno, el que gobierna el señor Arce, no quiere ser manejado como un monigote, una marioneta por el señor Morales habido de poder como siempre. De Guatemala, ni hablar. Un presidente electo libremente porque ofreció ser diferente, luchar contra la corrupción y acabar con los vicios de sus antecesores, a quien se pretendió mediante la instrumentalización del derecho evitar que tomara posesión y quien ha hablado abiertamente de su ideología de izquierda; terminó siendo igual o peor que sus antecesores, manteniendo al día de hoy un gobierno corrupto, en donde no ha habido cambio, pero se llena la boca argumentando que el cambio ya empezó, claro, en tanto siguen los mismos vicios al final de cuatro años el señor Arévalo habrá dejado al país peor que como lo encontró, porque es incapaz de cambiar y combatir la corrupción en las instituciones que el mismo controla como son los Ministerios de Comunicaciones, Educación, Salud Pública, Desarrollo entre otros.
De esta manera llegamos al punto de ver cómo los gobiernos de derecha están haciendo cosas diferentes que no se pueden negar. El hecho de que el señor Bukele haya llegado a Costa Rica y sea admirado por el mismo presidente costarricense, es motivo de sorpresa especialmente de un país que ha sido ejemplo de gobernabilidad a nivel mundial. Costa Rica siempre ha sido un país admirable de sus comparsas centroamericanos, no solo porque decidió abolir el ejército, sino por su énfasis en salud, cultura, educación y promover un elevado nivel de vida a sus habitantes. Además de ello, su cultura democrática ha sido ejemplo mundial. Sin embargo, en estos tiempos se empieza a cuestionar en esa nación centroamericana los modelos de seguridad nacional, debido a que ha existido un aumento de la delincuencia y la violencia y el índice criminal va para arriba. En décadas anteriores era muy común leer en los medios de comunicación la captura de bandas delincuenciales especialmente compuestas por nicaragüenses como una forma de evitar señalar la participación de delitos de ciudadanos de ese país, asi que era fácil achacarle a los nicaragüenses el crimen que cometían con costarricenses.
Con la visita de Bukele, al país vanguardista en el respeto de los Derechos Humanos, pero necesitado de formulas para evitar que el crimen y la delincuencia supere las capacidades de las fuerzas de seguridad y se exacerbe, supone un antes y un después. En efecto, ya se le ha acusado al señor Bukele de violador de derechos humanos, de no respetar los derechos humano de los “angelitos” mareros que mataban indiscriminadamente, cobrando extorciones a cuanto comerciante encontraban y que violaban a cualquier mujer que les gustara. Estos delincuentes que merecen el peso de la ley y el repudio social fueron protegidos por años por los mismos gobiernos que no les interesaba más que esquilmar los dineros públicos en tanto la población literalmente miraba como se protegia y sobrevivia. El señor Bukele inició una presidencia en abierto desafío a aquellos delincuentes perversos que violaban los derechos humanos de todos los salvadoreños y ahora, años después ha convertido a El Salvador de ser la nación mas violenta del mundo a ser una nación de las más seguras. ¿Qué cambió? Para el señor Bukele, cambió el enfoque de los derechos humanos, en el cual se protege a la víctima, se respetan los derechos humanos de las víctimas y los delincuentes que se empeñan en violar los derechos elementales como del derecho a la vida y a la libertad, deben pagar con cárcel sin mayores derechos que los de un juicio llevado de conformidad con las leyes procesales.
Muchas organizaciones, especialmente de izquierda, que proponen modelos que nunca han funcionado, porque no le pueden dar más derechos a los victimarios que a las víctimas, ni se puede tratar a los delincuentes como niños de primera comunión, como angelitos que necesitan una “rehabilitación” en la cárcel mientras su víctima ya no puede continuar con su vida, sea porque ya esta tres metros bajo tierra o porque ha quedado en silla de ruedas o sin un brazo, o una pierna o porque la chica fue violada por dos o tres pandilleros y las familias de las víctimas que siempre van a vivir de por vida con la perdida de un pariente. Pero eso sí, los delincuentes tienen abogado de oficio gratis, tienen sus tres tiempos de comida en la cárcel (en tanto hay niños en los países latinoamericanos que si tienen suerte comen una vez al día), duermen bien protegidos y, encima de todo delinquen dentro y fuera de la cárcel ordenando asesinatos, coaccionando y extorsionando a otros prisioneros y hasta cometiendo actos inmorales dentro de la cárcel, pero ellos siempre tendrán sus derechos intactos. Es decir que los derechos humanos para la víctima, como para el victimario no presupone nunca la ventaja del que violó tales derechos en detrimento de quien los ha sufrido.
Este desequilibrio en la formulación de los derechos humanos ha provocado que el señor Bukele, promueva una acción mas activa en el respeto de los derechos humanos de las víctimas. Así, el señor Bukele en una exposición clara hizo ver en una conferencia de prensa en Costa Rica, un respetable país con una historia repleta de una preeminencia de respeto a los derechos humanos, en donde se manifestó por una redefinición en cuanto al respeto de los derechos humanos, en donde la víctima no puede nunca estar en desventaja frente al respeto de los derechos humanos del victimario quien es un criminal y a quien se le debe aplicar un juicio justo, claro esta, pero que no debe tener más ventajas ni en el juicio, ni en la ejecución y cumplimiento de sus condenas.
La lucha contra la delincuencia es clara, no se puede tratar a los delincuentes como angelitos, y los planes de combatir ese lastre en los países como los latinoamericanos va a llevar a una persecución que va a ser criticada por aquellos que, estando en el poder nunca combatieron a la delincuencia porque se hicieron comparsas de ellos para poder gobernar corruptamente ya que, en tanto el ciudadano de a pie, esta preocupado por llegar “a salvo a su casa”, los funcionarios corruptos están roba y roba, transando y enriqueciéndose porque la falta de seguridad es el mayor distractor de la población para que no le importe si se roba un centavo o millones.
Una redefinición de los derechos humanos bien vale la pena que los países latinoamericanos lo consideren porque de otra manera siempre estará el desequilibrio entre aquel que viola los derechos humanos es decir el victimario, que luego reclama el respeto de todos los derechos humanos para sí, y aquel a quien le han violado los derechos humanos, es decir la víctima que tiene que sufrir no solo el irrespeto de sus propios derechos sino cargar con su propio dolor y la burla de aquel que, sin miramientos mata, extorsiona, roba y viola en un amplio espectro de impunidad que, la instrumentalización de los derechos humanos le provee.

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