Por qué mueren los partidos políticos
Tanmi Tnam
El Tribunal Supremo Electoral a través de su Departamento de Organizaciones Políticas realiza la inscripción de un nuevo partido político a solicitud de algún grupo de ciudadanos que han cumplido con los requisitos que señala la ley específica para la constitución e inscripción de un partido político en Guatemala. Este es un esfuerzo que requiere dinero, tiempo, conocimientos específicos y voluntad de aportar al desarrollo político del país.
Inscritos los partidos políticos y si cumplen con todas las leyes, ya pueden participar en alguna elección general donde se eligen las autoridades del más alto nivel para el país. En esta oportunidad, la reflexión se orienta sobre algunos motivos que explican por qué mueren los partidos políticos en tan poco tiempo, aun sin llegar a ejercer el poder y los que llegan a experimentar el poder también mueren. En tiempos pasados, eran famosos algunos partidos políticos que duraron varios años en la vida política nacional, pero pasados los años, ahora nos encontramos con muchos partidos políticos que es difícil conocer las particularidades de cada uno. También estamos en el tiempo que la ciudadanía está atenta qué liderazgo ya se mueve para estar en la próxima contienda.
En la vida nacional, es casi nula la participación de un partido político, ya sea fuera o en el poder, que hable por respuestas concretas de los gobiernos de turno a las necesidades y problemas que sufre la población de todo el país. En la mayoría de las veces, los partidos políticos guardan silencio cuando algo es del interés de los que controlan el dinero y el poder. En este sentido, los partidos políticos no atienden las necesidades de la población que los llevó al poder. Esto podría explicar la muerte de un partido político que goza del poder, pero no puede repetir una segunda ocasión.
Los partidos políticos viven alrededor de algún líder o lideresa que, con sus ideas, conexiones con las bases y mucho dinero logra que el partido permanezca por varios años. Cuando la persona que cumple el rol de líder le llega la muerte, de alguna manera muere su partido. Hay ejemplos en la experiencia guatemalteca. A los partidos políticos les cuesta compartir el liderazgo entre varias personas, personas del área rural, ciudadanos con ideas democráticas, pero sin dinero. Otro punto débil de los partidos políticos es que no cuentan con un proceso de formación de líderes, especialmente jóvenes, mujeres y de pueblos indígenas. La ciudadanía empieza a comprender que muchos líderes de partidos políticos no tienen respeto a su palabra, no tienen ideas, no cuentan con alternativas para solucionar las condiciones de pobreza y por lo mismo transitan de un partido a otro. Algunos pueden estar un tiempo con partidos de izquierda y luego aparecer con un partido de derecha.
Los partidos eligen a sus candidatos, los afiliados se sorprenden cuando anuncian quiénes son los candidatos a puestos de elección popular. Aceptan en silencio quiénes quieren ser alcaldes, no dicen nada cuando los candidatos a diputado viven y son originarios de otros departamentos. En fin, hablan de democracia, pero en la práctica interna muy poco o en nada tiene reflejo la democracia. Así las cosas, también la ciudadanía y la población en general va conociendo a los partidos políticos.
Es recomendable que los partidos políticos inicien con alternativas comprensibles y viables de orientar a la ciudadanía del país sobre lo que es un partido político, sus líderes, sus principios, sus objetivos, su estructura, sus funciones, su ideología y su financiamiento.

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