El fanatismo sobre el salario mínimo
Sueños…
“Ya no nos parecemos ni a nosotros mismos.
Porque nosotros, los de entonces,
nunca volveremos a ser los mismos.”
Leonardo Padura
El salario mínimo es un impulso o un retroceso para la economía
En un mundo de fanatismos, mencionar el salario mínimo es como abrir la horrible caja de Pandora. Para algunos es una acción de justicia social y redistribución de la riqueza, para otros es el hundimiento de las empresas y la pérdida de utilidades y la condena del sistema capitalista. En su último informe sobre la región el Banco Mundial nos habla sobre el futuro del trabajo en América Central y República Dominicana. Los datos sobre el futuro del empleo y el salario mínimo tienen que compararse con el fin de lanzar nuevas propuestas para el futuro económico de nuestra maltrecha región.
Y es que los humanos tenemos una carga ideológica instintiva. Imaginariamente nos identificamos con amor eterno a un lugar, un país, un equipo deportivo, una institución, una escuela. Aunque en lo real estos entes no tengan ninguna identidad real que merezca que le demos nuestro amor profundo. Si tres ciudadanos, digamos de El Salvador, Honduras, Argentina se juntan los tres afirmarán que su país es el mejor del mundo, dirán que adoran sus calles, comidas, forma de hablar y sus bellezas naturales. Sin embargo, si les muestras datos reales podrán advertir que alguno de ellos es más desarrollado, tiene una productividad más alta, tiene un índice de desarrollo humano superior y ese será el mejor. Pero en nuestro fanatismo interno nunca aceptaremos el veredicto de la realidad y viviremos engañados por el instinto de la supuesta nacionalidad.
Por eso, vamos a mostrar quienes son los países con mayores avances políticos y sociales de América latina. Y qué relación tienen con sus salarios mínimos.
Según el siguiente gráfico, los tres países latinoamericanos con salarios mínimos más altos, los tres que superan los $500 sería Costa Rica, Uruguay y Chile. De acuerdo a los que afirman que salarios mínimos altos hunden a las empresas, estos tres países debieran de ser los tres más pobres de la región y, al contrario, son los tres con mayor desarrollo económico, político y social.
Por el contrario, los países con salario debajo de los $500 ofrecen un panorama de menor desarrollo, así como mayor inestabilidad e inseguridad.

Como estamos en desarrollo los países de la región
Desarrollo significa tener un sistema económico competitivo, abierto al mundo y con amplia base de pequeñas y medianas empresas; con niveles de educación de relativa calidad y sistemas de salud para la mayoría; así como políticas de protección ambiental y defensa de las especies de plantas y animales; y contar con sistemas de elección popular con votos iguales y secretos, así como periódicos y con respeto al pluralismo ideológico.
En general se acepta como una buena medida del desarrollo el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas -IDH-. Que nos muestra el IDH: el Índice de desarrollo humano, nos dice que si un país tiene una calificación de 0.900 en adelante es un país desarrollado; de 0.801 a 0.899 países de desarrollo medio alto; de 0.700 a 0.799 países de desarrollo medio bajo; de 0.699 hacia abajo países muy pobres.
En América latina aún no tenemos un país desarrollado. Los países de clase media alta de la región son:

Como se puede observar, los tres países con mayor desarrollo están en la lista de los países con un desarrollo superior en la región. Por supuesto, salarios mínimos más altos implican familias trabajadoras con mayores ingresos para invertir en educación, salud y vivienda. Lo que implica elevar el consumo, mejorar la productividad nacional y elevar la capacidad de interpretación de la realidad, generando climas políticos de mayor estabilidad e integración nacional.
Los países de clase media baja de la región son:

La lista de países muy alejados del desarrollo con niveles de analfabetismo, desnutrición, pobreza y desamparo, que optan masivamente por la migración son:

La solución no es fácil
En mundo de incertidumbre y amenazas de conflictos generalizados, con enormes desastres naturales que ya afectan a los países desarrollados, los cuatro países de la región en el fondo del abismo tienen que despertar e iniciar las reformas que permitan consolidar la democracia pluralista, la calidad de la educación y la salud, la protección del medio ambiente y empezar a caminar en una economía competitiva y equilibrada que permita el trabajo, el empoderamiento empresarial y el consumo a todos los habitantes.

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